Entrevista
“Luego de tres meses ni siquiera hay una denuncia en mi contra”: Daniel García, el funcionario de la Alcaldía de Bogotá que renunció por supuesto acoso sexual
El exdirector de convivencia de la Secretaría de Gobierno de la capital, quien se retiró de su cargo tras conocerse un correo anónimo en el que se le señalaba de acosar sexualmente a una subalterna, revela que su vida y su reputación fueron destruídas. Quien lo acusó, ahora no aparece.
Luego de haber renunciado a su cargo, señalado por un supuesto acoso sexual, Néstor Daniel García Colorado pasa sus días encerrado en su casa, pasando hojas de vida. Aunque trata de rehacer su carrera, solo encuentra negativas y teléfonos que no contestan. Quienes fueron sus compañeros de trabajo y de partido, hoy le dan la espalda.
A pesar de eso, lo que más lo indigna es que la misteriosa víctima que lo señaló de ofrecerle trabajo a cambio de favores sexuales, en una carta anónima revelada por la concejal Lucía Bastidas el 16 de marzo de 2021, hoy no aparece y su denuncia solo existió en el cabildo, porque no se hizo oficial ante las autoridades.
Sobre el tema, García Colorado decidió romper su silencio y hablar con SEMANA.
SEMANA: ¿Cuánto tiempo ha pasado desde su renuncia a la dirección de convivencia de la Secretaría de Gobierno?
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Néstor Daniel García (N.D.G): Han sido 90 días exactos: tres meses.
S: Y en este tiempo, ¿ya ha sido llamado por las autoridades judiciales para que pueda dar su versión de los hechos sobre el presunto acoso sexual que habría infringido contra una una de sus funcionarias?
N.D.G.: Primero, nunca he tenido ninguna conexión de índole sexual con ninguna de mis subalternas ni tampoco alguna de ellas me ha acusado o denunciado por ese motivo. La Fiscalía (General de la Nación) no me ha llamado hasta el momento.
S: ¿Y por qué cree que no lo han buscado? ¿Dilaciones en la justicia?
N.D.G.: ¡Porque ni siquiera existe una denuncia formal en mi contra! Interpuse un derecho de petición ante la Fiscalía para que se me indicara si existe alguna denuncia contra mi, o algún requerimiento, pero el ente investigador me respondió que no hay indagación o procedimiento alguno.
S: ¿Qué pasó entonces con la denuncia anónima que le llegó a la concejal Lucía Bastidas y que reveló en el Concejo de Bogotá?
N.D.G.: Era un anónimo, por tanto nunca pude saber de quién se trataba. Dicha carta fue remitida a la oficina de control disciplinario de la Secretaría de Gobierno, donde la investigación sigue en curso.
S: ¿Pero entonces dicha oficina sí se ha puesto en contacto con la mujer que lo denuncia?
N.D.G.: No. Lo que ha hecho esta oficina es responder el correo electrónico desde el cual se lanzó el anónimo, solicitándole a la supuesta denunciante que se haga presente de manera física o virtual (audiencias por Teams) para que amplíe o ratifique su denuncia. Hasta el momento ni siquiera se ha respondido ese e-mail ni aparecido un ser humano doliente de eso.
S: ¿Ha averiguado si existe algún proceso que esté asesorando la Secretaría de la Mujer en su contra?
N.D.G.: Esa información de la Secretaría es confidencial y no me la entregan, pero no he sido notificado de ninguna acción por parte de ellos.
S: Más allá de si existe denuncia o no, ¿usted tuvo comportamientos inapropiados de índole sexual con alguna mujer de su entorno –laboral o no– durante su periodo en la Secretaría de Gobierno de Bogotá?
N.D.G.: ¡Nunca! Esa es la tranquilidad que he tenido todo este tiempo.
S: ¿O sea que usted afirma que nunca ha acosado ni se ha comportado de forma indecorosa o abusiva con una mujer en su vida?
N.D.G.: Nunca, reitero. No me iba a dar después de 43 años de vida por cambiar esa posición. Nunca lo he hecho ni lo haré. No pasa por mi cabeza.
