Antioquia, una de las cinco zonas más peligrosas del mundo para periodistas

Lo que sucede en el Bajo Cauca antioqueño, a juicio de Reporteros sin Fronteras, es equiparable a la violencia contra periodistas que se da en territorios bajo el control del Estado Islámico, esto es Irak y Siria.
 
O tan grave como las intimidaciones que se escuchan en el este de Libia, donde, reza el informe, les han dicho a los reporteros: “Te vamos a cortar los dedos si sigues escribiendo”. La frase es apenas un síntoma de un panorama mundial que fue desolador en 2014: 66 periodistas asesinados, 119 secuestrados, 178 encarcelados y 1.846 amenazados o agredidos.
 
Reporteros sin Fronteras agrega que en Antioquia informar es una labor de alto riesgo, en especial si se investigan temas como la corrupción o el crimen organizado. “Bandas criminales paramilitares siembran el terror, a veces en complicidad con las autoridades locales. Estos grupos no dudan en difundir listas negras en las que aparecen los nombres de los periodistas a asesinar”.
 
Líneas más adelante, el documento hace referencia a que amenazas, agresiones y homicidios se multiplican en un clima de total impunidad. “El 12 de agosto pasado fue asesinado el periodista Luis Carlos Cervantes, solo dos semanas después de que le retiraran la escolta policíaca que le habían asignado”.
 
Leiderman Ortiz, un periodista que en Caucasia escribe y edita notas en el periódico La Verdad del Pueblo, es tal vez el mejor ejemplo de que Reporteros sin Fronteras advierte. En el pasado, bandas criminales han ofrecido incluso dinero para asesinarlo. Hoy en día camina las calles de Caucasia con chaleco antibalas y al lado de tres escoltas que lo siguen de día y de noche.  
 
Un pasquín que circuló en septiembre en Montería, señalaba a Ortiz como “un agitador” y lo declaraba objetivo militar junto con otras 23 personas, entre quienes estaban los senadores Claudia López e Iván Cepeda. El panfleto estaba firmado por los 'Rastrojos'.
 
Oscar Morales, vocero de la Asociación de Periodismo de Antioquia (APA), dice que si bien hay otras zonas del país donde vulnera el ejercicio periodístico, Antioquia es efectivamente donde hay mas problemáticas. El Bajo Cauca, declara Morales, ha reportado 10 amenazados en lo corrido del 2014.
 
Pero no solo es el Bajo Cauca. El vocero de APA asegura que hay otras regiones que comportan sus peligros, como el Valle de Aburrá (donde está Medellín), el norte antioqueño, algunas zonas del nordeste, el Magdalena medio y Urabá.
 
Las restricciones a la prensa, prosigue Morales, vienen de todos los sectores: armados ilegales, políticos, administrativos. “Cualquiera que vea afectado sus intereses cuando el periodismo, en su servicio a la comunidad, decide investigarlo”, dice.
 
Durante el 2014, 22 periodistas recibieron amenazas en todo Antioquia. Desde que ocurrió el crimen del periodista Luis Carlos Cervantes, en Tarazá, aún no se ha conocido de capturas o investigaciones que hayan determinado quiénes son los responsables. Su muerte, por lo pronto, está impune.