Ciclismo
Vingegaard y Van Aert explotaron al responder incómoda pregunta sobre dopaje en el Jumbo
El Jumbo-Visma está bajo la lupa de los más críticos aficionados por su espectacular rendimiento en este Tour de Francia 2022.
El maillot amarillo del Tour de Francia 2022, Jonas Vingegaard, aseguró este sábado que él y sus compañeros del Jumbo están “completamente limpios”, cuando fue preguntado sobre el dopaje, una “pregunta de mierda” según Wout van Aert.
“Estamos completamente limpios, cada uno de nosotros en el equipo. Puedo garantizárselos a todos, nadie toma nada ilegal”, insistió el danés, que este domingo subirá a lo más alto del podio en París.
Vingegaard fue preguntado en conferencia de prensa si podía garantizar que él y su equipo no se dopaban, un mal que durante mucho gangrenó al ciclismo. Mientras tanto, el Jumbo-Visma arrasó en el Tour con el maillot amarillo y el maillot a lunares para Vingegaard, así como el maillot verde para el belga Wout van Aert y seis victorias de etapa.
“¿Por qué estuvimos tan bien? Es gracias a nuestra preparación”, explicó. “Hicimos concentraciones en altitud como nadie hizo. Hicimos todo lo que pudimos en cuanto a material, a entrenamiento, a nutrición. Somos el mejor equipo por la preparación”.
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Wout van Aert, ganador de la crono de este sábado, se mostró más indignado. A la misma pregunta, el belga respondió: “Ni me apetece responder, es una pregunta de mierda”.
“(La cuestión) regresa cada vez que alguien gana. ¿Porque hemos estado bien debemos defendernos? No lo acepto”, lanzó. “El ciclismo ha cambiado, pasamos controles todo el tiempo, todo el año, vienen a nuestra casa. Lo único que hacemos es entrenar. Y cuando vemos cómo ha progresado el equipo los últimos años, no es como si viniésemos de la nada”, añadió.
Un sueño hecho realidad
En el Jumbo-Visma han tomado la acertada decisión de regatear las críticas por su rendimiento en este Tour y enfocarse en celebrar este título que llevaban varias temporadas buscando con Primoz Roglic como estandarte.
Vingegaard, el flamante campeón de la carrera, prometió que esta no será la última vez que lo verán luchando por el título de la grande boucle.
“Después del año pasado, sabía que tenía el nivel para rodar para ganar. Pero otra cosa es concretarlo. Siempre creí que tenía una opción de lograrlo”, dijo el danés visiblemente emocionado por ganar la competencia ciclística más importante de la temporada.
“Primero quiero celebrar esta victoria. Por supuesto, quiero regresar al Tour para ganar otro. Pero no me he fijado ganar cinco Tours de Francia o algo parecido. Solo quiero volver y ganar”, añadió.
Vingegaard protagonizó una batalla mano a mano con Pogacar, lucha siempre caracterizada por el juego limpio de ambos. “Con Tadej tenemos una buena relación. No nos vemos a nivel privado, pero nos respetamos mutuamente. Es un gran tipo, muy simpático, y uno de los mejores corredores del mundo. Seguro que quiere ganar, yo también. Estoy muy orgulloso de lo que he logrado, pero quiero ganar de nuevo”, dijo.
El capo del Jumbo basa el argumento de este título en la “confianza” y la madurez que ha adquirido con el paso de los años. “Me han puesto ante situaciones complicadas, tenía tendencia a evitarlas. Me hicieron enfrentarme a ellas y crecimos poco a poco, tengo algún pelo más en el pecho, si se puede decir”, explicó.
Entregado a su esposa e hija, Vingegaard cumplirá este domingo el sueño de todo ciclista: subir al podio del Tour de Francia en París vestido con el maillot amarillo que lo acredita como un nuevo miembro del cuadro de honor. “Ignoro si las cosas van a cambiar ahora o más adelante. Habrá que verlo... Sé que la semana que viene va a ser loca. Subir al balcón del ayuntamiento (de Copenhague), el miércoles, será muy fuerte”, contó.
Con información de la AFP.