S: Pero dentro de las acusaciones en su contra, también mencionaban que usted presionaba a las mujeres que querían ser gestoras de convivencia del Distrito para que le brindaran favores sexuales a cambio de sus trabajos…
N.D.G.: Eso es absolutamente falso. Mi intervención en la contratación de la secretaría era mínima y se hacía a través de programa “Talento, no palanca” o por intermedio de mis superiores, en ese momento Camilo Acero y, por supuesto, el secretario [de Gobierno] Luis Ernesto Gómez.
S: Incluso se conoció una carta de renuncia de una funcionaria, dirigida al señor Acero, en la cual aseguraba que se había sentido “vulnerada en múltiples maneras” por usted. ¿Sabe de cuál funcionaria se trata y por qué asegura que usted la violentaba?
N.D.G.: No fue una funcionaria sino una contratista, quien durante todo el año previo al anónimo era mi mano derecha y se encargaba de todos los asuntos importantes de la dirección a mi cargo. Ella me informó que le había salido un contrato en la Organización de Estados Iberoamericanos y que por tal razón prefería renunciar al contrato que tenía en Gobierno.
S: Discúlpeme insistir, pero ella en su carta de renuncia asegura que usted la violentaba…
N.D.G.: Lo que dice en esa carta no es cierto, nunca me mostró alguna indisposición con mi trato durante más de un año de trabajo juntos. No peleamos y la única situación que se me ocurre que pudiese generar molestia fue respecto al enfoque que mis superiores le dieron al programa “Observatorio de Conflictividad Social”, donde sí me expresó su molestia y me dijo que por eso renunciaba a su contrato. Nada más.
S: Queda claro que usted hoy afirma que nunca ha acosado, violentado ni tampoco se ha comportado de manera indecorosa o abusiva con alguna mujer de su entorno. ¿Esta seguro que dentro de algunos meses no vamos a conocer alguna prueba en su contra o no cambiará usted esta versión?
N.D.G.: Ciento por ciento seguro.
S: Si nadie lo ha denunciado formalmente ni tampoco se ha vuelto a tocar el tema de forma pública durante 90 días, ¿por qué cree que se lanzó esa acusación en su contra en primer lugar?
N.D.G.: No sospecho la razón, pero lo que pienso es que se hizo para dañar mi reputación y mi honra.
S: ¿Por qué cree que entre todos los delitos a escoger para presuntamente enlodar su nombre, se escogió el de las acusaciones de carácter sexual?
N.D.G.: No, pues porque en este tipo de delitos, cualquier señalamiento o acusación es una condena inmediata ante la sociedad. Siento que fui condenado sin tener siquiera un juicio o un proceso.
S: Pero, si se consideraba inocente desde ese entonces, ¿Por qué renunció a su cargo como director de convivencia del Distrito?
N.D.G.: Porque como abogado y cercano a las causas de defensa de las mujeres que sufren todo tipo de violencias, siempre dije que se debía renunciar a las posiciones de poder para brindar garantías a las posibles víctimas. En mi caso lo que hice fue comportarme de manera coherente con mi pensamiento y con mi posición profesional.
S: ¿La alcaldesa Claudia López o alguno de sus secretarios no le pidió la renuncia?
N.D.G.: No, para nada, a mí nadie me pidió la renuncia. Lo hice por voluntad propia.
S: ¿Qué tan cierto es que una de estas personas denunciantes era una expareja suya?
N.D.G.: No lo puedo afirmar o asegurar porque no tengo conocimiento sobre quién escribió ese anónimo.
S: Militantes del partido Alianza Verde le dijeron a SEMANA que usted no era muy querido dentro de la colectividad que ayudó a fundar. ¿Cree que esto pudo haber motivado dicho ataque en su contra?
N.D.G.: ¡Hasta ahora me entero por usted que no me quieren en el partido! No tengo ni idea de si eso tuvo que ver o no.
S: Aunque no existe un proceso en su contra, no quiere decir que actualmente no esté cargando una cruz a cuestas, sobre todo en internet, ¿verdad?
N.D.G.: Pues en realidad no tanto. El primer día que la noticia salió en todos los medios, incluido SEMANA, nadie me llamó siquiera a preguntarme si era verdad o no. En las redes sociales, especialmente Twitter, se me acusó mucho esos primeros días pero luego el tema quedó ahí.
S: Si nadie volvió a mencionarlo, ¿Por qué usted lo revive ahora, tres meses después, con múltiples trinos en su cuenta oficial?
