La testosterona es una hormona sexual esteroide, que en los hombres se genera en los testículos y es responsable de la maduración sexual, el desarrollo de los músculos, la formación de masa corporal y la resistencia ósea.
Sus funciones son diversas. Durante el desarrollo del feto, esta hormona es la encargada de generar la diferencia de sexo del bebe y, posteriormente, de la formación de los órganos reproductivos.
En la adolescencia trabaja en la maduración corporal del hombre: cambio de tono voz, aparición de vello y crecimiento, mientras que en la edad adulta se encarga del control de las funciones sexuales como el deseo, la producción de espermatozoides y la calidad de la erección.
Los niveles de testosterona decaen progresivamente a lo largo de la edad adulta, alrededor del 1% por año después de los 30 años en promedio. Sin embargo, según el portal Healthline, tener niveles óptimos es importante durante la edad adulta e incluso durante la vejez.
En los adultos, los niveles adecuados son importantes para la salud general, prevenir el riesgo de enfermedad, mantener la composición corporal y ayudar en la función sexual.
Y si bien es normal que los niveles de esta hormona disminuyan con el paso de los años, también es posible que haya hombres que los mantengan altos. Esto supone un cambio hormonal muy importante para el organismo y, que si no se trata a tiempo, puede conllevar consecuencias en el funcionamiento de órganos como el corazón, el hígado, el sistema endocrino, las glándulas suprarrenales y el sistema reproductor, según especialistas de Tumédico.es.
Algunos de los síntomas de que los hombres tienen la testosterona alta son los siguientes:
1. Cambios en el ánimo y el humor con tendencia a la agresividad y violencia: De acuerdo con investigaciones, la testosterona modula la expresión de algunos comportamientos y rasgos de la personalidad, principalmente los relacionados con el mantenimiento del estatus social y con la reproducción. Altas concentraciones de testosterona están asociadas con una mayor agresividad, competitividad, dominancia, libido sexual y búsqueda de pareja.
2. Dificultad para orinar debido al agrandamiento de la próstata. Los síntomas del agrandamiento benigno de la próstata se relacionan con la uretra. Esto se debe a que la próstata está ubicada debajo de la vejiga y rodeando a la uretra por donde sale la orina. La próstata agrandada se puede manifestar como pérdida de fuerza en la salida de la orina y la necesidad de orinar frecuentemente.
3. Calvicie: Al contribuir a la mayor producción de grasa en la piel, los niveles altos de testosterona pueden ocasionar pérdida temprana del cabello. Sin embargo, también depende de la predisposición genética que puede acelerar el proceso.
4. Crecimiento excesivo del vello corporal más rápido y grueso que de costumbre: Hay un incremento excesivo del vello facial y corporal. El abundante pelo corto y grueso en la barba es uno de los signos más vistosos de la testosterona alta.
5. Aumento de la producción de grasa provocando acné, piel y cuero cabelludo graso y aumento de la circunferencia abdominal.
6. Desarrollo óseo anormal y voz grave. El aumento en los niveles de testosterona se relaciona con un desarrollo óseo que sobrepasa los límites de lo normal. Por ejemplo, la mandíbula se ensancha en personas que consumen refuerzos sintéticos de testosterona, o se inyectan hormonas de crecimiento.
También, la voz se vuelve más potente y grave debido a que los músculos de la laringe, el cartílago y la manzana de Adán tienen mayor crecimiento.
Las posibles causas que pueden generar estas afectaciones están relacionadas con tener enfermedades como hipertiroidismo, tumores en la glándula adrenal, pubertad precoz, consumo de esteroides, exceso en el consumo de alcohol y tabaco y algunas vacunas.
¿Cómo prevenir la testosterona alta?
Algunas de las recomendaciones de los expertos para mantener la testosterona en los niveles ideales, están relacionadas con mantener un peso saludable mediante una dieta baja en grasas y carbohidratos y con alto contenido en fibra, practicar actividad física de forma regular, no consumir en exceso cafeína, tabaco y alcohol, dormir bien durante la noche y evitar altos niveles de estrés.
A pesar de que existen efectos adversos no controlables, para evitar tener la testosterona alta también se debe llevar una dieta sana y equilibrada, practicar deporte y mantener un ritmo de vida estable.