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Anonymous detalla sus pruebas para acusar a familia real de asesinar a Lady Di

En su sorpresiva reaparición, la red de hackers afirmó que la muerte de Diana de Gales no fue un accidente, sino que se trató de un asesinato para evitar que revelara graves secretos de la monarquía británica.

1 de junio de 2020

Después de tres años de ausencia, la red de hackers Anonymous regresó. Este lunes realizaron varias acciones, según ellos motivadas por la trágica muerte de George Floyd a manos de un policía en Minnesota.

El grupo de hackeractivistas publicó supuestos actos de corrupción del Gobierno de los Estados Unidos y dio nuevos datos sobre Jeffrey Epstein y su red de abuso sexual a menores. Pero una de las publicaciones que más llamó la atención fue la supuesta divulgación de la causa de la muerte de la princesa Diana, que no habría sido un accidente como señala el reporte oficial.

De acuerdo con Anonymous, la recordada Lady Di no falleció a causa de un accidente en las calles de París, sino que su muerte fue ocasionada por miembros de la familia real que buscaban evitar que la mujer revelara varios de sus secretos.

En el trino, registrado por usuarios de Twitter antes de ser borrado, se afirma que ayudantes del príncipe Carlos habrían cometido actos de abuso sexual en contra de niños.

Anonymous señala que la princesa Diana tenía en su poder la grabación del testimonio de un miembro del personal de la familia real, que habría sido víctima de violación por parte de un ayudante personal del príncipe Carlos.

En las acusaciones también se afirma que la casa británica estuvo involucrada en una red de tráfico sexual en la que también participaron el presidente de los Estados Unidos Donald Trump y la supermodelo Naomi Campbell.

En su momento, el divorcio de Diana y Carlos fue considerado como un problema de Estado, tanto que el primer ministro John Major fue quien anunció ante el Parlamento la decisión de los príncipes. A partir de ese momento Diana se convirtió en una mujer muy rica, pero solitaria.

Esto cambió cuando conoció a Dodi Al-Fayed, heredero de Harrod‘s, el almacén de departamentos más célebre de Europa, con quien tuvo un sonado romance que llamó la atención de toda la prensa británica.

La relación llegó a su fin el 30 de agosto de 1997, cuando el conductor de su vehículo, aparentemente, se confundió por las maniobras de los paparazzi, en el túnel ubicado debajo de la Plaza del Alma (París), y perdió el control.

Supuestamente el auto colisionó por el asedio de los periodistas, con sus cuatro ocupantes: Diana de Gales, Dodi Al-Fayed, que era la pareja de la mujer de 36 años, y Henri Paul, el conductor que estaba en estado de ebriedad. El único sobreviviente fue Trevor Rees-Jones, escolta de Al-Fayed.

Sin embargo, siempre hubo dudas sobre la causa de la muerte de quienes estaban en el vehículo. Por eso, siete años después (en 2004), John Stevens le pidió al médico Richard Sheperd que hiciera un exhaustivo estudio y determinara si el motivo era el accidente o había algo más detrás de lo sucedido.

En un libro que saldrá a la venta el 18 de abril, titulado "Unnatural Causes" (Causas no naturales), Sheperd da a conocer el resultado de su investigación, que reafirma la idea de que la muerte de Lady Di y sus acompañantes se produjo por la colisión.

El estudio revela que Diana y Al-Fayed sufrieron heridas muy distintas tras el impacto, a 95 kilómetros por hora. El hombre iba sentado detrás del conductor e impactó contra él generando heridas mortales.

En el caso de la mujer, pesaba menos, por lo que no hubo tanta violencia cuando se golpeó hacia adelante. Sin embargo, sí tuvo muy mala suerte, según lo revelado por Sheperd.

Lo primero que afirma el médico es que si la madre de los príncipes William y Harry hubiera usado el cinturón de seguridad, seguramente habría sobrevivido y sus lesiones no habrían sido fatales.

"Si hubiera usado el cinturón y si hubiera sido puesta en una ambulancia inmediatamente después del accidente, a lo mejor habría aparecido un par de días después en público con un ojo amoratado, con dificultades para respirar por alguna costilla fracturada o con un brazo en cabestrillo", explicó el médico.

El otro descubrimiento de Sheperd fue que la herida que le provocó la muerte fue muy pequeña, pero se produjo en el peor lugar posible. "De hecho, solo se rompió unos pocos huesos y sufrió una herida pequeña en el pecho", relata.

"Esa herida suponía un pequeño rasguño en una de las venas de sus pulmones", explica el médico, que también señala que cuando llegó la ambulancia Diana estaba "herida pero estable, especialmente porque era capaz de mantener la comunicación".

Sin embargo, la herida fue muy singular, según conto Sheperd en una entrevista en ‘The Mirror‘. "Su lesión fue tan rara que en toda mi carrera creo que no he visto otra. La de Diana fue una lesión muy pequeña, pero en el lugar erróneo".

"Anatómicamente, es algo que está escondido, en el centro del pecho. Las venas, que no tienen la misma presión que las arterias, sangran más lentamente; de hecho, tanto que cuesta identificar el problema. Y una vez identificado, es todavía más difícil de reparar", analizó Sheperd.

Cuando la ambulancia llegó al lugar de la emergencia, los encargados de los primeros auxilios pensaron que el estado de Diana era estable, pero no fue así porque sufría una hemorragia interna y tardaron más de una hora en conducirla a un centro asistencial.

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