CARLOS DIEPPA
La historia de Carlos Dieppa, un barranquillero global
Después de abrir la operación de la estadounidense Mars en el país, este colombiano llegó a presidir la subsidiaria de Brasil y ahora es el responsable para toda América Latina. Así lo logró.
En este gigante productor de artículos de consumo masivo aprendió del negocio y conoció el área de mercadeo. Un día recibió la llamada de un headhunter que le propuso liderar la operación de otra multinacional que quería ingresar a Colombia. Se trataba de Mars, la sexta compañía privada más grande de Estados Unidos, que factura US$33.000 millones en el mundo y que entre sus marcas tiene los chocolates Milky Way, Snickers, M&M, así como los alimentos para mascotas Pedigree y Whiskas.
“Lo primero que tuve que hacer fue irme a aprender sobre la compañía en la filial de Puerto Rico, que en ese entonces atendía a Colombia, a través de un contrato de distribución con Tecnoquímicas. Luego me fui a Cali para empezar a desarrollar el negocio nosotros mismos”, recuerda con un acento pausado que no delata su origen costeño.
Además de abrir el mercado a los famosos chocolates, también empezó a buscar espacio en el pequeño mercado de alimentos para mascotas, que a comienzos de 2000 era incipiente en Colombia, pero que hoy mueve unos $350.000 millones anuales según cifras de Nielsen.
Dieppa dejó de depender de Puerto Rico y fue el primero y único empleado de Mars Andina, pero poco a poco fue abriendo mercado y logró convencer a sus jefes de que, para ser más competitivos en el país, lo más práctico era abrir una planta de alimento concentrado en Colombia, pues su transporte internacional resultaba muy costoso.
En 2007 cumplió ese objetivo y comenzó a fabricar comida para perros en una planta en Barranquilla, la cual genera 107 empleos.
Luego vinieron las exportaciones hacia Perú, Ecuador y Venezuela. Este último alcanzó a ser un cliente muy importante, pues allí el consumo de comida para mascotas era mayor que en Colombia.
Se estima que la mitad de los hogares del país tiene mascota, pero solo 10% de ellos los alimenta con concentrado, lo que implica una gran oportunidad de negocio para las empresas que compiten en ese segmento. Las marcas de Mars tienen hoy 14,6% del mercado nacional.
En el negocio de los chocolates, Dieppa también ve un enorme potencial, pues el consumo de los colombianos es muy bajo. Mientras los argentinos registran un consumo per cápita de 4 kilos al año y los brasileños de 1,2 kilos, los colombianos alcanzan apenas 0,6 kilos.
Este ejecutivo confiesa que la operación de Mars Andina es la más pequeña de la multinacional en la región, pero también es la que tiene más espacio para crecer. No en vano MasterFoods, la razón social que tiene en Colombia, facturó el año pasado $100.534 millones, 8,7% más que en 2013.
Los buenos resultados le implicaron a Dieppa un nuevo trasteo con su esposa y sus dos hijos. En 2009 lo promovieron para dirigir la unidad de alimentos para mascotas de Mars en Brasil, que es la más grande de la región. Un nuevo idioma y nuevo ambiente laboral que le han enseñado a tener una visión global.
En enero de este año, a sus 47 años, vino un nuevo ascenso, esta vez para dirigir la misma unidad pero en toda América Latina y, aunque sigue basado en Brasil, se la pasa en un avión de México hasta Argentina.
Dieppa considera que haberse desarrollado profesionalmente en multinacionales le ha servido para hablar con propiedad de la región latinoamericana.
Desde afuera ha cambiado su visión del país y cree que el principal defecto local es que se piensa mucho en el corto plazo, lo que hace que los negocios se hagan de a pocos y las expansiones tomen mucho tiempo.
Al igual que su prima, la actual Miss Universo, Paulina Vega Dieppa, este ejecutivo, amante del mountain bike y jugador de tenis, es uno de los colombianos que hoy deja en alto el nombre del país.