ALIANZAS

Coalición santista, más fuerte que la uribista

De ser presidente, Juan Manuel Santos tendría el respaldo de 232 de los 268 parlamentarios. Su gobernabilidad en el Congreso estaría garantizada con el 86 por ciento, y la oposición sería muy inferior de la que hizo contrapeso legislativo al gobierno de Álvaro Uribe.

9 de junio de 2010
Juan Manuel santos tendría el respaldo del 86 por ciento del Congreso | Foto: SEMANA

Las recientes adhesiones de partidos políticos como el Conservador y Cambio Radical a su campaña y los apoyos de una importante mayoría de dirigentes liberales, pueden convertir a Juan Manuel Santos -de ganar las elecciones el próximo 20 de junio- en el Presidente con mayor control del poder legislativo, incluso, por encima de su antecesor, Álvaro Uribe Vélez.

El apoyo de la clase política podría traducirse para Santos en una vía libre para desarrollar reformas y leyes que le permitirían fortalecer su programa de gobierno, pues sobre el papel contaría con el respaldo que supera el 80 por ciento del próximo Congreso de la República.

Las cuentas están muy claras en el comité político de la campaña del candidato de la U. Santos tendría el respaldo de los 27 senadores y 49 representantes de su partido; y tras los acuerdos públicos con los conservadores (23 senadores y 37 representantes), y con la bancada de Germán Vargas Lleras (8 senadores y trece representantes), su respaldo en el Congreso sería del 58 por ciento, con un total de 157 curules.

Pero si el apoyo de la mayoría de congresistas liberales (11 senadores y 25 representantes electos) se traduciría en respaldo irrestricto en los próximos cuatro años, al lado de Santos estaría el Partido Liberal que obtuvo 18 curules en el Senado y 35 en la Cámara. Lo que significa que la bancada de Juan Manuel Santos sería de 210 parlamentarios.

Y este respaldo numérico que podría incrementarse aún más, pues los ocho senadores y los catorce representantes electos que hacen parte del PIN podrían actuar junto a la bancada de un eventual gobierno de Juan Manuel Santos. Los propios dirigentes de este partido, que aún hacen parte de la llamada coalición ‘uribista’, han dicho que acompañarán un gobierno que le dé continuidad a la seguridad democrática. La mayoría parece ser abrumadora.

Aunque Juan Manuel Santos podría darse el lujo de marginar al PIN, si este cuestionado partido actúa junto a la bancada oficialista, esta podría estar integrada por 232 de 268 parlamentarios. Una mayoría más que absoluta, que se traduciría en 86 por ciento del Congreso de la República.

El politólogo de la Universidad Nacional, Alejo Vargas, dice que más allá de repercusiones electorales, los respaldos políticos a la campaña de Santos le darían “una altísima gobernabilidad y permitiría que el tramite legislativo le funcione” al próximo gobierno.

¿Y la oposición?

Sin embargo, el analista Vargas advierte que será una buena oportunidad para que se fortalezca la oposición, a través de un estatuto que le brinde “plenas garantías” para el ejercicio del control político y los contrapesos que el catedrático califica de “vitales para la democracia y para el desarrollo de cualquier gobierno”.

Porque, en simples matemáticas, si Santos gana las elecciones la oposición estaría compuesta por ocho senadores y cinco representantes del Polo, más los cinco senadores y un representante del Partido Verde. Es decir, 19 congresistas.

El senador del Polo Jorge Enrique Robledo advierte que ante este eventual panorama a la oposición que será liderada por su partido, no le queda sino apostar “a la firmeza y la resistencia” ante una maquinaría sin antecedentes.

“El que el doctor Santos tenga semejante respaldo no le otorga la razón, aunque conociéndolo, aprovechará esa fuerza para hacer mayores desastres que los que hizo Uribe. La oposición no se puede doblegar a esa especie de Frente Nacional, no hay que caer en la emboscada de ese proyecto de unidad nacional”, dice Robledo.

Para el senador que obtuvo la mayor votación entre los dirigentes del Polo, lo que significan las adhesiones es que el próximo 20 de julio, cuando se instale el nuevo periodo legislativo, “entraremos al noveno año de gobierno de Uribe”, y para él, eso significaría que la oposición no tendría muchas garantías: “Santos es una caricatura de Uribe y tiene todos los defectos del Presidente. Ya vimos qué garantías tuvo la oposición en ocho años de gobierno de Álvaro Uribe: persecución política por parte de organismos del Estado”.

Robledo también advirtió que “no hay que hacerse muchas ilusiones” frente al papel del Partido Verde: “ojalá no terminen doblegándose al gobierno”, sostiene.

Qué hay del uribismo al santismo

Durante ocho años Álvaro Uribe tuvo una de las mayores gobernabilidades de la historia. Su bancada legislativa estuvo integrada por disidentes del liberalismo, que después conformaron los partidos de la U y Cambio Radical, además del pleno del Partido Conservador.

Hace cuatro años, esta bancada oficialista estaba integrada por 50 congresistas de la U, 47 del Partido Conservador, 35 de Cambio Radical, 15 de Convergencia Ciudadana (hoy PIN) y 13 de Alas Equipo Colombia (partido absorbido por el Conservador), para un total de 160 parlamentarios, es decir, el 59 por ciento del Congreso.

La diferencia que hay entre la bancada uribista a la probable bancada santista, es que los partidos que integraron la coalición obtuvieron más curules y mayor votación en las elecciones del 14 de marzo.

Pero la diferencia sustancial es que Uribe nunca consiguió la adhesión del Partido Liberal, a pesar de haber sido la colectividad en la que inició su carrera política. Los liberales mantuvieron la postura de la oposición constructiva y luego su actuación fue férrea en contra del gobierno.

El Partido Liberal, en estos cuatro años, tuvo como jefe máximo al ex presidente César Gaviria que se convirtió en el principal opositor del uribismo.

Ahora, con Juan Manuel Santos, las cosas cambiaron. Gaviria ya no es el jefe del liberalismo, y Rafael Pardo, el director nacional, no tuvo en las urnas un resultado que legitime su autoridad en el partido, tal como lo advierte el politólogo Alejo Vargas.

Prueba de ello es que tan pronto Pardo dejó en libertad de voto a su partido, 64 parlamentarios suscribieron una carta en la que le manifestaba en al apoyo a Santos.

Ese número de parlamentarios, de los cuales 36 tendrán actividad en el próximo Congreso, podrían inclinar la balanza para que el Partido Liberal hiciera parte del proyecto de unidad nacional al cual invitó Santos.

Eso, a pesar de que Rafael Pardo aclaró que el 20 de julio se reuniría con Santos, si es electo Presidente, y que su partido no puede estar del lado de quien representa el continuismo de un gobierno al que el liberalismo se opuso en ocho años.

Cambio Radical, según su jefe Germán Vargas Lleras, también advirtió acuerdos programáticos, pero dejó en manos de su bancada si hace parte o no de una coalición ‘santista’.

Alejo Vargas espera que estos dos partidos, el liberalismo y Cambio Radical, adopten posturas más críticas frente al gobierno, pues en el pasado uribista demostraron que son capaces de apartarse de ciertas posturas oficiales.

Así sería la bancada oficialista en un eventual gobierno de Santos

La U: 27 senadores - 49 representantes
Partido Conservador: 23 senadores - 37 representantes
Partido Liberal: 18 senadores - 35 representantes
Cambio Radical: 8 senadores - 13 representantes
PIN: 8 senadores - 14 representantes