JUICIO

Caso Colmenares: el desgarrador testimonio de una madre

Oneida Escobar, madre de Luis Andrés Colmenares, relata en juicio lo ocurrido en la madrugada en la que se enteró que su hijo había desaparecido.

7 de julio de 2015
La madre de Luis Andrés Colmenares, Oneida Escobar, declaró en el juicio contra Carlos Cárdenas | Foto: Archivo SEMANA

El juicio en contra de las jóvenes Laura Moreno y Jessy Quintero, por la muerte de su amigo y compañero de estudios Luis Andrés Colmenares, sigue a pesar de las interrupciones que las audiencias han tenido y de que los reflectores cada vez apuntan menos a este misterioso caso.

La justicia continúa su proceso, con paso tardo, mientras la Fiscalía y la defensa exponen a sus testigos y muestran sus cartas con el paso de las semanas.

Este martes fue el turno fue Oneida Escobar, la madre de la joven víctima. Ella, en medio de un dolor que se aquieta pero que no se marcha, narró una vez más los descorazonadores momentos que vivió una vez se enteró de la desaparición de su hijo, quizá lejos todavía de imaginar que estaba muerto.

Sobre esa fatídica madrugada del 31 de octubre del 2010, Oneida relató que acudió al parque El Virrey, en el norte de Bogotá, el último sitio donde Luis Andrés fue visto con vida. Horas antes, una llamada telefónica la había sobresaltado.

“Yo estaba durmiendo con mi hijo Jorge porque mi esposo se había ido para Chile y Luis había salido para una fiesta. En la madrugada sonó el teléfono, Jorge contestó y le habló Gonzalo Jiménez, compañero de Luis Andrés. Él le preguntó a Jorge que si su hermano había llegado a la casa. Le dijo que fuera al cuarto a revisar si estaba ahí. Gonzalo le dijo ‘no le vayas a decir a tu mamá: tu hermano salió corriendo y lo estamos buscando’”.

“La llamada que recibió mi hijo Jorge fue a las 4:05 de la madrugada. Era del número telefónico de mi hijo. Yo empecé a llamar y no me contestaron. A los 20 minutos Gonzalo me marcó y dijo que mi hijo había salido corriendo y que no lo encontraban. Me dijo que me calmara, que me quedara allá, y me colgó”, narró.

La acongojada madre recordó lo feliz que estaba su hijo el día que salió a la fiesta de disfraces organizada por sus compañeros de universidad. “Salió a la fiesta en compañía de Gonzalo Gómez y Laura Moreno. Iban en el carro de Laura. Se fueron los tres, iban a recoger a Guillermo”.

Agregó en su declaración que “Luis Andrés iba muy contento con la sonrisa que lo caracterizaba. Salió en sano juicio de la casa. Él había estado todo el día conmigo. El 31 salió vestido de diablo con camisa y pantalón negro, un saco rojo, una cola de diablo y los cachos”.

“Salí como loca”


Oneida recalcó cómo, tras esa llamada, se le derrumbó el mundo. “Yo me desespere y salí como una loca a buscar a mi hijo. Hablé con Gonzalo y él decía insistentemente que no fuera. Luego de preguntar varias veces, me informó que estaban en el CAI del parque El Virrey. Faltaba un cuarto para las 5:00 a. m.”.

Ella, según manifestó, llegó allá 20 minutos después. “Cuando llegue a El virrey estaban Gonzalo, Laura Moreno, un policía y un supuesto borracho que estaba pendiente de nosotros. Estaba la camioneta de Laura. Yo busqué a Jessy porque sabía que era su mejor amiga. Yo esperaba que Jessy estuviera porque Luis me había dicho que la iba a llevar a su casa”, agregó.

“Laura me contó que Jessy le dijo: ‘el Negro (Luis Andrés) salió corriendo’. Luego me indicó que ella le pasó a Jessy los cachos y el saco y que corrió detrás de él. Me contó que a Luis se le cayó el reloj y que le dijo: ‘No me devuelvo por ti, sino por el reloj que me regalo mi papá’. Ella dijo que logró alcanzarlo y lo abrazó y le dijo ‘Negro, no más’. Él se le soltó y salió corriendo. Ella dijo que vio los pies de Luis volando en el caño. Le pregunté si no sintió ruido de agua. Ella me dijo: ‘No, parece que se lo hubiese tragado la tierra’”.

Tras ello la madre afirma que observó el caño en búsqueda de evidencias. “Busqué sangre, pero no vi nada raro. Le pregunté (a Laura) por el corbatín que tenía mi hijo. Ella me dice que él se lo enrolló en las manos. Me asomé y no había gran cantidad de agua, estaba limpia y se veía el piso. Ella me dijo que se había metido y que el agua le daba en los talones”.

“Me llamó la atención que Laura me dijo que los dos saltaron las barandas del parque. A mí me pareció imposible porque esas barandas son muy altas. Miden 70 centímetros y mi hijo, supuestamente, iba borracho. Pero si estaba así ¿cómo salió (del caño)? Y ella me decía: “Pero él salió, él salió”.

“Jorge estaba con la misma desesperación que yo tenía. Me dijo: ‘Mami yo me meto al caño’. Y no sé, por los nervios nos dejamos llevar por lo que decían. Laura me dijo ‘ya salió’. Como que me confié. Me preguntaba para qué perder tiempo. Ahora me arrepiento”, declaró.

La declaración de Oneida será fundamental para contrastarla con otras versiones sobre lo ocurrido en la noche del 30 de octubre del 2010 y la madrugada siguiente. Estos testimonios, junto con las pruebas científicas, deberían permitir saber realmente qué le ocurrió al joven estudiante.