Sabemos que desde el Ministerio de Agricultura se están tomando medidas para contrarrestar los efectos del clima en los cultivos, ¿cómo va la entrega de las ayudas? Para empezar, las alcaldías tienen que encargarse de conseguir la información para tener certeza de los nombres, cédulas y ubicación de las personas a quienes les vamos a dar la melaza a base de panela, la cual se entregará a productores que tengan menos de 50 animales. Esto con el fin de beneficiar a los pequeños productores que no tienen la infraestructura para ensilar. En total, se entregarán 6 mil toneladas, alrededor de una por cada productor. Hay que recalcar que nunca antes estuvimos tan preparados. Ahora tenemos el alimento para bovinos con los paneleros. En las granjas de Agrosavia, en la Costa Atlántica, tenemos sembrado lo que seguramente va a ser entregado a los agricultores de la región cuando empiece la sequía, que se dará hacia mitad del año. Eso también se hizo en 2019, cuando entregamos un silo que tuvimos que traer de Bogotá. Esta vez tenemos uno a base maíz amarillo. También tenemos un convenio que vamos a firmar con Agrosavia por 16 mil millones para enseñarles a los ganaderos a hacer su propia infraestructura de alimento y de ensilado, que además incluye un programa de mejoramiento genético que, en conjunto, podría beneficiar a 50 mil ganaderos. Con estas medidas también estamos beneficiando a los productores de panela de Santander y Boyacá, porque son quienes proveerán la materia prima para los ganaderos de la misma región. Y en cuanto a las ayudas para el sector agrícola… Para el sector agrícola está el convenio que firmaremos con la Unidad de Gestión de Riesgo por 5 mil millones, pero ahora mismo están destinados mil millones para la compra de fertilizantes que permitan recuperar los cultivos con afectaciones menores. Te puede interesar La hora amarga de la panela ¿Cómo distribuirán los recursos del convenio con la Unidad de Gestión de Riesgo? El convenio va dirigido principalmente al sector agrícola porque a los ganaderos los atendemos con el alimento. En principio debemos esperar que el Ministerio de Hacienda nos ponga el recurso acá para luego firmar el convenio; sin embargo, para actuar pronto, ya iniciamos con la compra de fertilizantes. ¿Para cuándo estará listo el Convenio? Debe estar firmado en la semana del 20 de enero. Para entonces Hacienda nos hará entrega de la diferencia para continuar con la compra de insumos que bien pueden ser fertilizantes para quienes tienen la posibilidad de recuperarse o semillas y fertilizante para hacer el reemplazo. ¿Cuándo se tiene planeado entregar estas ayudas? Cuando la Unidad de Gestión de Riesgo, junto con las alcaldías, nos entreguen el censo. Los bultos están listos en la frontera entre Boyacá y Santander. ¿Desde el Banco Agrario qué tipo de apoyos hay? Primero está la normalización de cartera y aquí hay decir que no todos los productores requieren de esta medida. El representante a la Cámara César Pachon afirmó que hay que condonar deudas, pero los agricultores no están pidiendo una condonación. Boyacá es quizá el departamento con el menor índice de cartera vencida del país. Allí los productores son muy juiciosos. Y si la helada afecta sus cultivos, siempre hay dos medidas. La primera es el reperfilamiento, que es sentarse con el productor y definir si va a pagar la cuota o si se le extiende el plazo por seis meses más o por un año, lo que acuerde el productor con el banco. Esto no le eleva los intereses, no aumenta la tasa, simplemente se aplaza el pago de la cuota y por tanto la vida del crédito. En Boyacá el Banco Agrario tiene 15 mil créditos, entre el miércoles 8 y viernes 10 de enero se hizo una primera muestra de 230 clientes de los cuales el 70 por ciento dijo no necesitar hacer algo con su crédito, mientras que al 30 por ciento sí le interesó. La segunda medida son las 27 mil tarjetahabientes de agroinsumos del Banco Agrario, a las que se les va a rebajar en 3 puntos porcentuales el costo financiero hasta marzo. ¿Los pequeños productores tienen acceso a los créditos que ofrece el Banco Agrario? El 85 por ciento de las operaciones de crédito llegan a los pequeños productores. El banco Agrario tiene presencia en cerca de 810 municipios y en 500 de ellos el único banco es el Agrario. Los