PERFIL
Ocho años con la bandera feminista
Empezó la política desde su hogar cuando se reconoció a sí misma como feminista gracias a la “revolución familiar” que vio allí, donde su padre y madre desafiaron la tradición manizaleña conservadora.
El sueño de Ángela María Robledo, representante a la Cámara por el partido Colombia Humana es que las mujeres, desde su hogar puedan tener un espacio de libertad y no que este sea el primer sitio de trinchera y violencia intrafamiliar.
Esta feminista ha sido elegida durante los ocho años que ha participado en el Congreso de la República como una de las la mejores congresistas. El último reconocimiento lo hizo la firma de encuesta Cifras y Conceptos, que la seleccionó como la segunda mejor Representante a la Cámara del país, en 2018. La clave para este logro, según Robledo es “legislar con responsabilidad, seriedad y de la mano de la comunidad”
Cuenta Ángela María que llegó a este campo político gracias al senador Antanas Mockus quien la invitó a crear la ‘Ola verde’ de la que aprendió a “cooperar y competir para gobernar y es así como lo he hecho hasta ahora”.
Uno de sus pasos hacia la cooperación fue “hace un año cuando empecé a ser parte de la Colombia Humana y me aventuré para la candidatura a la vicepresidencia con Gustavo Petro, y aunque muchos piensen que fue un error yo estoy convencida de que no es así porque llegué a enriquecerlo con mi forma de trabajar, cercano a la gente”, comenta esta psicóloga de la Pontificia Universidad Javeriana.
Sobre su trabajo dentro del Congreso y su discurso feminista concuerda en que todo lo que se hace en ese espacio está lleno de machismo, desde el horario hasta las esculturas que se encuentran en el recito pues solo dos de ellas son mujeres y los demás son elogios a hombres que han hecho historia. Menciona que ahora hay un espacio para las mujeres y más participación, sin embargo le falta mucho a los hombres para evitar micros y macro machismos.
A pesar de esa situaciones lo que más disfruta de su trabajo como legisladora es que es que hay políticos y políticas que hacen un ejercicio digno y ha encontrado espacios de trabajo con ellos, se siente orgullosa y feliz de saber que contribuyó de manera significativa a la paz de Colombia; sin desconocer que lo más doloroso que vivó fue el triunfo del NO en el plebiscito porque era apoyar un pacto en una de las sociedades más desiguales del mundo y la oportunidad para las mujeres que las mujeres salieran de la guerra.
Su tarea no termina ahí, desde el momento que se reconoció como feminista entendió que su rol como mujer no le permitiría renunciar a nada, por eso decidió en compañía de Iván Cepeda hacer un proyecto de Ley llamado Cero tolerancia a la violencia sexual contra las mujeres, sobretodo en territorios de guerra, que fue reconocida por la relatora de derechos de las mujeres de Naciones Unidas por ser una pieza jurídica emblemática para los países que han vivido el conflicto.
En su lucha por la paz, las mujeres y sus derechos, la magister en política llegó al Congreso desde la otra orilla considerando que “en esta posición va más que a hacer leyes a atajar muchas otras que pueden ser regresivas o afectar los derechos de los niños, las mujeres o los jóvenes”.
Desde su visión como política asume que admira el trabajo realizado por Gustavo Petro y el profesor Antanas Mockus pero está en desacuerdo con los caudillismos por eso pide que no la llamen ni “petrista” ni “mockusiana”. Su objetivo o proyecto en la vida pública y es trabajar en colectividad.
“Me he sostenido en lucha todos estos años gracias al trabajo con la gente, la tranquilidad y el respeto por los otros, además hago política de calidad y hago constante rendición de cuentas. Pienso que la gente valora mucho que sea respetuosa con las personas así no piensen como yo”, enfatizó.
Para esta madre, esposa y ahora abuela, que aunque por sus horarios de trabajo no le quede mucho tiempo libre, es primordial y un acontecimiento importante compartir con sus nietas Antonia y Julieta con quienes disfruta salir al parque Bolívar a jugar con las palomas, ir al Jardín Botánico o lograr entretenerlas con su presencia, que es ahora tan difícil por las tecnologías.
La tranquilidad es un pilar en su vida pues hasta el color favorito, lila, lo llama “color tranquilo” y la música le encanta disfrutarla en vivo por eso frecuentemente va a conciertos al León de Greiff o escucha Jhon Manuel serrato, Sabina o Calle 13. Expresa que sus canciones favoritas son Lucia y pequeñas cosas, y nuca pueden faltar cuando saca tiempo para escuchar música. En momentos que puede dispersar su mente esta psicóloga aprovecha para sumergirse en la literatura.
Dentro del reconocimiento que se hace como mujer que lucha por los derechos de sí misma y las demás se felicita por los logros obtenidos en estos últimos diez años donde pasó de trabajar en la academia (donde pasó la mayor parte de su vida) a estar en el Congreso de la República y ser reconocida como una de las mejores por trabajo de calidad.
Por lo anterior se describe en las palabras fuerza y osadía que la han llevado a continuar a pesar de las dificultades que se presentan en la sociedad conservadora y machista como es la colombiana. Para terminar invita a las feministas que están surgiendo para “que nos tomemos de la mano las mayores y las jóvenes para adquirir experiencia de las que ya lo vivieron nosotras, refrescarnos con lo nuevo sin olvidar que es un encuentro generacional y colectivo” concluye.