CICLISMO
Crónica del día | Giro de Italia 2021 | El rey Bernal conquistó su ‘reina’
Egan Bernal coronó la etapa reina del Giro de Italia y aumentó la ventaja sobre sus rivales en la general. El colombiano ganó la cima Coppi, cruzó primero en la meta y luego besó a su enamorada como si la hubiera visto por primera vez en mucho tiempo.
Alessandra De Stefano, la inconfundible comentarista de la RAI, dijo, cuando Bernal cruzaba la meta de Cortina de Ampezzo con su reluciente maglia rosa: “Es un corredor de otros tiempos”. Y sus compañeros la secundaron comparando al colombiano con Marco Pantani, ‘El Pirata’, quien hoy tenía su firma en una de las cimas de la jornada ‘reina’, hasta que la nieve y la lluvia obligaron a reducirla, y entonces la cima Coppi pasó al paso Giau y la “montaña del Pirata” desapareció en la neblina.
Pero Egan, quien en su casa de Zipaquirá, en una de tantas porque todo el tiempo estaba trasladándose con su familia, tenía una foto del rapado escalador de Rímini, se vistió de montaña, de viento, y doblegó a sus rivales con un fiero ataque a casi ocho kilómetros de la meta.
“Bravo, bravísimo”, dijo en meta Massimiliano Lelli, exciclista y excompañero de Pantani, y quien hoy forma parte del Giro E, una competencia alterna al Giro, con veteranos del pelotón y unos cuantos aficionados, quienes siempre llegan dos o tres horas antes del pelotón principal.
“Corre como Marco, al ataque. Está ganando el Giro a la antigua”, dijo el excorredor, tercero del Giro de 1991.
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“Egancito Bernal”, gritaba el speaker del Giro, Stefano Bertolotti, mientras desde dos propulsores salían pétalos rosa a chorros, y los aficionados aplaudían a rabiar a ese “escarabajo” moderno, tan fuerte en como Lucho, tan inteligente como Parra y tan calculador como Mejía.
Nadie pudo seguir a Egan hoy en la mágica subida al Giau, y tampoco la fuga pudo detenerlo. El último en sobrevivir fue Pedrero, del Movistar, quien tuvo que arrinconarse a la derecha de la carretera para darle paso al “patrón de la carrera”.
Caruso, Bardet, Ciccone, Almeida, Yates, Carthy y Vlasov perseguían como podían, pero el colombiano estaba sublime, siempre con su rosa inmarcesible.
Pasaron los kilómetros y la “reina” se rindió ante el paso de su “rey”, el capitán del Ineos, quien otra vez necesitó a su equipo, pero que al final se bastó él para encontrar la gloria, una vez más, en montañas europeas.
Se guardó la chaquetilla, porque ya no tenía frío, luego se acomodó su maglia rosa, impecable, y finalmente levantó los brazos y celebró, celebró con fiereza, y acaso dijo alguna palabra impronunciable, pero qué va, lo merecía.
“Un corredor de otros tiempos”, fueron las palabras de Alessandra, y quizá debió decir: “Un corredor de los nuevos tiempos”, porque Egan es el viento nuevo del ciclismo, un viento libre, fuerte y con aroma de rosas.
Al final, el beso de costumbre con su bella Mafe, la verdadera reina del campeón zipaquireño. Larga vida al rey, al rey del Giro de Italia.