Hay un lugar que por décadas escondió el conflicto armado. Un cañón en el que multitud de especies convivieron sin mucha presencia humana. Un paraíso natural atestado de piedras milenarias. Un destino que parece Asia, aunque esté en pleno corazón del Meta, en el municipio de San Juan de Arama. La aventura empieza por conocer el famoso Indio Acostado que resguarda el Canón. Son en realidad formaciones de montañas que a lo lejos dibujan la silueta de quien, por castigo de los dioses, fue condenado a estar en esta posición para siempre, según cuentan los lugareños. Lo que sigue es navegar el Río Güejar. Un puñado de empresas ofrecen planes de rafting con guías experimentados para turistas novatos. Entonces, a bordo de un bote infable que pareciera poder viajar miles de kilómetros en solo minutos, empiezan a aparecer parajes dignos de Tailandia, en Asia.
La travesía por el río dura aproximadamente cinco horas y, en la mayoría de paquetes turísticos, incluye varias paradas en cascadas y parajes alucinantes. Además, transporte desde y hasta San Juan de Arama. Nicolás Toro. Una cascada de 90 metros es uno de esos. Cada vez que se avanza, el recorrido impresiona más con todo lo que ve, se siente y se oye. Una infinita vegetación, aves de colores, mariposas, peces y piedras gigantescas aparecen en escena. Esas últimas no hacen otra cosa que invitar a un refrescante salto al río. Con la adrenalina viaja también la expectativa. Cada curva trae algo nuevo. Aparecen remolinos de agua, túneles protegidos por exuberante naturaleza, aguas cristalinas. Es común no poder devorarse todo el paisaje de un solo vistazo. También es común preguntarse por qué no se había ido antes. En la mitad del recorrido se llega al lugar más esperado, ‘El Titanic’, una imponente piedra con estilo de barco o buque, perfecta para una foto que inmortalice ese momento, al lado de raíces que caen de los árboles y tocan las aguas del cálido río. Por ahí, también se resbalan gotas que parecen lágrimas del mismísimo cielo y que refrescan la cara. La siguiente parada obligada es un lugar en donde otra cascada invita a descansar. No importante si es es jóven, niño, o quizá adulto mayor, el plan es igual de intenso y perfecto para todos. Te puede interesar: El río de colores: otra vez abierto al público
A lo largo del recorrido por el río, aparecen parajes deslumbrantes como estos. El de la izquierda se conoce como 'El Titanic'. Nicolás Toro
Las cascadas y caídas de agua son una constante en el Cañón del Güejar. Esta tiene más de 90 metros. ¿Cómo llegar? Se debe tomar una flota con destino a San Juan de Arama. Desde Bogotá, por ejemplo, tiene un precio aproximado de $30.000. Si se va en vehículo propio, al pasar el túnel de Villavicencio, se debe tomar el desvío hacia la ruta del ‘Embrujo Llanero’. Recomendaciones Llevar tenis cómodos o botas pantaneras, una muda de cambio, toalla y repelente. El plan al Cañón suele incluir almuerzo, refrigerio, seguro y transporte ida y vuelta desde San Juan de Arama. El valor es de $150.000 aproximadamente y el recorrido dura unas 5 horas.
Hay un puñado de empresas que ofrecen el recorrido por el río. La mayoría de ellas arman paquetes turísticos que incluyen almuerzo y varias paradas en sitios alucinantes. Nicolás Toro