OPINIÓN

Así empiezan los paros que no existen

“Piloto, ¿quiénes son esos ‘caddies’? No, presidente, son campesinos”.

Daniel Samper Ospina, Daniel Samper Ospina
31 de agosto de 2013

Es domingo 18 de agosto y el presidente Santos sobrevuela Boyacá.

Hace rato no daba una vueltica en el helicóptero, capitán: linda tarde de sol para ir a Sopó a comprar postres en Alpina… Quiero tener un detalle con Tutina por haber salido en la portada de Vogue.

-Lo felicito, señor presidente.

-Pero acá la oposición no reconoce los triunfos del gobierno: si hubiera sido doña Lina en el magazine Arrieros Semos o Dalita Navarro en SoHo, todos estarían aplaudiendo.

-Tiene razón, presidente.

-Piloto, ¿quiénes son esos caddies que están echando piedra allá abajo?

-No son caddies, presidente: son campesinos.

-¿Y eso qué significa?

-Que están descontentos.

-Quiero decir: campesinos, esa palabra: ¿qué significa?

-Que trabajan en el campo.

-¿En el campo de golf?

-No, no, presidente: en el campo, campo.

-¿En Anapoima? ¿Son cuidanderos?

-No, presidente. Gracias a ellos tenemos papas y verduras en nuestras casas.

-¿Lo que usted me trata de decir es que trabajan en Carulla? ¿Son los que embolsan?

-A ver si me explico: esos hombres son labradores.

-Qué raro: parecen humanos. Los labradores tienen cuatro patas, yo tengo en la finca. ¿Y qué es lo que hacen allá abajo?

-Queman llantas, presidente. Queman llantas porque están descontentos.

-Qué raro: cuando yo quiero quemar llantas, hago ejercicio. Es mucho mejor.

-Es que estos campesinos están en paro, presidente, porque están quebrados. 

-¿Y no serán más bien terroristas? 

-No, presidente: son paperos.

-Pueden tener papas bombas… ¡Voy a mandarles al Esmad!

-No: solo quieren negociar…
 
-Pues están locos: que sepan de una vez que, a menos de que hayan secuestrado gente, reclutado menores o hecho tomas a pueblos, yo-no-ne-go-cio-con-vio-len-tos. Y menos si se ponen la falda tan arriba.

-No son faldas, presidente: se llaman ruanas.

-Con mayor razón hay que judicializarlos. En el gobierno pasado me enseñaron que la Justicia es para los de ruana. Lo decían Sabas y Diego Palacio.

-¿No prefiere hablar con el ministro de Agricultura antes de judicializarlos?

-¿Hay ministro, acaso? 

-Sí, el doctor Estupiñán.

-¡Ah, sí, él!: pero me temo que Estupiñán es el apodo, no el apellido. 

-Pero el paro se crece...

-¿Cuál paro?: yo solo veo a unos cuantos miles de campesinos que protestan. Y que cierran las vías. Y que tiran los alimentos a la calle: ¿de qué paro hablan, si el tal paro no existe?

-Y me temo que los votos de la reelección en Boyacá tampoco, presidente.

-¿Qué hacíamos en el gobierno de Uribe pasado con estos... cómo es que se llaman?

-¿Paros?

-No, los que protestan.

-¿Campesinos?

-Eso: campesinos. ¿Qué hacía el gobierno de Uribe con ellos? ¿Les paraban más bolas?

-Claro que sí: el programa agrario del doctor Uribe les permitía viajar, conocer las ciudades, saber qué es un semáforo y una cartulina; a veces, incluso, les ponían uniformes de la guerrilla para poderlos velar. 

-De todos modos esto no es un paro, y me perdona: si reconocemos que es un paro, ¿qué sigue?

 ¿Decir que hay guerra en Siria? 

-¡Mire, esos paperos marchan hacia la boca del lobo!

-¿El expresidente Gaviria está allá abajo? Bueno: finalmente, todo comenzó por él...

-No, digo que están caminando hacia la tanqueta del Esmad. 

-¿Y por qué hay humo blanco? ¿Los paperos están eligiendo nuevo papa? ¿Por eso se llaman paperos?

-Es que están echando gases, presidente.

-¿O sea que Angelino está allá abajo? 

-¡Mire: le están dando una golpiza a un campesino!

-Bueno, pero no hay que exagerar: en todas partes hay diferencias…

-Pero le están dando duro y la gente se está alebrestando.

-Pues la tal golpiza no existe.
 
-La protesta está creciendo.

-No me parece: son unas hormiguitas que corren ahí, de lado a lado. 

-Esto se puede salir de las manos.

-¡Qué va! El tal paro no existe: el paro agrario son los papás.

-Se están tomando las calles…

-Bueno, pero ahí está listo Luchito: si hay tomas, él aparece.

-Mire: ahora los campesinos botan la leche como protesta.

-Sí, pero no lloremos sobre la leche derramada.

-¡Y sacan cacerolas!

-No importa: desde hace rato importamos huevos para que tengan qué freír.

-¡Y pancartas diciendo que a usted no le importa el campo!

-¡Cómo pueden decir que no me importa el campo si justamente estamos logrando que todo lo del campo sea importado!

-Están que explotan…

-Pero no nos amarguemos, que es fin de semana: más bien cuénteme, ¿qué tal vio a Tutina en Vogue? Ah, qué orgullo... Tutina en Vogue… Yo en Time…: ¡falta mi hijo Esteban en Men´s Health! ¿Él estará allá abajo?

-No: los de abajo son del Esmad y él está en el Ejército.

-Lástima: si no bajaba y lo saludaba de beso. 

-¿Nos devolvemos ya?

-Sí, aunque por mí me quedaba viviendo acá, en las nubes.

-Creo que ya lo hace, presidente.

-Como sea, lindo el paisaje, bien lindo el campo … Y grandote. Con razón Carlos quería fraccionarlo. Y lindos esos san bernardo.

-¿Perdón?

-Los que vimos…

-Labradores, presidente. Eran labradores.

-Eso. Lindos. 

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