Los triglicéridos son un tipo de grasa que se encuentra en la sangre. Es la más común que las personas tienen en su cuerpo y si bien el organismo la utiliza como fuente de energía, su acumulación puede provocar graves enfermedades cardíacas.
Provienen de alimentos, especialmente mantequilla, aceites y otras grasas, pero también de las calorías adicionales, es decir, aquellas que las personas consumen, pero que el organismo no necesita de inmediato. Los expertos explican que cuando el cuerpo requiere energía, libera los triglicéridos.
Si las personas ingieren regularmente más calorías de las que queman, en particular de alimentos ricos en carbohidratos, allí es cuando los triglicéridos pueden empezar a incrementarse.
Tener sobrepeso, beber grandes cantidades de alcohol, padecer de diabetes e hiperglucemia puede causar altos niveles de triglicéridos en la sangre. Lo grave es que el exceso de esta grasa está asociado al endurecimiento y estrechamiento de las arterias, con el consecuente riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular como infarto al corazón o derrames cerebrales (accidente vascular cerebral), indica el portal Geosalud.com.
Mantener una alimentación sana y balanceada es la mejor forma controlar los triglicéridos y el desayuno se constituye en una buena oportunidad para hacerlo, según el portal español Mejor con Salud. Algunas de las opciones de alimentos para consumir en la mañana son:
1. Pan de centeno con aceite de oliva virgen extra: El pan puede variar según las preferencias de las personas, aunque el más recomendable es el de centeno. El aceite de oliva aporta omega 3, que ayudará a minimizar la presencia los triglicéridos en la sangre.
2. Frutos del bosque: A la hora de reducir los niveles de colesterol y triglicéridos es recomendable incluir en la dieta frutas y verduras. Los frutos secos, como las pasas no son recomendables. Sin embargo, las fresas, los arándanos, las cerezas o las frambuesas son opciones indicadas para estos casos. Son bajas en fructosa y muy ricas en vitamina C. El plátano es otra fruta ideal para preparar desayunos con el objetivo de bajar el nivel de los triglicéridos.
3. Bebida matinal. Una preparación recomendada como bebida para el desayuno esta compuesta por manzana, espinacas, avena, jugo de limón y agua. Luego de lavar bien las espinacas y la manzana, a la que se le quitan las semillas, se vierten en la licuadora con cinco cucharadas de jugo de limón, esa cucharada de avena y el vaso de agua. Se procesa hasta que la mezcla quede homogénea y luego se toma.
4. Avena: Este es un cereal recomendable casi para cualquier dieta. Es un aliado para la salud cardiovascular: ayuda a regular el nivel de colesterol y triglicéridos, cuida el peso y aporta energía. El secreto de sus grandes beneficios está en su aporte en fibra soluble e insoluble. Los betaglucanos y los mucílagos son principios activos que optimizan y potencian el metabolismo del colesterol y de los triglicéridos.
5. Aguacates y sandía. La sandía tiene ciertas cantidades apreciables de vitaminas, minerales y licopeno. Si se combina en un desayuno de tostadas con el aguacate, que es una fuente de ácidos grasos monosaturados e insaturados, potasio y vitaminas C, 3 y B6, se puede obtener un complemento sano para el desayuno. Los ácidos grasos omega 3 y 6 ayudan a controlar los niveles de triglicéridos altos.
Lo recomendable es consumir un poco menos de medio aguacate, combinado con una porción de sandía. De ese modo, la persona obtiene cantidades significativas de fibra, potasio, magnesio y vitamina C, entre otros nutrientes.
6. Manzanas y nueces: Otra combinación saludable es la de manzana verde con nueces, las cuales se pueden añadir a una taza de avena, un yogur, o un batido. Cabe destacar que lo ideal sería consumir la manzana con piel, en trozos y añadirle unas cuantas nueces. La manzana con piel es rica en antioxidantes, pectinas y vitaminas y minerales, ideal para luchar contra los triglicéridos elevados. Las nueces, por su parte, son ricas en grasas monoinsaturadas, son antiinflamatorias, contienen vitamina E, ácido fólico, magnesio y calcio.
Si bien estas preparaciones ayudan para reducir los triglicéridos altos, especialistas de la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos recomiendan hacer ejercicio con regularidad, evitar el azúcar y los carbohidratos refinados, bajas de peso, elegir grasas más saludables, limitar la cantidad de alcohol y el tabaco.