Educación financiera: 11 maneras para enseñar a sus hijos
Los niños adquieren sus paradigmas financieros a través del ejemplo que ven en nosotros, sus padres. Por lo tanto es altamente probable que cometan los mismos errores en que hemos incurrido en el día a día.
Enseñar a nuestros hijos desde temprano sobre el buen manejo del dinero aumenta enormemente sus probabilidades de enriquecimiento y reduce en gran medida sus preocupaciones financieras a futuro.
Y ¿qué padre no quiere darle a su hijo las herramientas para ser feliz, para evitar sufrimientos y problemas, para lograr la calidad de vida que desee y pueda transmitir a las próximas generaciones?... Más allá del mejor colegio, las clases de inglés, el fútbol o la danza a lo largo de la infancia, la educación financiera es la mejor herramienta que podemos darles a nuestros hijos para asegurarnos de que en el futuro, y cualquiera sea la profesión que escojan o el trabajo que desempeñen, sabrán administrarse bien, nunca pasarán necesidades económicas, podrán darse los gustos y placeres que quizá sus padres no hemos disfrutado… porque no tuvimos unos padres que nos enseñaran educación financiera desde niños.
¿La meta? Lograr que la planificación financiera personal entre a los colegios como materia obligatoria. Que los bachilleres salgan con el perfecto conocimiento del manejo de un presupuesto personal y balance de ingresos y egresos… aunque aún no hayan recibido un peso en su vida. Que tengan claros los conceptos de intereses, y conozcan todas las herramientas de inversión y el manejo del crédito -que puede ser tan peligroso como maravilloso-. Que tengan un plan claro de sus objetivos y de cómo van a alcanzarlos.
A continuación, once maneras en las que podemos comenzar con el proceso de educación financiera en casa:
1. Tan pronto como puedan contar, permíteles el manejo del dinero: toma un rol activo en proveerles información constante sobre el manejo del dinero. Recuerda que los niños aprenden por ejemplo y repetición.
2. Recuérdales constantemente tus valores en cuanto al dinero: cómo ahorrarlo, cómo hacerlo crecer y, sobre todo, cómo gastarlo sabiamente.
3. Ayúdalos a entender las diferencias entre necesidades y deseos. Esto los preparará para tomar mejores decisiones al gastar en el futuro.
4. Proponerse objetivos es fundamental para aprender sobre el valor del dinero y del ahorro. Sin importar la edad, las personas raramente alcanzan objetivos que no se han propuesto. Cada juguete que ellos pidan que se les compre puede convertirse en objeto de una sesión de “logro de objetivos”. Tener esto en cuenta a lo largo de la vida los hará más responsables y organizados en su vida financiera.
5. Recuérdales constantemente el significado del ahorro vs. el gasto. Explícales y demuéstrales el concepto de ganar intereses al ahorrar. Considera incluso pagarles un porcentaje de interés a los ahorros que hagan en casa; ellos pueden ayudar a calcular el interés y ver cómo crece su dinero gracias a la magia del interés compuesto. Algunos padres, incluso, ofrecen a sus hijos igualar el monto que ahorraron por su propia cuenta.
6. Al dar la mesada a los niños hazlo de manera tal que les sea fácil ahorrar, es decir, dales la mesada en denominaciones pequeñas para que puedan dividirla. Si vas a darles $15.000 semanales, por ejemplo, hazlo en dos billetes de $5.000, dos de $2.000 y uno de $1.000, por ejemplo.
7. Llévalos a abrir su cuenta de ahorros. Comenzar el hábito de ahorrar temprano es una de las claves del éxito financiero. Recuerda: no les niegues la posibilidad de sacar una porción de sus ahorros cuando deseen realizar una compra. Esto podría eliminar su motivación para ahorrar. Permíteles que tomen sus propias decisiones con su dinero y los valores que vas inculcándoles en su día a día. Háblales también de los distintos instrumentos financieros y recomiéndales colocar una porción de sus ahorros en un “bono”, “cartera colectiva” y dejar eso sin tocar. Tan sólo dejándolo crecer en el tiempo.
8. Mantener un sistema de organización en el manejo de su dinero es otro factor importante que los niños deben aprender. Esto les creará la rutina de llevar control de sus ingresos y gastos, que más adelante aplicarán en su presupuesto. Una idea es utilizar 12 sobres, uno para cada mes. En el sobre del mes el niño debe colocar las facturas de los gastos que hizo y de cómo movió su dinero.
9. Utiliza las compras habituales para darles ‘tips’ sobre el valor del dinero. Ir al supermercado es generalmente la primera experiencia de compras que tienen los niños. Explícales por qué escoges los productos que están en rebaja, cómo hacer para rendir los productos y todos tus “trucos personales” para ahorrar en el día a día. Cuando utilices la tarjeta de crédito explícales cómo funciona y háblales de los intereses que genera este tipo de compra y cómo evitarlos. Enséñales a comparar precio-valor y a que todas las compras deben ser planificadas. Por ejemplo, diles que al mes ustedes deben gastar (en comida) equis cantidad de dinero, ya que así está planteado en el presupuesto. Pídeles que te ayuden a llevar el control y verás cómo lo harán encantados.
10. Permíteles tomar decisiones financieras. Así sean buenas o malas, éstas serán gran parte de su proceso de aprendizaje. Pídeles consejos sobre qué comprar y cuáles son los factores que deben considerar al hacer la compra.
11. Alértales sobre los peligros de pedir préstamos y pagar intereses. Si les recargas pequeños porcentajes de intereses en los préstamos que les hagas, rápidamente se darán cuenta de lo costoso que puede salir solicitar un préstamo.
¡Éxito! Tus hijos, mañana, te lo agradecerán.