Los hombres jóvenes con una dieta pobre vieron una mejora significativa en sus síntomas de depresión cuando cambiaron a una dieta mediterránea saludable, según muestra un nuevo estudio publicado en el ‘American Journal of Clinical Nutrition’.

La depresión es una enfermedad mental común con un importante factor de riesgo de suicidio, la principal causa de muerte en adultos jóvenes.

El ensayo de control aleatorio de 12 semanas de duración fue realizado por investigadores de la Universidad Tecnológica de Sídney (Australia). La investigadora principal, Jessica Bayes, asegura que este estudio es el primer ensayo clínico aleatorio que evalua el impacto de una dieta mediterránea en los síntomas de la depresión en hombres jóvenes (de 18 a 25 años).

“Nos sorprendió lo dispuestos que estaban los jóvenes a seguir una nueva dieta -reconoce Bayes-. “Los asignados a la dieta mediterránea fueron capaces de cambiar significativamente sus dietas originales, bajo la guía de un nutricionista, en un corto período de tiempo”.

“Sugiere que los médicos y psicólogos deberían considerar la posibilidad de remitir a los jóvenes deprimidos a un nutricionista o dietista como un componente importante del tratamiento de la depresión clínica”, añade.

El estudio contribuye al campo emergente de la psiquiatría nutricional, cuyo objetivo es explorar el efecto que pueden tener determinados nutrientes, alimentos y patrones dietéticos en la salud mental. La dieta utilizada en el estudio era rica en verduras de colores, legumbres y cereales integrales, pescado azul, aceite de oliva y frutos secos crudos y sin sal.

Los jóvenes parecen estar más abiertos a una dieta que una persona mayor | Foto: Getty images

El objetivo principal era aumentar la calidad de la dieta con alimentos integrales frescos y reducir la ingesta de alimentos “rápidos”, azúcar y carne roja procesada”, apunta Bayes.

“Hay muchas razones por las que científicamente pensamos que la comida afecta al estado de ánimo -prosigue-. Por ejemplo, alrededor del 90 % de la serotonina, una sustancia química que nos ayuda a sentirnos felices, es producida en nuestro intestino por nuestros microbios intestinales. Cada vez hay más pruebas de que estos microbios pueden comunicarse con el cerebro a través del nervio vago, en lo que se llama el eje intestino-cerebro”, añade.

“Para que los microbios sean beneficiosos, tenemos que alimentarlos con fibra, que se encuentra en las legumbres, las frutas y las verduras”, explica también.

Aproximadamente el 30 % de los pacientes deprimidos no responden adecuadamente a los tratamientos estándar para el trastorno depresivo mayor, como la terapia cognitivo-conductual y los medicamentos antidepresivos.

“Casi todos nuestros participantes siguieron el programa, y muchos se mostraron dispuestos a continuar con la dieta una vez finalizado el estudio, lo que demuestra lo eficaz, tolerable y provechosa que les pareció la intervención”, concluye.

Una dieta rica en frutas y verduras siempre será una buena opción

Otra forma de contrarrestar la depresión

Otro estudio asegura que una semana sin utilizar redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y TikTok, podría mejorar el bienestar de las personas y reducir trastornos de la salud mental como la depresión y la ansiedad.

Es una de las conclusiones a las que ha llegado un equipo de investigadores de la Universidad de Bath (Reino Unido), que ha querido conocer cómo afecta el uso de estas plataformas, centrado la investigación en los efectos en la salud mental de los sujetos con un descanso de una semana.

Según ha informado esta institución en la revista ‘Cyberpsychology, Behavior and Social Networking’, que recoge los resultados del estudio, se tomaron como referencia los hábitos de consumo de 154 personas de entre 18 y 72 años que empleaban las redes a diario, que fueron divididos en dos grupos, uno de ellos de control, que pudo seguir usando las redes sociales.

Al otro grupo de participantes se le pidió tomar un descanso de una semana, en la que permanecieron alejados de sus cuentas en redes sociales como Instagram, Twitter, Facebook o TikTok, y que tuvo como resultado la “mejora significativa” en el bienestar, la depresión y la ansiedad.

Por otro lado, este estudio también concluyó que las personas que se tomaron el descanso de una semana informaron de que habían utilizado estas redes sociales una media de 21 minutos en ese tiempo, en comparación con las siete horas de media del grupo de control, que no tuvo restricciones.

“Muchos de nuestros participantes informaron haber notado efectos positivos al alejarse de las redes sociales. Entre ellos, un mejor estado de ánimo y menos ansiedad. Esto sugiere que incluso un pequeño descanso puede tener un impacto”, ha comentado el investigador principal del Departamento de Salud de Bathz, el doctor Jeff Lambert.

Los investigadores que han llevado a cabo este estudio han adelantado que planean llevar este experimento a diferentes poblaciones más jóvenes o con problemas de salud física y mental para comprobar cómo podría beneficiarles esta desconexión.

*Con información de Europa Press.