Científicos aseguran que tener una mala vida sexual podría desencadenar problemas de memoria en los últimos años de vida.
Este nuevo estudio fue dirigido por científicos de la Universidad de Penn State, el cual contó con un enfoque novedoso, ya que los expertos pudieron tener acceso a datos que les permitieron seguir a las personas a lo largo del tiempo.
Cabe anotar que en estudios anteriores ya se había encontrado que existía algún tipo de conexión entre la función sexual y la cognitiva, incluso en adultos mayores.
¿Qué encontraron los científicos?
Según los resultados que arrojaron las investigaciones, los hombres de mediana edad que informaron una disminución de la satisfacción sexual y la función eréctil a medida que envejecían también tendían a experimentar un mayor deterioro cognitivo.
En ese orden de ideas, tras estos resultados se sugiere que la salud sexual está estrechamente relacionada con la salud del cerebro, aunque los científicos indicaron que se debe investigar más para saber el alcance de dicha conexión.
Para llevar a cabo el estudio científico, los investigadores analizaron los datos de cientos de hombres mayores inscritos en un estudio en curso que está tratando de precisar los factores genéticos y ambientales que afectan el cerebro de las personas que envejecen.
Igualmente, en el experimento se incluyeron más de 800 hombres con una edad promedio de 56 años. Estos respondieron preguntas sobre sus vidas y se les evaluó la cognición y la memoria en tres momentos del estudio durante un periodo de 12 años.
“Cuando mapeamos la relación a lo largo del tiempo, encontramos aumentos o disminuciones en la función eréctil y la satisfacción sexual que se asociaron con aumentos o disminuciones concurrentes en la función cognitiva. Estas asociaciones sobrevivieron al ajuste por factores demográficos y de salud, lo que nos dice que existe una conexión clara entre nuestra vida sexual y nuestra cognición”, según explicó el coautor principal Riki Slayday.
Tras un arduo trabajo de análisis, los autores concluyeron que esta investigación es un indicativo de esa relación entre la salud sexual y el cerebro. No obstante, aún se necesitan más trabajos parecidos para resolver al 100 % la dirección de esta relación. Es decir, si uno causa al otro o si ambos están influenciados por otro factor no contabilizado.
Dicho lo anterior, los científicos creen tener una posible teoría explicativa y es que los hombres con una vida sexual que empeora pueden experimentar un mayor estrés como resultado, lo que podría afectar su salud cognitiva.
Científicos advierten un delicado cambio en la Tierra que afectaría la vida como la conocemos
Un estudio en Advances in Atmospheric Sciences indica que el ozono no se está recuperando tan rápido como se esperaba, lo que lleva a niveles más altos de radiación ultravioleta (UV) en superficie.
A pesar de las proyecciones de que la capa de ozono se recuperaría por completo a mediados de siglo, investigadores chinos encontraron niveles crecientes de radiación ultravioleta en los trópicos y las latitudes medias del norte después de 2010, lo que representa un riesgo para la salud humana y el medio ambiente.
“Nuestro análisis muestra niveles alterados de ozono y una mayor radiación UV en la superficie durante más de una década después de 2010″, dijo el autor principal, Yan Xia, de la Beijing Normal University. “La recuperación más lenta del ozono estratosférico es en gran medida inesperada”, agregó.
El equipo analizó datos satelitales y simulaciones de modelos para evaluar los cambios a largo plazo en el ozono y los niveles de UV en la superficie en todo el mundo.
“Observamos una disminución en los niveles de ozono y un aumento en la radiación ultravioleta en latitudes entre 30°S y 60°N después de 2010″, dijo Xia. “Especialmente, en el hemisferio norte, la magnitud creciente de la radiación ultravioleta de la superficie de 2011 a 2020 alcanzó el 0,5-1,4 % por año; esto no debe pasarse por alto”.
“El monitoreo continuo de los niveles de radiación ultravioleta y ozono es importante para comprender mejor por qué se retrasa la recuperación del ozono y si esta tendencia continuará”, advirtió Xia. “Los legisladores y el público deben conocer y prepararse para los efectos nocivos de la radiación ultravioleta superficial mejorada en el medio ambiente, la agricultura y la salud pública”.
Los hallazgos son un recordatorio de que la restauración de la capa de ozono es un proceso complejo afectado por factores como el calentamiento global, y la recuperación total sigue siendo incierta. La investigación continua y la implementación de políticas como el Protocolo de Montreal son fundamentales para revertir esta tendencia de empeoramiento, reducir la exposición a los rayos UV y proteger la vida en la Tierra en las próximas décadas, según los autores.
Con información de Europa Press.