Este artículo apareció originalmente en Contemporary And (C&) América Latina: revista de arte contemporáneo en los puntos de encuentro entre América Latina, El Caribe y África Contemporary And: Una de las cuestiones que me interesan es el modo en que integra a su práctica el concepto de hogar, lo interior, lo espiritual, lo ritual. Leticia Contreras: Como sabía que esas casas adosadas de Houston tienen una fuerte evocación histórica, [en el intercambio artístico del Hyde Park Art Center de Chicago] quise jugar con esa estructura y hacer la más fluida. Pensé en la costa del golfo, en nuestra relación con el agua y el cambio climático. Es como esa doble idea de tener espacio para verse mutuamente y asistir a la práctica del otro, y a la vez plantear estrategias y crear visiones para el futuro. Realmente me impactó esta última ronda de artistas comprometidos socialmente que tenían una instalación llamada How We Respond to Social Emergencies (Cómo respondemos a las emergencias sociales). Tenemos que pensar sobre lo colectivo y celebrar ese tipo de conocimiento. Mis propias raíces y los conocimientos que me fueron transmitidos hablan de ver el agua como algo que da forma al mundo alrededor y a los elementos contenidos dentro de ese contexto. Hablan de recuerdos, de la belleza pero también del trauma que hay en el agua y en nuestros cuerpos, y de cómo el agua da forma a las comunidades, a las vidas, a los paisajes. Entonces, en lugar de intentar controlar, ¿por qué no dialogar y establecer una conversación con el medio ambiente? C&: Me encanta el modo en que piensa el agua como algo que sostiene la forma. Me recuerda la muestra de Ellen Gallagher, Accidental Records en el Hauser and Wirth de Los Ángeles. También me remite a sus esculturas y a su elección de trabajar con fibras. LC: Pienso que las fibras me llevan de regreso al hogar y a las tradiciones que me fueron transmitidas. Me gustan esos materiales porque me gusta celebrar el arte que hay en el conocimiento de la tradición familiar, algo que no suele celebrarse en el arte elevado. Me gusta abordar el conocimiento de la clase obrera, ese que tantas veces ponen en práctica quienes trabajan con telas, sea una costurera o mi abuela. Realmente estoy interesada en el linaje de la producción de colchas, especialmente en el sur. Me gusta la idea de la producción de colchas como dispositivo narrativo y también esa práctica de abrigar y dar bienestar. “Yo no creo que el arte pueda tumbar gobiernos”: Beatriz González

Leticia Contreras, Estría Sagrada. Vestigios Preciosos, installation view. Project Row Houses, Round 49: Penumbras: Sacred Geometries, 2019. Foto de Alex Barber. C&: Buena parte de su práctica se relaciona con la ubicación y el lugar y con el modo en que usted se describe como afro-chicana. LC: Lo divertido de How We Respond to Social Emergencies es que algunos de los artistas se conocían desde hacía años mientras otros nunca se habían visto antes. Y ver la sincronicidad de la obra y los materiales que elegimos me fascina. Una de las cosas que me interesan en relación con las colchas es la tradición negra del sur, el modo en que las historias se cosieron allí y las colchas funcionan como mapas de orientación. Muchas veces, cuando pensamos en el Underground Railroad, en las rutas secretas de escape de los negros, no pensamos en la enorme ola inmigratoria que fue a México porque México había abolido la esclavitud. A menudo pienso en mí como una artista del Sur/Sur global y como portadora de esas historias, tradiciones y conocimientos. Tengo una fuerte influencia del encaje y el bordado tal como se lo usa en México para identificar a la propia tribu y a la propia gente. Hasta 1960 no teníamos esos otros espectros de colores artificiales que fueron introducidos en el mercado. Antes de eso trabajábamos con las tinturas naturales de insectos, plantas y frutas de nuestras comunidades, lo que otra vez me lleva a esa querida tradición y a la relación con la tierra. Ser creativo, en primer lugar, significa estar en un espacio vulnerable. Especialmente siendo artistas de color, siempre se espera de nosotros que hablemos del trauma y de la violencia que sufrieron nuestras comunidades. Pero nosotros somos seres complejos, nos pasan también otras cosas. Entonces, ¿podemos celebrar los otros temas, por favor? C&: Eso parece muy específico del sur. ¿Cómo influye en el modo en que se plantea el trabajo? LC: Yo vengo de Luisiana, de la diáspora negra y soy tercera generación de lo que llamamos Texas y mis bisabuelos emigraron de México. El sudoeste fue mucho más tiempo México que Estados Unidos y esto implica historias en las que es importante pensar. Pienso que proclamar una identidad como afro-chicana es como un suave fuck you a la clase dominante, porque nos apartaron de esa identidad. También es afirmar que nosotros podemos definir lo que es hogar y que está bien que ese hogar pueda estar en diferentes lugares. Texas tiene de verdad una dinámica interesante, especialmente Houston, porque es una ciudad portuaria cerca de Galveston. Oscila entre relaciones norteñas y sureñas, entre el sur global y el norte, entre una historiografía del sudoeste y otra del sudeste. C&: ¿En qué está trabajando en este momento? LC: Actualmente estoy trabajando en una pieza de tela de gran escala que mide 20 pies por 20 pies llamada Suficiente sustento. Alrededor de esta pieza habrá otras que cuelgan y tienen amables exhortaciones a ocupar espacios. Es una invitación dirigida a aquellos que se definen a sí mismos como gente de color, o pertenecientes a la comunidad no binaria, indígenas, pobres o clase trabajadora. Todos ellos pueden tomar una de las pequeñas piezas colgantes y llevarla a su casa y cualquiera que se identifique como blanco y/o adinerado puede hacer una invitación a la causa y llevarse una también. Un mochuelo contra las políticas del olvido: el museo itinerante en Montes de María Leticia Contreras es una artista interdisciplinaria y gestora cultural queer y afro-chicana nacida y crecida en Houston, Texas. Su obra explora temas como la memoria encarnada, la alegría radical, y el modo en que nos relacionamos entre nosotros y con el medio ambiente. Usa materiales que extrae del mundo natural, como inspiración y como material. Leticia trabaja con diferentes medios, fotografía, instalación y performance para poner al descubierto las historias del espacio. Los espectadores cruzan los límites del asistir y participar. Nan Collymore es escritora y programadora de eventos artísticos y confecciona adornos en metal en Berkeley, California. Nacida en Londres, vive en los Estados Unidos desde 2006. Traducción del inglés de Nicolás Gelormini