MINERÍA

Encuentran litio en zona de termales de Paipa, Boyacá

Pruebas científicas del Gobierno determinaron que en Boyacá hay algunas concentraciones de litio, considerado el ‘oro’ del sector tecnológico. También habría rocas fosfóricas, uranio y gas metano. Informe especial.

8 de junio de 2017
Según fuentes del gobierno chileno, el país austral tiene cerca de 52% de las reservas mundiales de litio. | Foto: FOTO: ARCHIVO PARTICULAR

Boyacá es una de las pocas regiones de Colombia con una canasta diversificada de productos. Y no hablamos solo de los alimentos que producen sus verdes campos y que promociona en varios comerciales el ciclista de estas fértiles tierras, Nairo Quintana.

No es nada nuevo que este departamento tenga grandes depósitos de carbón que se han usado desde hace décadas para el procesamiento del acero, así como uno de los pocos y más prolíficos yacimientos de esmeraldas en el mundo. Boyacá no es solo eso.

En temas de turismo es líder con destinos como Villa de Leyva, la Laguna de Tota y Paipa. A esto hay que sumarle la producción de papa, cebolla, leche y carne bovina en varios de sus municipios, sin olvidar la producción industrial de Duitama y el comercio creciente de Sogamoso y Chiquinquirá.

Aprovechado o no, este es un departamento como pocos en el país. A esta larga lista hay que sumar ahora otros minerales que están siendo detectados por el Servicio Geológico Nacional. Hablamos del litio, en proximidades a los termales de Paipa; rocas fosfóricas, que estarían ubicadas entre Boyacá y Santander, así como uranio y hasta gas metano, asociado a la ya tradicional explotación de carbón boyacense.

¿Qué tanto litio hay en Boyacá y qué tan rentable sería extraerlo? Estas son preguntas que podrán despejarse una vez se confirmen las eventuales reservas. Hasta ahora lo que hay son indicios, más no yacimientos.

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En el segundo semestre estaremos revisando algunas mineralizaciones de litio que habría entre Boyacá y Cundinamarca”, anticipó a este medio Gloria Prieto, directora de recursos minerales del Servicio Geológico Colombiano. La funcionaria explicó que aún no pueden generarse falsas expectativas con el tema del litio boyacense, pero que los análisis, muestreos y mapas generados indican que hay concentraciones del mineral en la zona. “El Servicio no puede decir si eso es explotable o no, esa es una responsabilidad de otras entidades del Gobierno, que igual tienen en cuenta nuestros informes”, aseguró.

El Servicio no entregó información exacta de las ubicaciones de estos hallazgos o potenciales yacimientos para evitar la llegada masiva y desordenada de interesados en estos minerales, que son muy codiciados en mercados internacionales.

Lo cierto del caso es que el litio es un mineral de moda en el mundo debido a su amplia y creciente demanda asociada a las baterías de los vehículos eléctricos y celulares que se fabrican con este insumo.

Vale la pena destacar que el mayor productor de litio en el mundo es Chile, con cerca de 52% de las reservas probadas de este mineral.

Dinero habló con Eduardo Bitran, vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), cuyas oficinas están en Santiago de Chile. Esta agencia gubernamental es la encargada de impulsar proyectos productivos, incluidos estos de litio.

Según Bitran, reconocido político y economista de ese país, el mundo está viviendo una nueva revolución impulsada por los nuevos desarrollos de energía limpia en donde calzan muy bien los minerales como el litio.

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Las proyecciones de Corfo son interesantes, de llegar a confirmarse un hallazgo importante en Boyacá. “La demanda de este mineral se proyectó en 180 millones de toneladas de carbonato de litio en 2016, para el año 2025 el mercado podría requerir unas 500 millones de toneladas y a 2035 unas 1.500 millones de toneladas. Esas son cifras interesantes, si se tiene en cuenta que el precio de la tonelada hoy se acerca a los US$10.000”, explicó Bitran.

Foto: El gobierno de Chile negoció con las comunidades cercanas a las minas de litio para viabilizar un plan que permitirá duplicar la producción del mineral en el mediano plazo.

El costo de producción puede variar según el tipo de yacimiento. Para el caso de Chile, en donde los depósitos se encuentran en grandes salares, este valor se acerca a los US$2.000 por tonelada. Pero si se trata de minas, como es el caso de Australia y probablemente de Colombia, la cifra se puede incrementar a unos US$4.000 por tonelada. Un costo que seguiría siendo rentable para las empresas productoras; sin embargo, primero habría que solucionar la mala imagen de la minería.

Y ese es un tema clave. En los últimos meses se han registrado varias consultas populares en donde los pobladores deciden si prohíben o no la minería. Hay cerca de 44 consultas más programadas para los próximos meses, incluyendo la industria petrolera. Esta señal, sumada a la inseguridad derivada de varios fallos judiciales y a la poca estabilidad tributaria, frenan cualquier ánimo para iniciar exploraciones en Boyacá o cualquier otra región del país.

¿Cómo están revirtiendo esa tendencia países como Chile? Eduardo Bitran explica que su país no ha sido ajeno a ese tipo de choques entre comunidades, gobierno y empresas mineras. Sin embargo, se han producido avances en los últimos años que han permitido mejorar la viabilidad y expansión de algunos proyectos estratégicos.