pequeños no tienen problemas de acceso al crédito porque la mayoría de las operaciones están dirigidas a ellos. Deberían existir más créditos. Nosotros estamos definiendo el concepto de productor para que quien nunca ha accedido a un crédito, pueda hacerlo ahora. Vamos a hacer esa propuesta en dos meses en la Comisión Nacional de Crédito Agropecuario. Porque nos interesa evitar que el productor acuda al prestamista que ronda la plaza de mercado. «Colombia tiene todavía un rezago importante en irrigación. Nosotros aspiramos aumentar las áreas y encontrar soluciones que no requieran una inversión tan alta » Andrés Valencia, Ministro de Agricultura ¿Cuánto es el monto promedio del crédito para un pequeño productor? El pequeño productor recibe en promedio un crédito de entre 5 y 10 millones de pesos y normalmente el pago es de 12 a 24 meses. ¿Cree que hay un problema de divulgación para el acceso a los productos que ofrece el banco? Hay un problema de educación financiera. Lo ideal sería que cuando el asesor comercial llegue a donde el productor, este sepa, por ejemplo, cuáles son los costos asociados a su cultivo. Estamos llevando a cabo un programa para informar acerca de la tasa de interés, que es el costo del dinero, porque por lo general el productor no pregunta por esto sino por el valor de la cuota. La idea es que conozcan que acudir al Banco Agrario es más barato a lo ofrece un prestamista, que además tiene detrás una economía completamente ilegal y extorsiva. ¿Qué otras opciones existen además de la reperfilación? Para quienes quieran un manejo distinto de la deuda, el gobierno tiene el Fondo de Solidaridad Agropecuaria, que permite que el Banco Agrario le venda su deuda al fondo, este la reperfila, condona algunos intereses de mora y da algunos incentivos adicionales. Es una opción pero digamos que ese no sería el caso para estas heladas. ¿Qué sucedió en la reunión de Boyacá? ¿Son ciertas las acusaciones del representante Pachón acerca de la falta de ingreso de alcaldes y campesinos? El presidente del Consejo de Gestión de Riesgo es el gobernador de Boyacá, yo fuí como un invitado especial, con la finalidad también de socializar con el consejo las medidas anunciadas. Invitamos al señor Pachón, pero en ningún momento se tenía previsto que fueran los alcaldes o los campesinos porque asisten solo los miembros del concejo: las CAR, los bomberos, la policía, la Defensa Civil, la Unidad de Gestión de Riesgo, el gobernador y la Secretaría de Agricultura. En esa reunión también se cuantificaron los primeros afectados: 3 mil hectáreas, 1800 productores y la mayoría de pastos. También se trataron temas distintos de las heladas. Te puede interesar "Gobierno está cañando a los campesinos con ayudas por las heladas", dice congresista Cada año se presenta el mismo fenómeno en las mismas fechas ¿Qué se está haciendo a largo plazo? A largo plazo hay que aumentar la capacidad de irrigación. En Boyacá solamente el 10% del área del departamento está irrigada: de 170 mil hectáreas en cultivos hay 17.000 mil irrigadas. Allí hay un gran distrito de riego que es el del río Chicamocha, que administra la Agencia de Desarrollo Rural, pero debe hacerse más riego. Sin embargo esa es una medida que se demora tiempo, por lo menos 5 años y puede costar 2 billones de pesos dependiendo de la dimensión. Nosotros tenemos un plan nacional de riego que va a tener inversiones cercanas a los 3 billones de pesos, de aquí a que se acabe del gobierno la idea es poner en marcha o dejar estructurados los 3 proyectos de riego más grandes que están pendientes hoy: el Triángulo del Tolima, al sur del Tolima; el de Ranchería, en la Guajira, y el Distrito de Riego en Huila. Esto significa ampliar el área irrigada en 60 mil hectáreas. ¿En qué etapa se encuentran estos proyectos? Hay una parte del proyecto que se ejecuta desde la Agencia de Desarrollo Rural a través de los programas de irrigación que ellos manejan. Tenemos que empezar a estructurar la otra parte este año para dejar lista la vocación productiva en cada distrito, el cierre financiero, la licitación y un concurso público con la participación del sector privado. Las demás formas de irrigación deben empezar a funcionar este año a través de los Proyectos de Desarrollo Productivo, para que cualquier asociación de mínimo 