Lazy Breakfast, una apuesta para pasar un domingo familiar en Bogotá

En los años recientes el concepto del brunch, o desayuno tardío, ha tomado popularidad. Pasar un momento agradable rodeado de diferentes platos de comida y tal vez un par de cócteles es un plan sin igual para un domingo. Sin embargo, el concepto de brunch tiene muchos años, de hecho la primera mención de esta palabra fue en el siglo XIX (específicamente en 1895) en una revista de sátira inglesa.

Durante esos años los domingos significaban que los sirvientes de los nobles tenían el día libre, por lo que dejaban listo un bufé -el cual incluía comidas tanto de desayuno como de almuerzo- para que los ‘juerguistas del sábado en la noche’ pudieran comer durante el día.

Según el libro Brunch: A History, este desayuno-almuerzo inició, al menos en Estados Unidos, como un ritual gastronómico para luego de la misa dominical. Sin embargo, cada cultura, gracias a la globalización, ha dejado su marca en el significado de un buen brunch, pero en general la unión familiar, la media tarde de los domingos y la gran cantidad de alimentos son características de esta experiencia gastronómica.

De hecho, es la unión familiar y la experiencia única lo que inspiró a los hoteles NH para implementar un bufé de Lazy Breakfast todos los domingos. Este es un espacio creado especialmente para disfrutar del desayuno tardío sin restricciones en las comidas y bebidas y con opciones para todos los miembros de la familia; desde waffles personalizados hasta una gran variedad de frutas de temporada.

El chef ejecutivo regional de NH, Rodolfo Chocontá, creó variados y coloridos menús que están a disposición de los comensales de manera ilimitada. Este es un desayuno extendido que se puede disfrutar desde las 8:00 a.m. hasta la 1:00 p.m. en el NH Collection Teleport Bogotá (ubicado en la Cll 113 # 7-65). Los hoteles permiten el ingreso de animales de compañía.

¿Qué debe incluir un buen ‘brunch’?

El desayuno o la primera comida del día es de suma importancia, con este primer alimento que se consume se rompe el ayuno que se guarda durante la noche y se da energía para que el organismo funcione durante la jornada. Es decir que un buen brunch debe tener esto en cuenta.

Recientemente, la Universidad de Harvard publicó unas recomendaciones para tener un desayuno balanceado: es ideal incluir frutas, vegetales, legumbres, frutos secos (especialmente las semillas como la linaza) y cereales (como la avena) y, por supuesto, no no hay que olvidar la fibra y la proteína (los huevos, las nueces y las carnes).

¿Por qué la mimosa es el cóctel insignia del ‘brunch’?

Otro momento especial de cualquier brunch son los cócteles y el favorito es la mimosa. Este consiste en una combinación equilibrada entre champaña o vino blanco espumoso y jugo fresco de naranja. No hay certeza de cuál fue el punto exacto de su origen.

El combinar vinos dulces con extractos y jugos de frutas es una práctica que no es nada extraña en la Riviera francesa. Sin embargo, la invención de esta combinación específica se ha atribuido al Bar Hemingway del Ritz en París, donde en 1933 se incluyó el cóctel ‘Champagne Orange’ en los recetarios y se explicaba que tenía que tener una mitad de champaña y otra mitad de jugo de naranja. Aunque, según el libro Brunch: A History, también hay datos que muestran que en los años 20 en Londres existía un cóctel parecido: el ‘Buck’s Fizz’ que incluía vino blanco, champaña y jugo de naranja.

La misma fuente explica que la popularidad de incluir cócteles suaves en el brunch, como lo es la mimosa o el ‘Bloody Mary’, se bebe a una creencia específica: ayudan a pasar la resaca que deja el licor consumido un sábado en la noche. Sin embargo, en el brunch también se incluyen bebidas calientes y jugos para suplir las necesidades de todos los paladares y de todas las edades.