La sábila es reconocida por sus múltiples propiedades beneficiosas para el organismo. Su gel es utilizado para la elaboración de cosméticos, como humectante, cicatrizante, para adelgazar e incluso para tratar algunos problemas estomacales como la acidez o las úlceras gástricas.
Además, su jugo es rico en vitaminas A y C, y vitaminas del complejo B, ideales para tratar dolencias gástricas y digestivas.
Según especialistas, el aloe vera consumido en diferentes formas funciona para los problemas más comunes del sistema digestivo, tales como acidez, reflujo y estreñimiento, ayudando a reducir muchos de los síntomas de estos malestares, y a prevenirlos.
La sábila ayuda a regular el pH del estómago, permite la eliminación de toxinas y la activación de las funciones del hígado y la vesícula biliar; contribuye también en la asimilación de los nutrientes de los alimentos, trata enfermedades infecciosas del estómago y elimina bacterias que se acumulan en los intestinos, entre otras.
Hasta el momento se desconocen muchos datos sobre los ingredientes activos que inciden en las propiedades de esta planta. Sin embargo, un estudio publicado en “Indian Journal of Dermatology”, brinda alguna información sobre su contenido.
Contiene vitaminas A, C y E, que son antioxidantes. Además, vitamina B12, ácido fólico y colina, al igual que minerales como calcio, cromo, cobre, selenio, magnesio, manganeso, potasio, sodio y zinc. Adicionalmente, proporciona monosacáridos y polisacáridos, así como ácidos grasos que tienen acción antiinflamatoria. De igual forma, posee propiedades antisépticas y analgésicas.
Una investigación publicada en Journal of Research in Medical Sciences determinó que el aloe vera puede ayudar a reducir el dolor y las molestias estomacales en pacientes con síndrome del intestino irritable con predominio de estreñimiento y gastritis.
El portal “Mejor con Salud” indica cuatro preparaciones con aloe vera que ayudan a mejorar la digestión y las condiciones del estómago después de comer y, especialmente, a combatir la digestión lenta.
1. Aloe vera y hojas frescas de menta: este es un remedio refrescante para activar el metabolismo y la digestión. Además de contribuir a la desinflamación de la mucosa intestinal, combate el mal aliento.
Para preparar esta bebida se mezclan tres cucharadas de gel de aloe vera, con 10 hojas de menta o hierbabuena, dos vasos de agua y endulzante al gusto; se licúa y la persona puede consumir este remedio tres veces al día antes o después de cada comida.
2. Aloe vera, piña y papaya: la piña y la papaya son dos frutas tropicales que destacan por su alto contenido en vitaminas (B1, B2 y niacina o B3) y fibras. Son ideales para un régimen de pérdida de peso puesto que facilitan la digestión, depuran el organismo y son bajas en calorías, según lo afirma un estudio de la Universidad Mangalayatan.
Para hacer esta preparación se requiere un vaso de agua, dos cucharadas de gel de aloe vera, una taza de piña fresca, una de papaya y miel de abejas, si se quiere endulzar. Se pasan todos los ingredientes por la licuadora hasta obtener un batido cremoso. Se recomienda tomar un vaso media hora antes de comer, en especial si el plato principal contiene carne.
3. Aloe vera, jengibre y limón: una investigación realizada por la Universidad Vanderbilt y citado por Mejor con Salud, afirma que el 6-gingerol, presente en el jengibre, mejora el movimiento gastrointestinal y alivia la gastritis leve. Por su parte, el limón estimula la absorción de hierro.
Los ingredientes de esta bebida son dos cucharadas de gel de aloe vera, el jugo de un limón, una cucharada de jengibre, dos vasos de agua y miel de abejas, si se quiere agregar dulce. Se licúan todos los ingredientes, se cuela y queda listo para consumir por lo menos tres veces al día.
4. Aloe vera, avena y canela: esta bebida facilita la actividad intestinal y puede tomarse en cualquier momento del día. Para esta preparación se requiere una cucharada de gel de aloe vera, dos de avena, una cucharadita de canela, un vaso de agua y miel de abejas al gusto.
Como siempre, si bien se trata de remedios naturales, estos no curan las enfermedades, sino que actúan como complementos de posibles tratamientos médicos ordenados por especialistas.