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ANÁLISIS

¿Colombia está lista para el fracking?

Para los industriales y gremios, Colombia está lista para la masificación del fracking en Yacimientos No Convencionales –YNC-, tras 10 años de preparación, y para algunos académicos, senadores y líderes sociales, hay estudios que sustentan que la implementación de esta técnica de extracción de hidrocarburos impactaría los acuíferos, el medio ambiente y la salud de los colombianos.

12 de septiembre de 2018

Así se concluyó en el Foro: ‘Fracking, impactos ambientales y sociales de su implementación’ liderado por la Comisión Quinta del Senado, ante la radicación de tres proyectos de ley que buscan la moratoria o la prohibición del fracking –Proyectos 058, 071 y 115 de 2018, iniciativas que han llevado a consultar a los congresistas, más puntos de vista sobre el polémico tema.

Tras escuchar a todos los participantes del foro, la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez anunció la creación de una mesa de expertos para analizar más a fondo la implementación del fracking. Sin embargo, los representantes de gremios manifestaron que Colombia lleva más de 10 años escuchando a los mejores expertos internacionales sobre el tema, y está lista.

En el foro, el primer punto de vista lo dio Héctor Manosalva, vicepresidente de Desarrollo y Producción de Ecopetrol, quien señaló que la justificación de la implementación del fracking es que al igual que en el mundo, Colombia presenta un declive en el hallazgo de hidrocarburos en los yacimientos convencionales, lo que afectaría las reservas previstas para solo siete años.

Una de las principales salidas a este panorama, es buscar petróleo o gas en los Yacimientos No Convencionales, siguiendo los pasos de Estados Unidos, país que incorporó 5 millones de barriles diarios de petróleo gracias al fracking, actividad que inició en la década de los 80s.

La realidad, según Manosalva, es que de las 23 cuencas sedimentarias en Colombia, en 8 hay potencial para la implementación del fracking, y en dos de ellas –Magdalena Medio y Cesar-Ranchería- habría entre 200 mil millones y 600 mil millones de aceite original, que permitirían el incremento de la reserva del país con YNC entre 2 y 4 veces más que las actuales.

Mientras en el Magdalena Medio se encuentran crudos pesados, en el Cesar hay gas. Los estudios de Ecopetrol muestran que desarrollar un pozo de YNC vale 30 mil millones de dólares, al año, pero cada dólar que se invierte jalona 1.8 dólares que dinamizan la economía nacional y local. Sumándole los 124 mil empleos que se crearían, adicionales a los 40 mil empleos que genera el sector actualmente, y 1 billón de dólares en regalías, anualmente.

Orlando Velandia, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos –ANH- señaló que Colombia lleva 12 años en la creación de un proceso regulatorio, existe el potencial comprobado de hidrocarburos en rocas generadoras –solo en la cuencas de Magdalena Medio y Cesar- y existe un plan de alistamiento para la masificación del fracking que contemplan varios aspectos, entre ellos el componente ambiental.

Sobre los proyectos de prohibición y moratoria señaló Velandia que en el mundo los países que tienen moratoria a esta técnica son los que no tienen petróleo.

Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo –ACP- dijo en su intervención que la industria petrolera es consciente de las preocupaciones ambientales del uso de la técnica del fracking en los YNC.

“Si tuviéramos la más mínima duda del desarrollo de los YNC no estuviéramos aquí…no tenemos ánimo de causar daño” señaló Lloreda para quien, aunque la industria no es infalible, existe una curva de aprendizaje de 100 años en convencionales.

A ojos de la ACP, Colombia no está improvisando en YNC, lleva más de 10 años preparándose. Y en ello coincidió Orlando Cabrales, actual presidente de Naturgas y ex presidente de la ANH, quien recordó que la agencia ha traído desde 2010 15 expertos norteamericanos que compartieron su experiencia con los profesionales colombianos y aclararon las grandes dudas sobre el impacto de esta técnica en los acuíferos, sismicidad, salud y medio ambiente.

Julio César Vera, director de Acipet, el gremio que reúne a los ingenieros de petróleo, señaló que Colombia sabe hacer fracturamiento hidráulico, bajo exigencias muy rigurosas

En contra y con dudas

El representante del movimiento Colombia libre de fracking, señaló que el país aún no está listo, y trajo a colación el caso de derrame de Lizama de Ecopetrol. “No existe fracking responsable” insistió el líder quien además denunció que el fracking se está implementado bajo amenazas.

Este movimiento logró 100 mil firmas de ciudadanos de a pie, en contra de la implementación de esta técnica. La urna con las firmas fue entregada durante el foro a los miembros de la comisión Quinta.

Desde la academia, la Universidad Nacional, trabaja de la mano con la ANH en estudios en los laboratorios de hidráulica para evaluar los impactos de esta técnica, que llevarían a la implementación de un modelo de gestión del riesgo en el país.

El profesor Oscar Vanegas  de la Universidad Industrial de Santander –UIS- señaló que el fracturamiento hidráulico no es el problema en sí, sino el tipo de rocas y el sitio donde se fractura para extraer los hidrocarburos.

También indicó el académico que sí existen riesgos por fallas geológicas en las zonas de implementación, que se podrían cruzar al implementar al usar el fracking, “sería inminente”. Según el docente no es suficiente el aislamiento en los pozos, ni siquiera en los abandonados –Pozo Coyote- puesto que el lodo viaja de un campo a otra zona.

El senador Jorge Eduardo Londoño dijo que “el fracking es el problema ambiental de nuestro tiempo” por las implicaciones en el uso y afectación del agua, salud y medio ambiente. Sin embargo, manifestó tiene la disponibilidad de escuchar verdaderos argumentos, aunque señala que la normatividad sobre el tema no es suficiente para su implementación, y que más que una discusión de izquierdas o derechas, hay que pensar en las futuras generaciones.

El senador Jorge Enrique Robledo, advirtió que él firmó el proyecto de prohibición al fracking, y que se inclina por el ´Principio de precaución´ contemplado en la actual Constitución para no correr riesgos, ante las dudas existentes en su uso. Además, considera que existe una ‘mala política´ al depender de la minería por los recursos que inyecta a la nación y excluir otros sectores como el agro. “Esto le quita objetividad al debate del fracking” enfatizó.

La senadora Maritza Martínez Aristizabal, defendió su proyecto de ley que busca que el gobierno nacional declare la moratoria  frente al uso del fracturamiento hidráulico en los yacimientos no convencionales que existen en todo el territorio colombiano.

Este foro se replicará en Valledupar y Villavicencio, próximamente, anunció el presidente de la Comisión Quinta, David Name Cardozo, quien viene liderando este debate para buscar una posición clara, desde el Congreso, frente a la implementación de la cuestionada técnica y definir si Colombia está lista o no para seguir los pasos de Estados Unidos.