CARTAS

Cartas

24 de marzo de 2018

Enemigos en común
Las columnas de Daniel Coronell y María Jimena Duzán (edición n.º1872) dejan claro lo que sucederá en la próxima elección presidencial.
En política no existen los amigos, sino los enemigos en común, y es lo que sentimos los colombianos que hoy, aunque estamos convencidos de que la corrupción y la falta de gestión de la clase política continuará sin novedad, saldremos a votar por alguien en quien no creemos, para cerrarle el paso a quien sí tenemos certeza que será fatal accediendo al poder; no podemos permitir que alguien como Gustavo Petro acceda a la presidencia por 3 razones fatales: experiencia guerrillera, anarquía e ineptitud. Por estas razones finalmente Uribe, otra vez, nos pondrá el presidente, a donde recostará Vargas Lleras y el Partido Conservador para disfrutar el poder. Los demás candidatos no pesarán, Fajardo es una veleta que en la mañana dice no y en la tarde dice sí, no tendrá trascendencia, De la Calle, quien por ser el celestino de las Farc se sintió importante, se consume irremediablemente hasta extinguirse, como una veladora alumbrando un santo que ya no existe (Partido Liberal) y Piedad Córdoba tendrá como anécdota para sus nietos que alguna vez fue candidata a una presidencia, aunque no les diga de qué .
Jorge Enrique Guinand Mejía
Montería

No opera automáticamente
Frente a la edición n.o 1871 de la revista, quiero hacer las siguientes precisiones: en cuanto a la sección de ‘Confidenciales’ la reposición de los votos no opera automáticamente. El Consejo Nacional Electoral ya advirtió que es procedente solo por los gastos en que el candidato haya incurrido y pueda soportar conforme a la contabilidad de la campaña. Igualmente, en la entrevista que le realizaron a la honorable presidenta de la JEP, urge aclarar que el procedimiento de dicho Tribunal de justicia se debe aprobar por ley estatutaria, y no por ley orgánica como ella lo advirtió, toda vez que la estatutaria es la encargada de regular lo concerniente a los derechos fundamentales, como la libertad y sus restricciones y el debido proceso penal.
Carlos Enrique Cortés Otero
Bucaramanga

Muchas vidas protegidas
Sobre su portada del miedo (edición n.o 1866), que existe lo demuestra el sistemático exterminio de líderes sociales y defensores de derechos humanos que están cayendo por el miedo a las Farc que le profesa la mano negra de la ultraderecha colombiana. Yo por lo menos estoy feliz con esos 52.165 votos que en el paraíso de la corrupción obtuvo la Farc con todos los vientos en su contra. Y es porque la ecuación no es como la quieren hacer ver y sentir los medios de propaganda. Son muchas, pero muchas las vidas que se protegieron a cambio de ese puñado de votos y sus dificultades. Pero además son muchos los millones de pesos que se restaron a la guerra en el presupuesto nacional de un país donde la lesa humanidad no alcanza para quienes los dilapidan para su bolsillo matando de hambre a los niños de La Guajira o quiténselos a la salud o a la educación.
Alfredo Molano R.
Medellín

¿Se presentarán?
En la columna ‘Petrificados’ de Daniel Coronell, edición n.o 1872, el periodista menciona los nombres de cuatro integrantes del M-19 que para la época de los hechos -1988- debían entregar una propuesta de paz al gobierno de Virgilio Barco, pero que antes de lograrlo fueron arrestados y jamás aparecieron.
Con relación al caso de Jaime Bermeo Cruz debo aclarar que fue detenido en Bogotá el 17 de abril de dicho año y su cuerpo encontrado el 21 del mismo mes en Tena, Cundinamarca. Al momento hacía parte de la Dirección Nacional del M-19 y se encontraba solo y en estado de indefensión. Fue sometido a terribles torturas, para finalmente ser rematado de 14 impactos de tiros a quemarropa y un tiro de gracia en la cabeza. Lo sepultaron en el cementerio del humilde pueblo como NN y meses después fue exhumado e identificado por su familia y Medicina Legal. Estos delitos de lesa humanidad después de 30 años continúan en absoluta impunidad. Sus perpetradores, miembros y directivos de organismos de inteligencia del Estado, hoy pretenden pasar de agache a la sombra del paso de los años y echando mano a la muletilla del “no me acuerdo”. ¿Se presentarán los victimarios de Jaime y sus compañeros ante los jueces de la JEP para confesar sus hechos atroces?, ¿se comprometerán con la verdad, la reparación, la garantía de no repetición? Desde el fondo de mi corazón deseo que lo hagan, Esa sería la única forma de que ese mensaje de paz que portaban Jaime y sus compañeros retome su camino, para sumarse al coro de quienes trabajan y se esfuerzan para que Colombia logre por fin salir del círculo vicioso de la violencia.
Por lo demás comparto la objetividad e imparcialidad del análisis de Coronell. Las posturas polarizantes echan mano con facilidad del populismo y del mesianismo, hacen a un lado la reflexión y prefieren azuzar las pasiones e impulsos de las masas. Aparte de la mezquindad de quienes han detentado el poder del Estado en Colombia, y de la defensa de sus privilegios, la polarización nos ha hecho daño desde los años de la mal llamada Patria Boba, nos llevó a guerras fratricidas durante todo el siglo XIX, a la Guerra de los Mil días, a la Época de la Violencia desde antes del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, y finalmente al conflicto interno que desde aquellos años se ha llevado la vida de miles de 8 millones de colombianos de distintas generaciones, sin que hayamos logrado disminuir las inequidades e injusticias. Quienes se proclaman líderes y dirigentes deberían estudiar más profunda y críticamente las lecciones que nos ha dejado nuestra propia historia, para que dejemos de repetir los errores y para que paremos las atrocidades como las que cortaron la vida de seres humanos que trabajaban por lograr un país en paz, como lo hacía Jaime Bermeo Cruz.
Martha Torres
Bogotá

Los mismos con las mismas
Muy interesantes todos los artículos relacionados con la pasada contienda electoral y la que se nos avecina. (SEMANA No. 1871). Leyendo al uno y al otro y los comentarios que se hacen, queda claro que las mayorías están en manos de quienes siempre han ostentado el poder, son las mismas familias, los mismos amigos o viejos amigos; son quienes han disfrutado de la mermelada, quienes disfrutan de los contratos de los grandes medios de información y de los grandes grupos económicos; son de aquellos que han estado en Harvard y llegan al país a hacer ‘harvaridades’; son de aquellos que se acuerdan en ésta época de que en el país hay hambre, de que en el país no hay escuelas dignas, de que hay desempleo, de que hay pobreza, de que a los maestros se les paga mal, de que hay inmensidad de vendedores ambulantes, de que hay campesinos, en fin de todos los males que nos aquejan desde hace más de cien años y que no han sido capaces de resolverlo, fuera de las propuestas de que te doy en la cara marica o que te agarro a coscorrones si no me haces caso. Ojalá que esa gran abstención que siempre ha habido, se despierte y salga a votar por alternativas diferentes, dejando de lado los odios y las mentiras y no dejarnos convencer por esos politiqueros de oficio, como dice la canción de Arnulfo Briceño.
Henry Sarabia Angarita
Facatativá

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