CLINTON Y EL TABACO

25 de octubre de 1999

Estados Unidos la batalla contra el tabaco está llegando a su clímax. Ahora la industria
tabacalera se enfrenta a una demanda del Departamento de Estado, que pretende que asuma 20.000
millones de dólares que ha gastado el Tío Sam en tratamientos médicos por cuenta del humo que
gustosamente aspiran sus ciudadanos. Pero hay un factor que hace mover los cimientos de la demanda: los
voceros de la Casa Blanca tuvieron que admitir, con un gesto contrito, que el propio presidente Bill Clinton
tiene un mal enamoramiento con los habanos y que no ha podido dejar el hábito de encenderlos cuando no
los está usando en otros menesteres.