N.D.G.: Ese es mi único canal de comunicación con la ciudadanía. Mi buen nombre y mi honra han quedado manchados y mi carrera depende de mi buen nombre. Revivo este episodio porque quiero demostrar que nadie hizo una denuncia formal en mi contra, como se había afirmado en ese entonces, pero si me afectaron.
S: ¿Usted ha adelantado alguna acción jurídica para resarcir su nombre?
N.D.G.: Claro. Acabo de presentar denuncia penal en la Fiscalía General de la Nación en contra de múltiples sujetos por determinar que pudieron haber participado en la elaboración y publicación de ese anónimo.
S: ¿Quiénes son esas personas?
N.D.G.: No se lo puedo revelar en esta entrevista. Por eso le estoy pidiendo a la Fiscalía que me escuche en audiencia para entregarles los nombres, chats y evidencias que demuestran la confabulación de estas personas.
S: ¿Qué ha sido de su vida tras su salida de la secretaría de Gobierno?
N.D.G.: Es una vida menos agitada y más familiar. Es un momento difícil de pasar, pero aquí voy de manera firme, con la frente en alto, asumiéndolo.
S: Hablemos de la afectación que ha sufrido a nivel profesional, de carrera….
N.D.G.: Se han cerrado las puertas. No he tenido cómo generar ingresos, y ha afectado mi moral y mi proyecto de vida.
S: ¿Y a nivel emocional? ¿de pareja?
N.D.G.: Yo comparto mi vida con mi pareja. Ella me ha apoyado 100 % desde que esto empezó y no le ha dado crédito a las acusaciones en mi contra. Eso me ha tenido muy tranquilo. Igual el apoyo de mi hija y mis padres ha sido fundamental.
S: ¿Cuál cree que ha sido el papel en esta historia de la concejal de la Alianza Verde Lucía Bastidas, quien hizo público el anónimo en su contra?
N.D.G.: Con Lucía tenemos historia, caminos comunes. Simplemente ella le dio crédito al anónimo que recibió en un principio y lo hizo público. No creo que tenga absolutamente nada más que ver o algo en contra mía.
S: Otros afirman que con esta denuncia le cobraron sus duras acusaciones contra el entonces concejal de Bogotá Hollman Morris por maltrato a las mujeres…
N.D.G.: Sin duda mi opinión, que fue conocida a través de algunos trinos míos, fue desproporcionada e injusta. Lo admito. En su momento yo triné ofreciéndole disculpas –pero nadie se acuerda de eso– y estoy seguro que no tiene que ver con ese episodio. Muchos seguidores suyos sí retomaron el tema en redes, atacándome.
S: Las acusaciones de índole sexual que involucran a funcionarios públicos entran en un manto de duda cuando no se presenta denuncia, pruebas, testimonios o algún sustento. Expertos afirman que suelen tener cálculos políticos detrás. ¿Hay algún sector dentro de la Alianza Verde o algún otro partido para quien usted se haya vuelto incómodo? ¿Necesitaban sacarlo del camino?
N.D.G.: No tengo ningún enemigo conocido o alguien que quisiera sacarme de camino alguno. No creo ser tan importante…
S: Pero usted ayudó a fundar el partido verde. ¿No tiene relación alguna?
N.D.G.: No tengo relación alguna con la dirigencia del partido desde el año 2014. Trabajé 9 años como secretario general del partido y luego me declaré militante de base. No tengo influencia alguna, ni voy a reuniones ni nada.
S: ¿Lo expulsaron del partido por el anónimo?
N.D.G.: ¡No!, para nada. Sigo siendo simpatizante de la Alianza Verde.
S: En conclusión, ¿Por qué cree que lo acusaron?
N.D.G.: La sospecha que yo tengo es que se trata de una situación de carácter sentimental, que motivó a una persona dolida a inventarse unas acusaciones en mi contra para lastimarme. Eso es todo.
S: Finalmente, ¿Qué quisiera decirle hoy a esa persona a través de SEMANA?
N.D.G.: Quiero decirle que yo no tengo ningún sentimiento de odio ni de rencor contra esa persona, pero sí me parece que debería salir a la luz pública y decir la verdad, pues todo esto me ha hecho muchísimo daño.