Visité a mi amigo Demetrio en su restaurante La Pérgola y me envió de entrada mozzarelas de búfala. El queso estaba soberbio pero su maridaje lo estaba aún más: se trataba de un prosecco de Valdobbiadene, sobre el que había leído gracias a la literatura de Hugh Jonson, quien lo describe como un vini spumante destacado. Es un vino de color verde limón con burbujas diminutas. En nariz presenta notas a galleta y a limones maduros. En boca presenta poca acidez y sabores a peras y manzanas.