Ash Barty, de jugadora de cricket a campeona del Roland Garros

La australiana Ash Barty decidió alejarse del tenis en 2014 para probar suerte con el cricket, un deporte muy popular en su país. Tras dos años de ausencia, la australiana regresó a la Gira de la WTA. Esa última decisión rindió frutos el sábado, cuando alcanzó el título de Roland Garros.

Barty, octava preclasificada, tomó el control del duelo desde el inicio de la final del Abierto de Francia y nunca aflojó el paso. Arrolló 6-1, 6-3 a la checa Marketa Vondrousova, de 19 años.

“Hoy jugué el partido perfecto”, dijo Barty. Así fue, sobre todo en el comienzo.

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La joven de 1,66 m, baja para el tenis, tomó una delantera de 4-0 y demostró que había aprendido la lección luego de dilapidar una ventaja de 5-0 en el primer parcial de su duelo de cuartos de final frente a otra adolescente, la estadounidense Amanda Anisimova, de 17 años. Esta vez, supo mantenerse adelante.

Cerró el encuentro con una ventaja de 27-10 en winners, ante una dubitativa Vondousova. Ninguna australiana había ganado el trofeo en Roland Garros desde Margaret Court en 1973.

“Hoy me has dado una lección”, le dijo Vondrousova a Barty durante la ceremonia de premiación en la cancha Philippe Chatrier.

Ni Barty, de 23 años, ni Vondrousova, habían jugado jamás una final de un grande del tenis. Ninguna había estado siquiera en una semifinal de las grandes citas sino hasta esta semana.

Entrevistada sobre la pista de arcilla, se mencionó a Barty que lució muy serena en el encuentro.

“¡Oh!, la verdad es que sí estaba muy nerviosa”, respondió.

Tenía motivos para estarlo. No había llegado más allá de la cuarta ronda en sus primeras 17 apariciones en torneos del Grand Slam, antes de colocarse en cuartos de final frente a su público durante el Abierto de Australia, en enero.

Pero lució como una veterana el sábado, atinando su revés con slice para crearse espacios que después aprovechó mediante tiros de derecha con topspin. Esa fórmula le redituó 11 de sus winners.

Tras disputar el US Open hace cinco años, Barty abandonó el tenis profesional. Había sido exitosa en las categorías juveniles, coronándose en Wimbledon en 2011. Jugó en tres finales de dobles.

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Pero su experiencia en el cricket le dio la oportunidad de reconsiderar su actitud en su otro deporte. Volvió al WTA en 2016.

“Han sido dos semanas mágicas”, expresó.

La final de mujeres comenzó aproximadamente hora y media después de lo previsto. Antes, debió reanudarse el encuentro semifinal de hombres, en que el austríaco Dominic Thiem superó 6-2, 3-6, 7-5, 5-7, 7-5 al serbio Novak Djokovic.

El partido se interrumpió el viernes por la lluvia.

Thiem enfrentará este domingo a Rafael Nadal, 11 veces monarca en Francia. Será una reedición de la final anterior.