50 productores que quiera tener irrigación puede pedir la financiación a la Agencia de Desarrollo Rural. ¿Qué sucede con el resto del país en materia de irrigación? Colombia tiene 18 millones de hectáreas que pueden ser irrigadas y solo están siendo irrigadas 1 millón; es decir, un 6%. Para llegar a 2 millones de hectáreas se necesitan inversiones de más o menos 20 billones de pesos en los próximos 20 años y duplicar el área irrigada cuesta mucha plata, a costos actualizados solo Ranchería puede costar 1 billón. Nosotros queremos que el sector privado participe. Para lograrlo, primero se debe estructurar el proyecto e identificar la vocación productiva del área, para que los cultivos sembrados generen la suficiente rentabilidad. Ojalá con vocación exportadora para que pueden pagar la tasa de uso del agua y la tasa de adecuación de tierra. Colombia tiene todavía un rezago importante en irrigación. Nosotros aspiramos aumentar las áreas y encontrar soluciones que no requieran una inversión tan alta, sino otras más pequeñas, como la recolección de aguas lluvia, cosechas de agua y pozos profundos. ¿El pago de irrigación tendría otros beneficios además del agua? Sí, quien administre el riego, que en este caso debe ser el sector privado, puede ofrecer una serie de servicios, como el de poscosecha. Te puede interesar La agricultura sostenible es necesaria y posible Respecto a las sequías que normalmente se presentan a mitad de año ¿Qué perspectivas tienen ustedes? El fenómeno de las heladas, según la directora del Ideam, no se prolongará más allá de la segunda semana de febrero. En abril y mayo se esperan las lluvias y esta época es clave porque es cuando se producen las siembras de maíz y arroz, sobre todo en los Llanos Orientales, donde se siembra por lo menos 60 por ciento de la producción total de arroz. Allí va a funcionar el régimen de lluvia porque no hay irrigación. Hemos acordado con el Ideam tener mesas con el personal técnico del Ministerio y algunos gremios, con el fin de que la predicción del tiempo sea informada rápidamente y así se tomen decisiones adecuadas respecto a los tiempos de siembra. ¿Los productores están utilizando los seguros? El año pasado logramos asegurar 7 mil hectáreas de café con un subsidio de prima del 100 por ciento porque lo pagó el Ministerio, el comprador de café y las gobernaciones de Antioquia, Caldas y Risaralda. Fue una inversión donde el Ministerio puso casi el 80 por ciento, cerca de 3300 millones de pesos. Este seguro es paramétrico porque se definen las condiciones específicas de cubrimiento. En caso de presentarse una afectación climática, si esta queda dentro de lo establecido, se activa automáticamente el seguro y se les paga el valor del rescate a los productores. ¿Estos seguros también están en otros departamentos, como Boyacá ? ¿Se activaron este año? Se encuentran en todo el país y todo el tiempo estuvieron disponibles, lo que pasa es que depende de las empresas aseguradoras y de los productores si se aseguran o no. Nosotros hemos venido trabajando con los gremios para fomentar su uso. Casi le estamos regalando la prima a los productores, pero ellos no lo hacen porque no tiene una cultura del seguro. Las cifras en Boyacá demuestran que los campesinos se aseguran muy poco, pero no es un problema de política pública. Sin embargo, en otros lugares sí sucedió. Se aseguraron entre 160 y 165 mil hectáreas. Te puede interesar “La productividad en el campo colombiano lleva estancada más de dos décadas” Para finalizar, ¿hay alguna recomendación distinta a las ya anunciadas para que los productores reduzcan las pérdidas? Las proyecciones de tiempo del Ideam permiten advertir los mejores momentos para sembrar, con el fin de que los cultivos no se quemen. Así se reduce riesgo, algunos afectados pudieron haber evitado pérdidas si sembraban más tarde. Las cifras del Dane de este 10 de enero demuestran que la oferta de tubérculos y hortalizas no cayó sino que subió. Es decir, muchas personas sí toman estas precauciones. En el caso de los pastos es más difícil tomar estas medidas. Esta helada no ha sido histórica, en eso el Ideam ha sido claro. Lo que ha sido diferente es que hemos tenido muchos días consecutivos con bajas temperaturas. Por el momento debemos esperar y seguir los reportes sobre el clima.