Foto: Eduardo Bitran, Vicepresidente ejecutivo de Corfo.

Según comentó el experto, hace poco se logró un acuerdo con 18 comunidades cercanas al proyecto de litio en el Salar de Atacama. “El acuerdo, suscrito con la filial de la multinacional estadounidense Albemarle prevé el pago de 3% de las ventas totales a estas comunidades. Pero para que accedan a estos recursos es necesario que estas personas se organicen en fundaciones para que se puedan ejecutar los recursos”, explicó el alto funcionario. Esta negociación permitió definir un plan de expansión que llevará a esta mina a duplicar la producción en el mediano plazo. Se trata de un gana-gana que debe ser analizado por las autoridades colombianas, tanto nacionales como regionales. Bitran también habló de la necesidad de impulsar proyectos de encadenamiento productivo en las regiones para que estas se beneficien directamente de la minería.

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De no tomarse este tipo de medidas, estaría en juego el futuro de toda la actividad. Una primera salida a la problemática minera pasa por solucionar los vacíos que en materia de pertenencia de tierra existen, así como en actualizar los planes de ordenamiento territorial (POT). Según cifras del Departamento Nacional de Planeación, solo 4% de los POT municipales prevén algún tipo de actividades mineras. También se hace necesario empezar a trabajar en los POT departamentales, teniendo en cuenta que algunos proyectos mineros superan las fronteras de un municipio.

¡A explorar!

Con la recopilación de datos y la elaboración de mapas sofisticados se dan los primeros pasos para ampliar la frontera minera del país. Sin embargo, es necesario continuar con fases más agresivas de exploración.

El profesor de la Universidad Nacional, sede Medellín, Óscar Jaime Restrepo Baena, dijo que por su tipo de geología y su ubicación geográfica, Colombia es un país muy rico en minerales y que otros países de la región con las mismas características nos han tomado ventaja. “No tenemos un conocimiento de nuestro suelo y subsuelo y vecinos como Perú y el propio Ecuador ya hicieron la tarea. En el caso de Perú, los proyectos mineros a 2020 prevén inversiones por US$55.000 millones, acá no llegan a US$5.000 millones”, dijo.

Foto: Los salares de Chile contienen grandes cantidades de litio, mineral utilizado para la fabricación de baterías de carros eléctricos y celulares, entre otros productos.

El catedrático aseguró que hay un potencial interesante con las llamadas tierras raras (conjunto de 19 minerales escasos con amplias aplicaciones industriales) y que por ello la Nacional suscribió en 2016 un acuerdo de cooperación con la Universidad de West Virginia.

“Había escuchado algo del litio en Boyacá, pero también tenemos un potencial importante en uranio, rocas fosfóricas y tierras raras, el que busca encuentra”, asegura Restrepo, quien además es profesor de la Facultad de Minas y tiene un doctorado en siderurgia.

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Países como Ecuador vienen haciendo un trabajo interesante en temas mineros. Restrepo explica que ese país tiene 9 proyectos grandes de desarrollo para aprovechar recursos como oro, plata, cobre y zinc. “Cinco de ellos están a punto de iniciar explotación”, aseguró.

Trabajo heroico 

La campaña del Servicio Geológico fue tan anónima como heroica. En los últimos años ha recolectado unas 75.000 muestras en un área de aproximadamente 600.000 kilómetros cuadrados. Para desarrollar estas labores fue necesaria la contratación de miles de vuelos en avión a fin de realizar un barrido cada 500 metros lineales en las zonas Andina, Orinoquia y Amazonia. De esta manera se recopilaron los valiosos datos.

Cada aeronave incorpora equipos sofisticados para la detección de señales magnéticas que emiten estos minerales. El trabajo es muy complejo y riesgoso: dos avionetas se estrellaron, una por la topografía de la zona en donde se trabajaba y la otra por imprevistos de los pilotos.

También hay que destacar la labor adelantada por un grupo de 60 geólogos y técnicos desplegados en tierra para realizar el trabajo de campo. Estas personas recogen muestras y las llevan a laboratorios especializados que arrojan una serie de datos fundamentales para la elaboración de los mapas. También participan 6 personas de una universidad canadiense que trabaja como asesora y entre 15 y 20 personas de la Universidad Nacional.

Foto: El gobierno de Boyacá proyecta explotaciones futuras en gas metano y rocas fosfóricas.

Todo esto permitió elaborar un mapa que contiene 447 depósitos de minerales y 3.111 zonas con potencial minero. La inversión en estos trabajos es de US$45 millones, según una presentación pública que hizo hace unas semanas el director del Servicio Geológico, Óscar Paredes.

El tiempo dirá si era rentable o no sacar ese litio de Boyacá y tantos otros minerales que se están encontrando, como el cobre entre Chocó y Antioquia. La única certeza es que hay que dar un giro de 180 grados en la política para sacar adelante ese potencial del que tanto se habla y escribe. Una idea es seguir copiando el trabajo chileno, como pagarles con una parte de la producción a las comunidades, pero para eso es necesario poner primero la casa en orden.

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