El edema es una hinchazón generada por el exceso de líquido que se encuentra atrapado en los tejidos del cuerpo. Este padecimiento se registra con mayor frecuencia en las manos, los brazos, los pies, los tobillos y las piernas.

Esta hinchazón puede producirse como consecuencia del uso de medicamentos, debido al embarazo o a una enfermedad preexistente, con frecuencia, insuficiencia cardíaca congestiva, una enfermedad renal o cirrosis hepática.

Normalmente esta hinchazón se alivia al tomar medicamentos para eliminar el exceso de líquido y al reducir la cantidad de sal en las comidas. Cuando el edema es un signo de una enfermedad de fondo, esta en sí misma requiere un tratamiento diferente.

Según la Clínica Universidad de Navarra, algunos de los síntomas que se registran es que la acumulación de líquido es más evidente en las regiones del cuerpo donde abunda el tejido laxo como son los tobillos, los párpados y la zona sacra.

De igual forma, la piel sobre el área hinchada puede estar estirada o brillante. Si se presiona con el dedo deja una huella o fóvea que desaparece lentamente.

Según los especialistas, los edemas pueden tener una distribución local (tobillo o pierna), regional (toda una extremidad) o general. También se puede presentar un aumento del tamaño abdominal.

Enfermedades de base pueden generar la retención de líquidos. | Foto: Getty Images

Puede haber situaciones en que las condiciones empeoren y además de estos signos se presente falta de aire, dificultad para respirar y dolor en el pecho, momento en el cual se debe recurrir de manera inmediata al médico, pues estos pueden ser signos de un edema pulmonar que requiere tratamiento urgente.

Causas

Las causas de un edema, de acuerdo con MedlinePlus, incluyen: consumir demasiada sal, quemaduras del sol, insuficiencia cardíaca, enfermedades de los riñones, problemas hepáticos por cirrosis, embarazo, inconvenientes con los ganglios linfáticos, especialmente después de una mastectomía y permanecer mucho tiempo de pie o sentado cuando hace calor.

Hay casos particulares en los que el edema puede ser un signo de una enfermedad oculta más grave. Algunos de estos trastornos y enfermedades que pueden provocar edema, son:

- Insuficiencia cardíaca congestiva. si la persona sufre de insuficiencia cardíaca congestiva, una de las cavidades inferiores del corazón o ambas pierden la capacidad de bombear sangre con eficacia. Como consecuencia, la sangre puede retroceder hacia las piernas, los tobillos y los pies, y causar edema. La insuficiencia cardíaca congestiva también puede causar hinchazón abdominal. A veces, esta afección puede causar acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar), lo que puede provocar falta de aire.

- Cirrosis. El líquido puede acumularse en la cavidad abdominal y en las piernas debido a daños en el hígado (cirrosis).

- Enfermedad renal. Cuando la persona tiene una enfermedad renal, el exceso de líquido y de sodio en la circulación puede causar edema. En este caso se produce generalmente en las piernas y alrededor de los ojos.

- Daño renal. El daño en los vasos sanguíneos que hacen el filtrado en los riñones puede causar el síndrome nefrótico. Aquí la disminución de los niveles de proteína (albúmina) en la sangre puede producir acumulación de líquidos y edema.

- Debilidad o daños en las venas de las piernas. Si se sufre de insuficiencia venosa crónica, las válvulas unidireccionales de las venas de las piernas se debilitan o se dañan, lo que permite que la sangre se acumule en las venas de las piernas y provoque hinchazón. El comienzo repentino de la hinchazón en una pierna acompañado de dolor en los músculos de la pantorrilla puede deberse a un coágulo sanguíneo.

problemas en las venas de las piernas pueden generar retención de líquidos o edemas. | Foto: Copyright

- Sistema linfático inadecuado. El sistema linfático del cuerpo ayuda a eliminar el exceso de líquido de los tejidos. Si este se daña, los ganglios linfáticos y los vasos linfáticos que drenan una zona pueden no funcionar correctamente, y se puede producir un edema.

- Deficiencia grave de proteínas a largo plazo. Una deficiencia de proteínas en la dieta por un período de tiempo prolongado puede provocar acumulación de líquido.

Si no se trata a tiempo y de manera indicada, el edema puede causar afectaciones mayores. Por ejemplo, una hinchazón cada vez más dolorosa, dificultad para caminar, rigidez, piel estirada, que puede picar y molestar, mayor riesgo de infección en la zona hinchada, cicatrices entre las capas de tejido, menor circulación sanguínea, menor elasticidad de arterias, venas, articulaciones y músculos y mayor riesgo de úlceras en la piel, indica el instituto Mayo Clinic.

Adultos mayores

En las personas mayores, el edema se desarrolla normalmente por un fallo en la circulación sanguínea. En las zonas del cuerpo en los que la gravedad hace más difícil el retorno de la sangre al corazón el sistema puede dejar de funcionar como debería provocando que la sangre fluya de forma más lenta y se acumule en las piernas.

Además, al llegar a cierta edad también pueden surgir complicaciones en el sistema linfático haciendo que se produzca una retención de líquidos en las extremidades inferiores, según Sanitas.es.

El sobrepeso, la vida sedentaria, la toma de ciertos medicamentos o los cambios hormonales durante la menopausia son factores que también favorecen la hinchazón de las piernas en las personas mayores.

En cualquier caso es importante que cuando las personas presentan algunos de estos síntomas recurran al especialista con el fin de obtener un tratamiento médico.