Buscan la fama vestidos de luces

Parece inexplicable que, en los tiempos que corren, haya niños y jóvenes que piensen que ponerse un traje de luces y enfrentarse a un toro siga siendo una opción de vida. Que ser torero sea un camino para alcanzar dinero, gloria y fama.

Parece imposible porque, precisamente, en los tiempos que corren, hay quienes usan argumentos ‘animalistas’ para prohibir la fiesta brava, una manifestación y tradición cultural –según lo sentenció la Corte Constitucional colombiana-, y han hecho que cada vez más una parte de la sociedad satanice la tauromaquia.

Pero aún existen aficionados. Que llenan plazas, que siguen toreros. Y hay niños que ven a los hombres vestidos de luces en sus héroes y quieren seguir sus pasos.

Franco Salcedo (Cali, 19 años) no piensa en el dinero, ni la fama, ni la gloria. Vive en un exclusivo sector del sur de Cali. No le faltaría nada para vivir bien, con comodidades. Pudo haber estudiado alguna carrera universitaria, pero escogió el camino del toreo.

Sin tradición taurina, su familia se sorprendió por esa vocación. Pero la respetaron. Franco se siente vivo toreando, y por eso dice que escogió ese camino. Un camino que inició hace cinco años, en la Escuela Taurina de Cali. Luego vivió en España buscando oportunidades. Ahora está en Bogotá para que más de diez mil personas, en la plaza de Santamaría, reconozcan su valor.

En cambio, Guillermo Valencia (Popayán, 16 años), no podía eludir su destino. Su padre, del mismo nombre, quiso ser un afamado torero, pero eso está al alcance de unos pocos, y tuvo que conformarse con ser un torero de ferias de pueblos en Cauca y Nariño, donde ganaba algunos pesos que sirvieran para sostener su familia, y su afición.

Guillermo, el padre, quizás para satisfacer su frustración, apostó por ver en su hijo lo que no pudo ser. Guillermo, el hijo, ve en los toros una forma de alcanzar fama y éxito, y por eso torea desde los 9 años.

Hay quien dice que por imposición de su padre. Pero Guillermo lo niega. Dice que los toros son su pasión, y en tres años ha toreado, con cartel de niño torero, en Ecuador, Venezuela, y en las más importantes plazas colombianas. En Bogotá ya lo reconocen y tiene hasta su grupo de seguidores.

Juan de Castilla también tiene 16 años. Ya sabe lo que es torear con figuras del toreo, pues en febrero pasado lo hizo en la feria de Medellín en un festival. Jamás pensó que esos toreros que soñaba con eliminar serían sus compañeros en el ruedo.

Hay otros que empiezan a trazar su camino. Francisco Gómez, de Sogamoso; Mateo Jaramillo, de Manizales. Daniel Garzón y Alejandro Gómez, de Bogotá, y José Miguel González que se inclinó por el rejoneo.

Desde este 6 de agosto se presentarán en Bogotá. Una oportunidad para darse a conocer y buscar un triunfo que los respalde para ser toreros, en pleno siglo XXI.

Carteles

En el festival de Verano de Bogotá la Santamaría ofrecerá tres novilladas y una corrida de toros. La entrada será gratuita.

- Sábado 6 de agosto: Novillos de Armerías para Francisco Gómez (Sogamoso), Daniel Garzón (escuela taurina de Choachí) y el rejoneador José Miguel González.

- Domingo 7 de agosto: Novillos de Pozoblanco para Guillermo Valencia (Popayán), Mateo Jaramillo (escuela taurina de Cali) y Alejandro Gómez "El Moni" (Choachí)

- Sábado 13 de agosto: Novillos de Veragua para Juan de Castilla (Medellín), Franco Salcedo (Cali) y el triunfador de las dos primeras tardes.

- Domingo 14 de agosto: Toros de El Paraíso para Cristóbal Pardo, Manuel Libardo y "Moreno Muñoz".