En marzo el presidente Juan Manuel Santos, en Barranquilla, presentó su informe para Región Caribe, “La revolución en la infraestructura”, hizo el anuncio que la cuenca del Magdalena esperaba ansiosa: “hoy confirmo que el proyecto del Río Magdalena va”. Con este impulso, Juan Manuel Santos se convertirá en el ‘presidente de los ríos’, sin duda, marcará un antes y un después en el desarrollo del Río Magdalena, tal como lo había prometido al inicio de su mandato, para “cumplir el sueño de Bolívar”. La cuenca del Magdalena comprende 257,000 kilómetros cuadrados, nace en el macizo colombiano, recorre 1,531 kilómetros, con una caudal promedio de 7,200 metros cúbicos por segundo, 80% del PIB, 33 millones de habitantes, su caudal ha oscilado entre 4,000 M3S hasta 18,000, generando desastres como los del 2010 y 2011. Por esa razón cuidar el río es una decisión que aplaudimos y apoyamos. 42,000 familias que viven de la pesca se verán beneficiadas en el mediano plazo, hace apenas 30 años la pesca representaba 80,000 toneladas de pescado, hoy apenas 3,000. Reforestar las riberas no da espera, promover la siembra de árboles es la primera condición para disminuir la sedimentación del río, que alcanza los 240 millones toneladas por año. El río Magdalena tiene la capacidad de generar más de 100,000 empleos nuevos, además de preservar los que están agónicos. Señalo apenas unos pocos frentes de reactivación: La carga del 2010 al 2108, se triplicó; con el nuevo APP, debemos llegar en 7 años a unos 10 millones de toneladas, esto es 3 veces más que hoy. Esa sola variable, disminuye costos de transporte y dispara la multimodalidad. Para hacerlo, necesita el río consolidar capacidad portuaria, controles fluviales, que deben incluir educación de los ribereños y sin duda empleos para ellos. Para Ecopetrol los ahorros al año hoy llegan a los $60 mil millones eso mejora las finanzas del estado, al mejorar la navegabilidad, mejorar la confianza en el modo fluvial, lo ahorros adicionales para la industria superan la cifra de la estatal petrolera. La firma del APP, es un alivio para las empresas extranjeras que desde el principio creyeron en el proyecto. Sus inversiones superan los mil millones de dólares, ellos son una de las razones para que se triplicara la carga por el río. El objetivo es estabilizar el río permitiendo navegar a 7 pies de calado, esto implica llegar a una profundidad de 8 pies ¿Cómo se logra esto? No solo dragando, sino encauzando el río, que es construir un canal sumergido, que aumenta la velocidad de las aguas retirando sedimentos. Con el APP, vendrán los buques de turismo para mostrar una Colombia como siempre la hemos soñado. La generación de energía debe ser un objetivo cuidadosamente planeado, que no perturbe las migraciones de peces, y que por cada hectárea que se tala, se siembren dos. Reiteramos: Santos le cumple a un río que fue eje de desarrollo y que a pesar de eso lo olvidaron gobiernos anteriores. Una vez firmados el CONFIS y el CONPES, el trabajo empieza, la responsabilidad del sucesor del presidente Santos es liderar el APP y entregarle la posta al siguiente; el río debe ser entendido, cuidado como un todo, pues no solo de navegar vive el río, su condición holística lo convierte en un proyecto único donde convergen la pesca, la reforestación, el turismo, la ciencia, la multimodalidad del transporte, un sinfín de oportunidades para crear nuevos puestos de trabajo, de esperanzas y de vida. Gracias señor presidente. ** POR: ROBERTO RAMÍREZ | Navegante, consultor en comercio internaiconal y bloguero Otra columna de este autor: Los ríos y la ruralidad Las opiniones de los columnistas en este espacio son responsabilidad estricta de sus autores y no representan necesariamente la posición editorial de SEMANA RURAL.