Brandon Rivera a Egan Bernal: “El dolor pasará, la gloria quedará para siempre”

Brandon Rivera no sólo es un compañero en el equipo británico INEOS Grenadiers para Egan Bernal, se autodenomina su amigo y hermano. Es testigo de su felicidad en la actual relación de pareja con María Fernanda Motas, a quién también conoce, y además fue el encargado de desconectar a Egan de la dura realidad cuando estaba en la recuperación de su espalda, en medio de las críticas y señalamientos por lo mostrado en el Tour de Francia 2020.

Brandon le contó a SEMANA que el actual líder del Giro de Italia tuvo que someterse a un proceso de operación para que la espalda no le molestara más, y cree que es algo con lo que Egan tiene que convivir.

Lo de hoy es la gloria después del dolor y debe ser un ejemplo para el país que no vive días fáciles: “La fortaleza mental que él tiene para superar las dificultades les permite a ustedes conocer al verdadero Egan, que ha salido de las dificultades y renació. Lo aplacó, le enseñó y le está dando un mensaje al país para que todo se solucione y tengamos un mejor futuro”, dice Brandon, quien sueña con estar en una de “las grandes” junto al ‘Cóndor de Zipaquirá', un objetivo que podrá cumplirse este año en la Vuelta a España.

SEMANA: ¿Cómo vio la etapa 16 en la que por primera vez sufrimos con Egan Bernal?

BRANDON RIVERA: Una etapa bastante complicada para Egan, pero la supo manejar bien. A pesar de la crisis está ganando el Giro, porque supo dosificar fuerzas para que no se perdiera tiempo. Daniel hizo un gran trabajo junto a los muchachos y van a luchar hasta el final por la camiseta.

S: ¿El día malo para Egan ya pasó?

B.R: Él está dando lo mejor para mantener la camiseta. Hay cosas que no podemos controlar, como el hecho de que nos dé la “chirosa” como se conoce popularmente: es decir la pálida, el bajón de energía. No vales un peso prácticamente. Egan, con la experiencia en grandes vueltas, podrá sortear lo que queda de carrera.

S: ¿Cómo es el rol de un gregario, como Daniel Felipe Martínez, quien no sólo ayudó pedaleando sino motivando?

B.R: El papel de un gregario es indispensable a la hora de estar en una carrera. Es la persona encargada de que el líder gaste la menor energía posible y llegue hasta el final. Lo de Martínez es el claro ejemplo de cómo ser gregario, y significó mucho para Egan. El equipo y es de admirar.

S: ¿Cómo ve lo que queda de Giro para Egan. Será que en Colombia somos triunfalistas?

B.R: Lo que está haciendo Egan es ganar la carrera de frente y atacando. Está corriendo muy inteligente, ya que es difícil controlar cuándo se tiene un día malo, y puede ser que ya lo tuvo. El equipo ha planificado muy bien y él va a dejar su ciento por ciento en cada etapa: aprovechar la diferencia, defender la camiseta y cuidarse de las caídas.

S: Usted conoce muy bien el equipo. ¿Cómo ha visto a los corredores, la estrategia y el desempeño?

B.R: Impecable. Los corredores han estado conectados de la mejor manera y entregando el ciento por ciento. Trabajan bien para que Egan esté donde está.

S: ¿Cómo es Egan en la faceta de amigo?

B.R: Más que un amigo es un hermano que le ha aportado cosas muy bacanas a mi vida. Es una amistad de mucho tiempo y se ha consolidado. Estamos el uno para el otro. Así no hablemos todos los días, la confianza se mantiene. Es una excelente persona y lo valoro más como amigo que como ciclista.

S: A Egan se le ha visto muy contento con su novia, ¿eso también ayuda anímicamente en una carrera de tres semanas?

B.R: Lo más importante en el ciclismo es la tranquilidad y la motivación extra. Para algunos es la novia, para otros la familia. Egan está tranquilo y feliz con la novia, que es una motivación extra y clave para mantenerse bien en la bici. Además, el año pasado no fue tan bueno debido a su problema de la espalda. Este año lo está haciendo muy bien confiado y disfrutando lo que hace. A él le gusta sufrir y estar en una carrera como protagonista.

S: ¿Qué tiene que ver usted en el noviazgo de Egan y María Fernanda Motas?

B.R: Nos conocimos por un amigo en común y antes de que fueran novios ya hablábamos. Pero es carreta que yo los presenté.

S: Cuéntenos de usted y sus planes con el INEOS.

B.R.: La preparación va de nuevo bien. En el tour del UAE me caí con Martínez, me molesté una rodilla, tuve covid, fui a Vuelta al Algarve después de dos meses sin correr, volví a Colombia y no tengo aún calendario: hay Tour de Suiza, Critérium del Dauphiné y el Tour de Occitania que seguramente lo hago. El objetivo es la vuelta a España como carrera de tres semanas.

S: ¿Sigue siendo un sueño para usted correr una grande al lado de Egan Bernal?

B.R.: Sí. Me gustaría correr con Egan una gran carrera, porque puedo aprender mucho de él. Si se hace realidad, tendrá algo muy especial, porque aparte de que somos amigos y conocidos de toda la vida, significaría mucho.

S: ¿Qué mensaje le envía Egan?, como amigo.

B.R: Que lo admiro totalmente. Sé por lo que ha pasado, los sacrificios y este año complicado. Ya se está encontrando... que lo disfrute, que eso no se ve todos los días.

S: ¿Cuáles son las anécdotas con Egan que más le despiertan admiración?

B.R: Recuerdo que nos quedamos varados hace 12 años en la línea, cuando corríamos en ciclomontañismo para el equipo de Zipaquirá. Ellos nos llevaban en bus, llegamos “cascados” a la competencia, porque esperamos 12 horas para cambiar de transporte. Otra fue después del Tour: Egan se sentía derrotado porque tuvo retirarse de la carrera debido a su espalda. Se fue a Mónaco y lo acompañé, estuve unos días con él para darle ánimo y desconectarlo de lo que pasó.

S: Usted que vivió el renacer de él. ¿Cómo es ver sufrir a un amigo, en las terapias de la espalda, tener la duda si volverá a ser él mismo?

B.R: Él tuvo que replantearse muchas cosas, desde la planificación del entrenamiento. Ya no es sólo pedalear y ya, el ciclista también debe ser atlético. Pero esto, más que un obstáculo ha sido una oportunidad para que él encontrara su fuerza y se reinventara. Esa caída en el Tour le ha ayudado a encontrar madurez mental y física, aunque aún le falte recuperarse de la espalda. Hacer gimnasio es algo con lo que él tiene que convivir, y yo creo que al final todo va a valer la pena. El dolor es temporal y la gloria es para siempre.