La informalidad de la tenencia de la tierra en Colombia es una de las principales dificultades que afronta la ruralidad colombiana. Según cifras del Departamento Nacional de Planeación (DNP), solo 6 por ciento de los municipios cuenta con una formalidad en más del 75 por ciento de sus predios, un flagelo que evita que los propietarios acrediten dominio pleno sobre sus terrenos. El país está catalogado como uno de los territorios más desiguales en tenencia de la tierra a nivel mundial. Al no contar con una tenencia formal y documentada de los predios, el campo es altamente vulnerable ante despojos, robos y violencia, además de la inseguridad en la actividad económica, la baja productividad y el uso inadecuado del suelo. Para entender mejor este fenómeno, SEMANA RURAL conversó con Ivonne Moreno, especialista senior en administración de tierras del Banco Mundial, uno de los principales aliados de la primera Gran Cumbre Colombia Rural, evento que se realizará el próximo 30 de octubre en Bogotá.
Ivonne Moreno, especialista senior en administración de tierras del Banco Mundial, conversó con SEMANA RURAL sobre cómo el país afronta la alta informalidad de la tierra. «60 por ciento de los predios rurales en Colombia no cuenta con los derechos de la propiedad formalizados» Ivonne Moreno, especialista del Banco Mundial ¿Qué significa la formalización de la tenencia de la tierra? Cuando un predio está formalizado quiere decir que cuenta con un documento llamado registro de la propiedad, que respalda que la persona es el propietario del terreno. En el caso de Colombia, una persona es propietaria de un bien inmueble solo cuando está en el registro de instrumentos públicos. La formalidad es estar en el registro de propiedad. ¿Cuál es el panorama nacional respecto a esta formalización? 60 por ciento de los predios rurales en Colombia no cuenta con los derechos de la propiedad formalizados. Esto no es normal en un país de renta media, es decir que no está en los niveles más bajos de desarrollo. No es común que un territorio que avanza en desarrollo tenga esos niveles de informalidad de tenencia. ¿Esta problemática es exclusiva de Colombia? No. La informalidad en la tenencia de la tierra es una problemática global. Solo 30 por ciento de los derechos de la propiedad en el mundo está formalizado, es decir que 70 por ciento de los predios son informales. Esto genera desafíos para la administración pública en lo que tiene que ver con la implementación de los planes de ordenamiento territorial e inclusive en temas de bastante envergadura como el cambio climático.
No es común que un territorio como Colombia, que avanza en desarrollo, tenga tan altos niveles de informalidad en la tenencia de la tierra. ©Jhon Barros «Solo 30 por ciento de los derechos de la propiedad en el mundo está formalizado, es decir que 70 por ciento de los predios son informales» Banco Mundial ¿Cómo es útil un predio formalizado para luchar contra el cambio climático? Pongamos de ejemplo a un huracán. Luego de la tragedia, lo primero que las autoridades quieren conocer es cuántas personas se vieron afectadas por este fenómeno climático, además de sí tenían propiedad, cuántos eran los inmuebles y dónde estaban ubicados. Si los derechos de propiedad no están registrados o inventariados, es muy difícil responder estas preguntas o hacer procesos de planeación sobre el territorio, ya que no se tiene claridad de quién está ahí. ¿Qué más beneficios trae la formalización de la tierra? Los derechos de tenencia formal generan una mayor seguridad jurídica, lo que conlleva a que las inversiones públicas y privadas sean más fáciles de alcanzar. Pero en Colombia la informalidad no solo afecta a los propietarios de las zonas urbanas, campesinos o desplazados. También perjudica las mejoras en los bienes físicos. Por ejemplo, si un municipio quiere invertir en la mejora de su puesto de salud o escuela, no lo puede hacer si el predio fue donado años atrás por alguna persona o una iglesia. Las inversiones de recursos públicos solo pueden hacerse en predios que estén a nombre del mismo municipio. La informalidad afecta los bienes del Estado con un uso público. Ampliemos un poco más ese tema. Pongamos de ejemplo la construcción de una obra pública como una vía. Por donde se traza esta carretera es necesario hacer una declaración de uso público, que incluye la identificación y compra de predios. Cuando no hay derechos formalizados, toda esa gestión predial para hacer la obra de infraestructura sale más costosa y demorada. Otro caso fehaciente es cuando se requiere reubicar a familias que están en zonas de alto riesgo por deslizamientos. Saber cuántas personas y dónde reubicarlas son preguntas que no pueden ser respondidas porque no hay derechos inventariados ni formalizados.
