Rigo Urán contó a SEMANA que se fue de rebelde con su mamá y no le hizo caso para poder ganar etapa en la Vuelta a España

Un anhelado día como este miércoles 7 de agosto lo buscó Rigo Urán por mucho tiempo en su carrera deportiva. El corredor colombiano logró entrar en la historia al consagrarse como ganador de la etapa 17 en la edición 77 de la ronda ibérica, un hecho que lo pone como el segundo colombiano en logra triunfos de etapa en las tres grandes carreras del deporte de las bielas.

Así las cosas, también fue un desahogo para un año que no ha sido nada fácil para su carrera deportiva. En 2022 disputó Tour de Francia y actualmente Vuelta a España, la primera de ellas fue un verdadero calvario, pues su equipo y su nivel jamás encontraron la posibilidad de alcanzar los objetivos esperados, lo que hizo que el Education First casi que obligara al corredor nacido en Urrao a participar en la carrera española, a la cual sentía no llegar con el descanso necesario.

Sin embargo, el cafetero puso por encima su amor propio y los deseos de triunfar, con la mejor actitud emprendió el recorrido desde Países Bajos, atravesando por una buena parte de España hasta la etapa 17, en donde por fin encontró su recompensa a tantos años de esfuerzo y los más recientes meses.

“Todos los días había tratado de irme en una buena fuga, hoy fue un día muy bueno para mí”, logró decir con una alegría inmensa que registró Semana en la Ruta, una vez atravesó la línea de meta.

Entre sus declaraciones, también mostró que sus objetivos eran claros, entendiendo que su papel en la carrera no había sido constante y salvar un día, era la clave: “Lo del tiempo pasa a un segundo plano, lo más importante era ganar la etapa”

A la par, confesó el pedido expreso que le hacía diariamente su equipo, el cual lucha fuertemente por el descenso de la categoría en el remate del año: “Me decían: olvídate de la general, estás lejos. Vamos a buscar una etapa que estás bien, has mejorado, intenta ganar”.

Un poco más tranquilo, Urán hizo un análisis de lo acontecido. Alegrándose porque la meta que tenía, por fin logró alcanzarla: “Finalmente la pudimos conseguir, la luchamos hasta el final y mire, se consigue una etapa muy linda para mí, una maravilla”.

Como es acostumbrado en sus intervenciones, fue resaltado por sonreír más que otros días, a lo que jocosamente respondió: “Este sí es huev..., yo todos los días sonrío y me alegro”.

Por otra parte, hizo un reconocimiento a sus colegas de la fuga: “Son corredores que tienen mucha experiencia, teníamos que correr con un poquito más de cabeza fría, gastar de más y tienes que saber dónde arrancarles, porqué aquí tú lo ves que van muertos esos hiju... y no se queda, arranca uno y no se quedan”.

Sobre el aspecto que, a su parecer, marcó la diferencia sobre los demás dijo: “He aprendido que hay que ser muy cauteloso y ser más bien medio avispado para saber dónde pegárseles y dejarlos sin aire”.

“Funcionó bien, a falta de 300 metros dije: ahora es el momento, ahora o nada”, agregó.

No ocultó tampoco su emoción por entrar en el grupo privilegiado que alcanzó triunfo en las tres grandes: “Como corredor poder tener etapa en el Giro, Tour y Vuelta es muy bacano, una maravilla”.

A su vez, cuando fue informado por la prensa de haber sido uno de los más de 100 que lo logró en la historia del ciclismo mundial dijo: “¿103? No, ya me bajó la moral”.

Finalmente, tuvo espacio hasta de hablar de su madre. A la cual recordó de manera chistosa: “Con mi mamá no puedo hablar antes de las carreras, porque si hablara con ella iría todos los días en el grupeto”, refiriéndose a que ella le pediría ir despacio.