A diez minutos de Barrancas, en el sur de la Guajira, se encuentra el resguardo indígena Provincial de la tribu wayuu. Ahí vive Luis Enrique Uriana Bouriyu, un muchacho de 19 años que a primera vista, en medio de los colores tierra y las pieles morenas y amarillas del paisaje guajiro, causa curiosidad porque es kasutai, que quiere decir albino en wayuunaiki.
Aparte del alto contraste de su piel, la vida de Luis no es muy diferente a la de los demás jóvenes de esta región. Se levanta a las 5:30 de la mañana para cultivar yuca, patilla, melón, fríjol cabecita negra o “lo que se pueda sembrar”.
También hace pastoreo de chivos y va hasta donde su abuelo para arreglar cercas en una pequeña parcela que da maíz, ahuyama y guineo. Luis se retiró del colegio porque a su familia no le alcanzaba el dinero para enviarlo a él y a sus seis hermanos. “Me iba bien. Me sacaba buenas notas, me pedían ayuda para ayudarles a hacer las tareas”, recuerda.
Luis sabe que su piel y sus ojos son delicados, pero no se cuida. Aunque vive en una de las regiones donde el sol pega más duro en Colombia, por la ausencia de árboles y la aridez, él nunca se acostumbró a las gafas, a las camisas de manga larga ni al bloqueador solar.
“Tienen unos ojos muy delicados, tu le ves y tiene los ojos moraditos. Pero es absolutamente falso que de noche se le pongan los ojos rojos”, cuenta su prima Laura. Luis practica Atsuinijinaw, la lucha libre de los juegos tradicionales wayuu E>NIRRA>A WAYUU. Su aspecto de guerrero nórdico, y un par de gemelos macizos como columnas, lo han hecho muy popular entre el público y los demás luchadores.
ESCUCHA A LUIS El hermano mayor de Luis sufrió matoneo y rechazo en el colegio, al punto que lo obligó a irse a la Sierra en busca de una mejor vida, era el primer albino de la generación. « Mucha gente llega y dice que es un fenómeno o lo catalogan como una persona no normal. Me siento orgulloso de que sea mi primo, es uno en un millón. » Marco Ángel Brito Uriana.
« Es como raro en la raza de los indígenas porque normalmente los albinos vienen de la raza negra. Se le acercan y le dicen que por qué es tan raro, pero es una persona común y corriente. No digamos que el albinismo es una enfermedad pero sí es una persona que no puede someterse a las mismas temperaturas que nosotros. Es una persona muy delicada, pero nunca he sentido que Luis se aísle. La primera vez que lo vi se me hizo raro porque yo soy morenita. Hay personas que dicen que los albinos tienden a sufrir de retraso mental, pero no creo en eso, porque Luis es un joven muy inteligente y muy trabajador. » Laura Brito, prima de Luis.
En la familia Uriana existe el trastorno genético que causa el albinismo desde hace cientos de años, según dan cuenta los más viejos. Hoy viven cinco albinos Uriana: Luis, su hermano, una prima de él y otra niña. El más reciente nació hace 18 meses, José Matías.
« La que se impresionó más fue la doctora que me atendió. Me dijo que tiene gasa en la cabeza. Y yo pensé, qué habré parido, ¿será un animal? Cuando me lo puso en la barriga lo vi blanquito, blanquito… las enfermeras me decían:“Si no queires al niño me lo puedes regalar”. Yo antes decía “Ay, por qué estos niños vienen a este mundo si tienen que sufrir tanto con la piel, porque no ven bien”. En un principio los demás no aceptaban que él era su hermanito, pero después los fui concientizando. No porque sea blanco no es hermano de ellos » Maria Elizabeth, mamá de José Matías
«Si usted supiera que yo no me cuido ante nada. Así como usted me ve así me la paso, sin echarme nada. Ni bloqueador, ni cremas. Normal, y así me ve trabajando. No soy de echarme nada»
Gleidys Uriana tiene dos hermanos albinos. Dice que cuando estudiaban en el colegio había niños que llegaban para mirarlos a los ojos, porque son morados, a la vez azules y grises. Pero ellos no pueden mirar fijamente. «Todo el tiempo sus ojos vienen, van, giran, no se quedan quietos. Hay un tío que le pregunta qué hora es, porque parece un reloj.»
«Algunas personas me juzgan, porque dicen que los albinos muy poco ven en el día, pero yo me siento bien»
«Algunos sí me dicen que debe sentirse bacano ser así como yo. Algunos me dicen: "quisiera tener un hijo así"»
ZOOM EN LA VOZ DEL FOTÓGRAFO
POR: LUIS FERNANDO JAIMES @luisfers76
Barranquilla, 1976. Es fotógrafo, administrador de empresas, fue capitán de la Policía Nacional de Colombia y en el 2015 participó en el programa Master Chef. Inició como fotógrafo forense y se apasionó por la fotografía. Ha sido ganador del concurso Mira al Río del Museo de Arte Moderno de Barranquilla, del Metro Photo Challenge de Publimetro y del concurso Ruta de la Tradición del Carnaval del Atlántico 2017. Ha sido preseleccionado en convocatorias internacionales como el NIKON CONTEST. Ha publicado en el medios como el diario El Heraldo, de Barranquilla, Publimetro y Lens Culture.