Cine

La luz en 'Barry Lyndon': una proeza técnica de Stanley Kubrick

Si en ‘2001: Una odisea del espacio’ Kubrick presentó efectos especiales sin precedentes, en 'Barry Lyndon' se atrevió a filmar varias escenas a la luz de las velas.

Revistaarcadia.com
20 de agosto de 2019
Una escena de la película 'Barry Lyndon', dirigida por Stanley Kubrick, en que se hace visible el uso particular de la luz. Su director de fotografía ganó un Oscar por eso. / AFP

A principios de los años setenta, después de varias nominaciones a los premios Oscar por Dr. Strangelove, 2001: Una odisea del espacio y La naranja mecánica, la reputación de Stanley Kubrick estaba por lo alto y su estudio, Warner Bros, estaba dispuesto a financiar su próximo proyecto, cualquiera que fuese. Kubrick, sin embargo, procuró mantener el tema en secreto por un tiempo, pues antes de La naranja mecánica había fracasado en su deseo de hacer un filme sobre Napoleón Bonaparte. (Para este nuevo proyecto, sin embargo, aprovechó la profunda investigación de la época que hizo para el proyecto fallido de Napoleón.)

El secretismo que rodeó la producción fue tal que en su momento el director anunció solamente que los protagonistas serían Ryan O‘Neal (una elección muy inesperada en ese entonces) y Marisa Berenson, una modelo que había aparecido en la portada de revistas como Vogue y Time y que –muy al estilo de Kubrick, famoso por llevar a algunos de sus actores al límite– tuvo que mantenerse alejada del sol en los meses previos al rodaje para lograr la palidez específica del período de la historia.

Y es que para su nueva película, Kubrick puso la mirada en Barry Lyndon, una novela picaresca, satírica, de William Makepeace Thackeray publicada en 1844 sobre un irlandés cazafortunas que busca ascender socialmente en el contexto de la Guerra de los Siete Años.

Pero la escogencia de los actores no fue lo único que llamó la atención: también lo fue fotografía, cuya realización tomó trescientos días, en 1973 y principio de 1974. Los exteriores fueron filmados en varias locaciones en distintos países como Irlanda (que estaba en plena guerra de unificación), Alemania e Inglaterra, y varias escenas de interiores, en Powerscourt House, una mansión del siglo XVIII en Irlanda que se incendió accidentalmente unos meses después de la filmación, en noviembre de 1974. La película por lo tanto, se convirtió en un registro de edificios perdidos y patrimoniales.

Pero más allá de eso, Barry Lyndon fue un ejemplo más de innovación técnica y experimentación. En 2001: Una odisea del espacio, Kubrick había usado efectos especiales sin precedentes, y en El resplandor presentaría un uso intensivo del steadicam. Con Barry Lyndon decidió filmar un número considerable de secuencias sin usar luz eléctrica.

La fotografía estuvo a cargo de John Alcott –que después ganó un Oscar por su trabajo–, y se destaca especialmente por la técnica que hizo posibles algunas de sus imágenes más espectaculares, incluyendo el uso de distintos tipos de lentes, iluminación hecha con velas y, cuando fue estrictamente necesario, un uso de la iluminación artificial que sin embargo imitaba la de las velas. Esa decisión fue particularmente arriesgado, pues resulta muy difícil conjugar la fotografía fija y las imágenes en movimiento.

Kubrick, sin embargo, estaba empeñado en no reproducir la artificialidad de otras películas de época. Además de ser potencialmente más realistas, estos métodos le dieron un aspecto particular y espectral a la película, similar al de las pinturas del siglo XVIII.

La iluminación no solo dio el aspecto de luz natural que entraba por las ventanas de las antiguas locaciones: también protegió los lugares históricos del daño causado por el montaje y el calor de las luces en paredes o techos. Esto ayudó a que la película encajara con la estética de la jaula dorada de Kubrick: como dijo un crítico, “la película es conscientemente una pieza de museo, con sus personajes anclados al marco como mariposas”.

‘Barry Lyndon‘ se presenta este martes 20 y domingo 25 de agosto en salas de Cine Colombia