Refisal

Sal, el gran salto

27 de octubre de 2006, 12:00 a. m.

Posicionar en la mente de los consumidores una marca para vender un producto tan genérico como la sal, ha sido considerado como un verdadero 'cabezazo'. Refisal lo logró, al lanzar empaques novedosos para su producto, tras un proceso de observación y aplicación de tecnología. Comenzó con un salero de mesa, que dejó atrás el engorroso proceso del envase casero. Logró con nuevos procedimientos que la sal no se agrume y que fluya fácilmente por los orificios del envase. Volvió a sorprender con novedosas presentaciones como la sal dietética, sal con limón, sal con ajo y sal especial para las parrilladas, así como diversos tamaños.

Un estudio elaborado por la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Externado, destaca a Refisal como la marca de sal más reconocida, debido a que su estrategia se basa en imagen y recordación, con campañas publicitarias y un empaque que facilita su identificación. "Tradicionalmente, la sal ocupaba la parte inferior en las góndolas. Hace tres años, con la introducción de su presentación en salero de mesa y el aumento en la rotación de producto, Refisal se reubicó en un sitio de mayor presencia a los ojos del consumidor en la parte superior de las estanterías. Aunque en esta presentación el costo por gramo es mayor para el público, el caso demostró que el consumidor está dispuesto a pagar un poco más", sostiene el análisis.

Este hecho también dinamizó la competencia. Al país llegó el grupo peruano Quimpac, que adquirió la empresa Prodesal por US$35 millones. Y ya incursionó en este mercado, que en el país mueve unos US$90 millones anuales.