Ciclismo
Tour de Francia 2022: Nairo Quintana tuvo que salir de Dinamarca en avión militar, ¿por qué?
El corredor colombiano mostró a través de su Instagram el proceso del viaje rumbo a territorio francés
La travesía del Tour de Francia 2022 por Dinamarca terminó siendo todo un éxito. La organización y los patrocinadores quedaron contentos con el recibimiento de los daneses y las multitudinarias aglomeraciones que se presentaron en los tres días de competencia desde Copenhague hasta Sonderborg.
La contrarreloj inicial dejó como primer líder al belga Yves Lampaert (Quickstep), pero un día después, cuando el pelotón llegó a Nyborg, el maillot amarillo pasó a manos de Wout Van Aert (Jumbo-Visma), quien lo mantuvo hasta el domingo y se ganó el derecho de vestirlo en la primera etapa sobre territorio francés, este martes de Dunquerque a Calais.
Una vez terminó la tercera etapa, los 22 equipos participantes alistaron maletas para emprender el viaje a Francia. Nairo Quintana, líder de filas del Arkéa-Samsic, fue uno de los primeros en emprender el vuelo de vuelta a la que ha sido su casa en los últimos años, dado que la sede de su equipo está ubicada en el país anfitrión del Tour.
Contento por el deber cumplido, el Cóndor mostró las condiciones en las que viajaron este domingo, a bordo de un majestuoso avión militar que lo esperaba junto a sus compañeros y directores. Los mecánicos y personal logístico del Arkéa tuvieron que viajar por carretera para llevar las bicicletas y la indumentaria de cada corredor, al igual que el resto de buses de los equipos a los que no les beneficia tanto la decisión de las grandes de empezar en otro país diferente al original.
“Vamos en avión militar. Rumbo a la France”, escribió Nairo en su historia de Instagram, mientras grababa con el celular las instalaciones del aeropuerto de Sonderborg, región donde terminó el trío de etapas danesas de esta edición. Por más que el cansancio hizo mella a raíz del estrés de los vientos, el corredor boyacense mantiene la alegría en contacto con los aficionados de los que ha recibido un apoyo incondicional en cada pedalazo que ha dado hasta ahora en este Tour.
Nairo Quintana tuvo que viajar en avión militar rumbo a Francia. #TDF2022 pic.twitter.com/5exYHLAueR
— Sebastián C (@SebasCG97) July 4, 2022
Las conclusiones de este arranque han sido positivas, más allá que la posibilidad de entrar al ‘top 10′ todavía está lejana y debe esperar mínimo hasta la llegada de la alta montaña. Nairo se ha mostrado positivo sobre sus sensaciones, esperando que le alcancen las piernas para meterse en la discusión que lideran Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) y Primoz Roglic (Jumbo-Visma).
El Cóndor atendió a SEMANA en la Ruta después de cruzar la meta en el domingo y exteriorizó sus impresiones sobre este fin de semana que termina en Dinamarca, antes del merecido día de descanso que trajo consigo el viaje hasta territorio galo. “Tuvimos la fortuna que no hubo agua porque se hacía más complicado. Hemos llegado bien”, indicó el colombiano, visiblemente extenuado por el esfuerzo de los 182 kilómetros que comprendían la tercera etapa.
Nairo informó que uno de sus compañeros de equipo estuvo implicado en ese accidente de los últimos 10 kilómetros, pero “no parece que sea mucho” y los ocho competidores del Arkéa podrán continuar en carrera el próximo martes en Dunquerque, al norte de Francia.
La montaña todavía se demorará en llegar, aunque eso no implica, según lo que cuenta Nairo, que no hayan hecho un desgaste enorme en estos tres días. “Se pueden imaginar que todos los directores le dicen a cada uno que debe estar entre los 10 primeros y somos 200. Entonces imagínese cómo debe hacer uno″, dijo.
Al ser cuestionado por el dolor físico que le deja este primer sorbo del Tour, Nairo no tuvo problema para decir que se sufre más de la cuenta a tan alto nivel. “Todo (duele). En esta primera semana el dolor es general”, sentenció el corredor boyacense antes de subir al bus del equipo y darle un poco de descanso a las piernas con los masajes que serán común denominador entre todos los participantes buscando recargar las pilas antes de salir nuevamente a la ruta.