Los derechos de tenencia formal generan una mayor seguridad jurídica, lo que conlleva a que las inversiones públicas y privadas sean más fáciles de alcanzar. ©Jhon Barros Te puede interesar: ESPECIAL | Elecciones rurales «Tienen que estar alienados un marco global que facilite la formalización, una institucionalidad que esté a cargo y unos procesos y procedimientos claros» Ivonne Moreno, especialista senior en administración de tierras del Banco Mundial ¿Y en lo ambiental? Si quiero saber de quién son los predios que se están deforestando, primero debo aclarar si son parques, si hay propiedad privada o quién es el propietario. Esa información no la conocemos por la informalidad de la tierra. No contamos con esos insumos para que los niveles de planeación e inversión pública y privada sean efectivos, por lo cual es uno de los grandes desafíos para la administración pública. Todo se materializa en la tierra y si no se sabe quién es el dueño de un terreno, siempre será más difícil implementar una política pública. ¿Qué se está haciendo Colombia para darle un vuelco a ese alto porcentaje de informalidad? Es un reto que genera tres diferentes dimensiones a nivel global. Tienen que estar alienados un marco global que facilite la formalización, una institucionalidad que esté a cargo y unos procesos y procedimientos claros. En América Latina, durante las décadas de los 70, 80 y 90, inventamos procesos bastante complejos sobre formalización, los cuales pueden duran hasta 10 años. Para sacar un título se necesitan hasta 40 firmas. La región ahora quiere simplificar y hacer esos procesos más costo-efectivos. Un gran reto es esclarecer si la comunidad sabe qué puerta tiene que tocar y cuánto dura y cuesta un proceso de formalización. ¿Quién asume los costos para cambiar esos procesos? Lo que ha recomendado el Banco Mundial es que si queremos tener más derechos de propiedad formal, el primer registro lo tiene que llevar a cabo el Estado, al igual que asumir la mayoría de los costos. Es un iniciativa pública que debe llevar el Estado, la cual genere unas reglas de juego acordes a la dinámica inmobiliaria. El mercado se mueve todos los días, con muchas compras y ventas; cuando alguien quiere formalizar un predio, éste ya pudo venderse hasta cuatro veces en el mercado informal. ¿Qué velas tiene el catastro en la formalización de la tierra? Cuando se va a hacer un proceso de formalización de la tenencia primero hay que hacer un inventario de los predios. Por ejemplo, la señora María, que habita en El Carmen de Bolívar, va a formalizar el predio. Para esto necesitamos saber la identificación del dueño del predio, si vive sola, si tiene hijos, si hay derechos patrimoniales o herenciales. Ese inventario se llama catastro. Te puede interesar: Lo rural se abre campo
La formalidad en la tenencia de la tierra facilita procesos como la reubicación de las familias afectadas por deslizamientos. ©?Jhon Barros «Un territorio formalizado permite contar con la información para hacer un uso adecuado del suelo, poner en marcha proyectos de infraestructura y mitigar los riesgos en las zonas más vulnerables» Banco Mundial ¿Un predio informal es ilegal? No. Un predio es informal cuando no figura en el registro de la propiedad. En muchos casos, los predios no figuran allí porque fueron herencias para varios hijos, quienes no hicieron las vueltas para llevar los documentos requeridos. Por eso el terreno sale a nombre del padre y no de los hijos que lo heredaron. Un predio que no figura en este registro es como un ciudadano sin cédula. ¿La formalización va de la mano del ordenamiento territorial? Claro. Sin la primera no hay un ordenamiento territorial. Un territorio formalizado le permite a las autoridades contar con la información necesaria para hacer un uso adecuado del suelo, respetar la vocación, poner en marcha proyectos de infraestructura y mitigar los riesgos presentes en las zonas más vulnerables. No es posible tomar buenas decisiones sin la información que arroja un predio formalizado. El ordenamiento territorial es una política de uso y manejo del territorio que necesita de instrumentos como la información predial e incentivos para desarrollar el campo de una forma sostenible. El catastro en Colombia está rezagado. Casi 30 por ciento del país no tiene información catastral. ¿Cómo avanza el país en esta materia? El gobierno trabaja en generar todo un esquema costo-eficiente para implementar un catastro con una mayor participación de los entes territoriales. Esto lo está haciendo a través de mejorar la política pública, los procesos y procedimientos y tener una institucionalidad completa para generar un proceso catastral multipropósito. En un año arrancarán las labores de campo para hacer el inventario o barrido predial, el cual necesita del apoyo de las comunidades y contar con una información que se mantenga actualizada. No es un proceso meramente del Estado, sino transversal.
La informalidad en la tenencia de la tierra afecta la productividad y genera problemas por el uso del suelo. ©Jhon Barros ¿Cuál es el rol de las mujeres en la formalización? Este proceso de regulación de la tenencia debe tener un enfoque diferencial de género. Por ejemplo, la propiedad, tanto formal como informal, siempre ha aparecido a nombre del hombre, quien figura como titular de derecho. La mujer solo es vista como la cónyuge. Pero en el campo, las relaciones matrimoniales son informales, es decir sin papeles. La mujer es titular, poseedora y ocupante del bien, no solo la cónyuge del poseedor. Es importante tener un enfoque de género en el proceso de formalización, para que las mujeres se reconozcan como sujetos de derecho sobre la tierra. Esto les garantizará que su patrimonio familiar esté protegido. ¿Y las etnias? También es importante su participación en este proceso. El inventario predial y catastral los debe tener en cuenta con una metodología que los incluya. Todas las partes deben sentirse incluidas. Si hay participación de la comunidad en el inventario y con enfoques diferenciales, el dato que arroje este ejercicio va a funcionar en la gestión y planeación pública futura. La Cumbre Colombia Rural contará con grandes expertos sobre el tema de tierras con distintas visiones. ¿Cómo llegar a un diálogo propositivo en este espacio? Este encuentro generará un diálogo entre los diferentes actores, el cual debe ser permanente. Si todos estamos de acuerdo sobre la importancia de tener un inventario catastral y una formalización de la tenencia, lo que vamos a buscar es llegar a consensos para trabajar mancomunadamente. El ideal es definir cómo generar desde los distintos sectores, incluidos la comunidad y la academia, avances contundentes hacia la formalización. Es un espacio para escuchar, dialogar y direccionar las líneas de acción.
Según el Banco Mundial, las mujeres tendrán un rol protagónico en el proceso de formalización de la tierra en Colombia. ©Jhon Barros