VIVIENDA
Azembla, la compañía colombiana detrás de 8.000 viviendas de interés social en Panamá
Los beneficiados son miles de panameños cobijados por el programa de interés social 'Techos de Esperanza', que gracias a Azembla, tienen una residencia digna.
¿Se imagina una casa que solo requiera de una escoba y un paño mojado para mantenerla en perfectas condiciones de limpieza? En las construcciones tradicionales esto puede requerir de costosos implementos y productos, pero todo es más sencillo en las viviendas construidas con el Royal Building System (RBS).
Este es un sistema de construcción donde la estructura principal está compuesta de paneles de PVC que se ensamblan y luego se rellenan con concreto para garantizar su firmeza. Su armado se puede llevar a cabo en la mitad del tiempo que toma una vivienda tradicional y no requiere mano de obra calificada. Las ventanas que también son elaboradas en PVC generarán un buen aislamiento térmico y acústico. En general, la construcción será fácil de limpiar, durable e impermeable.
En Colombia, la compañía Azembla fabrica las piezas del sistema, y con miras a expandir su presencia en el continente, la empresa tocó las puertas del gobierno panameño hace unos años. La administración de ese momento estaba analizando opciones para ‘Techos de Esperanza’, el programa de vivienda de interés social de la Nación, y vio en Azembla y el RBS la mejor opción para darles residencias dignas a quienes más las necesitaban.
De la mano de Royal Construction Panamá, su aliado estratégico en el país istmeño, la compañía colombiana ya ha suministrado más de 8.000 viviendas para el proyecto, que beneficia a familias que tengan un terreno propio pero no una casa construida. Además, ha participado en otras 4.000 construcciones para diferentes clientes, pues el sistema es versátil y permite levantar desde un cobertizo hasta un edificio.
Con orgullo, Azembla muestra videos en los que se ve a las familias ensamblando los paneles de lo que será su propio hogar. Así de fácil es hacerlo. William Pardo, vicepresidente comercial de la compañía, describe el sistema “como un lego”. Asegura que es capaz de proveer “bienestar y calidad de vida a las familias de menos recursos”, y cuenta que cuando los futuros habitantes de la vivienda participan en su construcción, se genera un sentimiento de pertenencia inigualable. “Para nosotros, ver a las familias felices es un salario emocional muy alto”, concluye.