Arte
61 años sin Frida Kahlo
Hace 61 años, el 13 de julio de 1954, murió la gran artista mexicana. Arcadia la recuerda con seis de sus obras más icónicas.
Mi Nacimiento (1932) Influenciada por Diego Rivera, la pintora mexicana se dedicó a representar todas las etapas de su vida, y comenzó desde su parto. Hay tres generaciones de mujeres en la pintura, su abuela, su madre y ella (es la bebé). Algunos interpretan esta obra como la expresión máxima de la reencarnación o de la perpetuación de la vida pues retrata un cuerpo inerte que da a luz.
Henry Ford Hospital (1932) Como consecuencia de un grave accidente que sufrió a los 18 años y de haber tenido polio durante su infancia, Frida Kahlo perdió varios embarazos. En 1932 tuvo un aborto (natural) a los tres meses y medio cuando vivía en Detroit junto a su pareja, Diego Rivera, quien trabajaba en varios murales para el “Detroit Institute of Arts”.
Frida está en una cama y de su cuerpo salen cordones umbilicales que la unen con: un feto masculino perfectamente formado que representa a "Dieguito" el hijo que iba a tener; una orquídea que fue un regalo de Diego; un caracol que alude al lento aborto involuntario; el torso femenino de yeso color salmón que representa el interior de una mujer; la máquina que alude a la parte mecánica de lo ocurrido; y su pelvis fracturada que hizo imposible para ella tener hijos.
El abrazo de amor del universo (1949) Los elementos de la antigua mitología mexicana se reflejan en esta obra donde se representa el papel maternal de Frida hacia su esposo Diego y donde se ilustra la relación entre mujeres y hombres. La mujer que alimenta la vida y el hombre como figura que tiene la sabiduría, por lo que los dos dependen del otro. Los elementos se mantienen unidos en torno a los dos seres. Abrazando a la pareja está la madre Tierra Azteca, Cituacoatl, hecha de barro y piedra, quien a su vez es abrazada por la Madre Universal.
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Autorretrato como Tehuana(1943) Diego Rivera le fue infiel a Kahlo en varias ocasiones y este autorretrato muestra el deseo de la pintora por poseerlo exclusivamente. Frida lleva el vestido tradicional Tehuana porque Rivera lo admiraba (algunos afirman que se pintó llevando ese vestido para atraer al pintor). Las raíces de las hojas que lleva en el pelo sugieren una telaraña con la cual busca atrapar a su presa. El autorretrato también es conocido como “Diego en mis pensamientos” y “Pensando en Diego”.
La columna rota, Frida Kahlo (1944)
La abertura en el cuerpo de Frida y las fisuras del seco paisaje son símbolos del dolor y soledad de la artista. Esto se ve acentuado por el símbolo de los clavos atravesándole la cara y el cuerpo, el más largo se agujerea su corazón e indica la fuente del dolor emocional causado por Rivera. Los ojos tienen palomas blancas que algunos han interpretado como una burla de la artista hacia el dolor y el sufrimiento.
Árbol de la esperanza, mantente firme (1946) En este cuadro hay dos Frida; la que está a la izquierda acaba de salir del quirófano en una camilla y la otra simboliza a una Frida poderosa y llena de confianza. El cuadro está dividido por la mitad: en una es de día y en la otra es de noche. El cuerpo recostado con sangre está asignado al sol pues en la mitología azteca éste se alimenta de la sangre humana de sacrificios. La otra Frida, que parece fuerte y optimista esta asignada a la luna, símbolo de la feminidad. En su mano, sostiene el corsé del cual tenía la esperanza de abandonar para siempre después de la cirugía. Desgraciadamente, esta cirugía falló estrepitosamente y resultó en numerosas complicaciones. Esto ha sido descrito como “el principio del fin” para la artista..