EMPRESAS
Conozca la empresa que hace un aceite de cannabis de $100 millones el litro
En las próximas semanas está prevista la primera exportación de aceite de cannabis medicinal cuyo valor por litro en el mercado alcanza los US$30.000.
El mercado local del cannabis medicinal está a punto de dar los primeros frutos luego de años de investigación, cultivo y pruebas de producción.
Todavía es necesario resolver algunos asuntos en regulación, cupos de producción y logística aduanera. Pero varios empresarios del sector coinciden en que este año es el definitivo para estos negocios, que han ejecutado decenas de millones de dólares en terrenos, equipos de investigación, permisos, licencias y laboratorios de procesamiento.
Pideka Ikänik Farms es una de esas compañías. Promete poner durante el primer trimestre de este año las primeras exportaciones en Europa y otros destinos.
Las condiciones de cultivo son muy diferentes a las que se ven en un invernadero.
Esta empresa invierte cerca de US$30 millones en un cultivo y laboratorio que funcionan bajo techo en unas bodegas de la zona industrial de Tocancipá, Cundinamarca.
DINERO recorrió las instalaciones de esta firma, dirigida por el empresario español Borja Sanz de Madrid.
En primer lugar llama la atención que para entrar hay que pasar por un meticuloso proceso de asepsia solo comparable con las plantas farmacéuticas o de fabricación de chips.
Los celulares, equipos fotográficos y ropa de los visitantes deben ser sometidos a un proceso de limpieza con luz ultravioleta, que elimina todo tipo de bacterias.
Una vez dentro de las instalaciones quedan en claro la cantidad de recursos invertidos y el nivel de sofisticación.
Toda la siembra proviene de unas plantas madre con especificaciones genéticas únicas. Están diseñadas para producir cantidades específicas de CBD o THC, dos de los cannabinoides más usados por la industria farmacéutica.
Cada planta recibe dosis de aire específicos para evitar los hongos, principal enemigo de estos cultivos.
También cuentan con una luz especial que utiliza sodio, importada de Estados Unidos. Estas lámparas proporcionan la cantidad de calor y luz necesarias para el correcto desarrollo del cannabis. También deben controlar la humedad de los espacios con equipos que miden además la temperatura y otras condiciones del aire, así como el nivel de CO2.
El control total y detallado permite que las plantas prosperen de manera adecuada. Además, las semillas fueron ‘diseñadas’ para contener las propiedades y características que exigen los laboratorios de Europa o Estados Unidos.
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Esta máquina trabaja en el proceso de destilación y purificación del aceite de cannabis medicinal.
Una vez la planta está lista, la flor pasa a un proceso de secado para luego ir a unas máquinas especiales de donde saldrá el preciado aceite.
Es casi un elixir, pura alquimia verde. Cada litro -de un tono dorado- tiene un valor en el mercado de US$30.000, es decir casi $100 millones. Por eso Pideka construyó en esta misma sede una bóveda de alta seguridad. Allí guardarán decenas de litros del preciado líquido.
La compañía tiene planes para producir unos 6 mil litros de este aceite al año, lo que se traduce en una exportación de US$180 millones. Eso sin contar que están terminando las obras para nuevas áreas cubiertas destinadas a cultivar miles de plantas más.
El aceite es tan valioso que una compañía de transporte de valores llevará esos productos al aeropuerto El Dorado para embarcarlos con destino a laboratorios farmacéuticos.
El delicado y riguroso proceso ya le representó a Pideka Ikänik Farms una importante certificación internacional. “El 20 de diciembre recibimos la Certificación BPA Cannabis de la compañía Suiza SGS, la cual certifica a Pideka en Buenas Prácticas Agrícolas en la producción de cannabis. Esto crea un nuevo estándar en la industria de cannabis en Colombia y el mundo”, dijo Borja Sanz de Madrid.
Por eso no resulta exagerado afirmar que la manipulación genética de las plantas, el preciso proceso de cultivo y la sofisticada extracción del aceite en esta planta de Cundinamarca no tienen comparación en el país.
Empresas como Pideka esperan que las entidades encargadas de facilitar el comercio exterior, como ICA, Dian, Invima y Antinarcóticos, afinen sus procesos de revisión y entrenen al personal para evitar contratiempos. La industria comienza a florecer, y el país debe demostrar que está preparado para recoger los frutos.