Junto a la pista de aterrizaje del aeropuerto de San Andrés, bajo los rayos del sol del Caribe, en medio del rugir de los aviones, una mujer vende fritos: empanadas, pastelitos y arepas de huevo. Se llama Margarita López, tiene 48 años y desde los 9 vive en la isla. Barranquillera de nacimiento, Margarita pertenece al 40,7 por ciento de mujeres cabeza de hogar que hay en Colombia, según datos del Dane. “Mi pareja me dejó cuando yo tenía 4 meses de embarazo”, cuenta esta luchadora que, lejos de amilanarse, creó en 2014 San Andres Progresa, Asociación de la Mujer, que ayuda a jóvenes y mujeres del departamento. Cuando se le pregunta cómo viven las mujeres de San Andrés, responde sin espera: “oprimidas”.   San Andrés y La Guajira son los dos departamentos donde el número de mujeres rurales supera al de los hombres. En toda Colombia, la poblaciòn de mujeres que habita en zonas rurales es del 48,13%, y aunque las distancias que separan a muchas de ellas pueden ser enormes, sus realidades sociales les son comunes: mujeres del mar y del desierto, del páramo y la montaña, enfrentan los mismos obstáculos para acceder a la salud, la educación, la justicia o a un trabajo bien remunerado. Hoy la participación de la mujer rural en el mercado laboral es de apenas el 41 por ciento frente al 76 por ciento de los hombres.    A estas inequidades se suman los estereotipos de género, que prevalecen en la ruralidad. Un informe del Dane titulado Mujeres Rurales en Colombia dedica un capítulo a este tema. En el documento se les preguntó a los encuestados si “el deber de un hombre es ganar dinero y el de la mujer es cuidar del hogar y la familia”.  El 34,2 por ciento de los hombres rurales respondieron “muy de acuerdo”, y solo el 24,4 por ciento “muy en desacuerdo”.   Semana Rural construyó una infografía interactiva que resume, en cifras contundentes, la difícil situación de las mujeres rurales en Colombia. Como Margarita, que en San Andrés trabaja sin remuneración alguna por las mujeres de la isla, en cada municipio hay varias guerreras que se han dado a la tarea de hacerse sentir, reconocer, y de empoderar a quienes necesitan un impulso. Pero la principal tarea está en manos del Estado, que debe garantizarles la equidad, para sean ellas quienes escojan la vida que quieren vivir.  

  Mujer rural es uno de los temas que se tratará en la II GRAN CUMBRE COLOMBIA RURAL “Le llegó la hora al campo”. No se pierda los conversatorios sobre cómo LA MUJER RURAL TRANSFORMA A COLOMBIA el día Jueves 12 de noviembre desde las 8:00am hasta las 4:00pm. Más información en SemanaRural.com   Te puede interesar: Le llegó la hora al campo