Los fuertes vientos del Huracán Iota dejaron 2.542 viviendas afectadas en la isla de San Andrés: 91 sufrieron un colapso total y 13 más afectaciones graves que las hacen inhabitables. La Gobernación del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina ha entregado cinco viviendas nuevas elaboradas por el gremio de la construcción sanandresana y se está finalizando la construcción de cuatro casas más, gracias a donaciones de empresas privadas. Ramiro Elles, de 51 años, construyó algunos hogares para los damnificados en Providencia y hoy es el maestro de obra de las casas que están por terminar. Con varios obreros, trabaja en tiempo récord pese a las dificultades que se presentan para que lleguen los insumos de las casas, dado que la única entrada de carga pesada a la isla es el muelle departamental. Elles ha vivido toda su vida en San Andrés y recuerda cuando en 1988 pasó el Huracán Joan, pero asegura que el Iota ha sido el más fuerte y devastador que han sufrido. Las casas en proceso, construidas con madera inmunizada y tejas termo-acústicas, tienen tres habitaciones, baño, cocina, un porche en sus entradas y, en algunos casos, un panel solar, gracias a la donación de Núcleos de Madera. Jaret Manuel, coordinador de la construcción y reconstrucción de las viviendas afectadas en la isla, explicó que “actualmente estamos construyendo cuatro hogares que hacen parte de una primera fase de 60 hogares donados por el Grupo Postobón y están hechas en madera de pino pátula de gran resistencia a la compresión y a todos los esfuerzos de la estructura, tienen una garantía a 20 años contra la humedad y la podredumbre”.
© Katerine Lara Rojas Entre las cinco viviendas entregadas, se cuenta la de Félix García, quien vive junto a su familia en la Bahía del Cove y quien, debido al huracán, tuvo que dormir durante 20 días en la iglesia Light House junto a otras familias que lo perdieron todo. García recuerda que “luego de pasar más o menos 20 días, recibí una llamada de una compañera de trabajo. Me decía que una compañía que había llegado a la isla la compañía Eternit y estaban ofreciendo unas casas. Querían hablar con nosotros y hacer la casa piloto. Esta sería la primera casa que ellos harían en la isla; al no tener nada, porque estábamos como vinimos al mundo, accedimos y fue una bendición”. La casa de Félix, hecha en DryWall de alta durabilidad y equipada con dos habitaciones, baño, sala y cocina, fue construida en 15 días: “para qué, lo construyeron rápido, los señores se fajaron, había días que trabajaban hasta las 12 de la noche, incluso hubo un par de días que eran las 2 de la madrugada y los señores todavía estaban trabajando acá. Eso fue rápido y eso que tuvieron percances con los materiales, que no llegaban a tiempo, que no llegaban completos, pero en 15 días montaron la casa completamente, se aseguraron de que en año nuevo ya estuviéramos en la nueva casa y así fue”, agregó. De las 2.542 viviendas caracterizadas, 1.458 presentan afectación en las cubiertas, 536 necesitan un reforzamiento estructural y 444 tienen afectaciones en los elementos no estructurales, labor para la que la Gobernación Departamental y el Gobierno Nacional han destinado aproximadamente $1.300 millones, con los que se han reparado 50 hogares.
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