Mes del ahorro
Los motivos por los cuales ahorrar siempre será bueno
Ahorrar siempre está en nuestros pensamientos, sin embargo, no siempre logramos llevarlo a la realidad. Desde diferentes lados escuchamos la importancia de ahorrar, pero eventos y situaciones diarias se anteponen para conseguir este cometido.
Si unimos el esfuerzo de ahorrar con un sueño por cumplir, será más fácil tomar la decisión de no gastar hoy, acumular dinero para alcanzar ese objetivo financiero particular. En el campo de las finanzas personales, ahorrar es el medio para llegar a la meta propuesta.
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¿Cuántas veces hemos dicho “la próxima semana comienzo a hacer dieta” o “el próximo mes me inscribo en el gimnasio”? Ahorrar es un hábito que idealmente debemos adquirir desde muy pequeños, pero que nunca es tarde para iniciarlo. Debemos mentalizarnos con que “sí podemos ahorrar”. La verdad es que todos podemos, independiente del nivel de ingreso, cada uno en su escala. Fíjese una meta de ahorro, por ejemplo el 10% de su ingreso mensual. Separe ese ahorro tan pronto reciba el sueldo, pues si lo deja para el final, es muy posible que no le quede nada.
Ya tomada la decisión de ahorrar, la pregunta es ¿dónde? Es fundamental realizar ese ahorro a través de un producto formal, es decir que sea manejado por una entidad que se encuentre autorizada. Revise bien ese aspecto pues podría caer en manos de captadores ilegales de dinero, que no le responderán por el dinero ahorrado. Cuando le ofrezcan un rendimiento muy superior a la tasa de inflación, pregúntese cómo logran pagar esa tasa de interés, seguramente es una “pirámide”.
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Entidades financieras, como los establecimientos de crédito, son una alternativa para dejar el dinero ahorrado. Un ejemplo de este tipo de entidades son los bancos, que ofrecen productos como las cuentas de ahorro o los CDT’s (certificados de depósito a término).
Una ventaja de utilizar este tipo de entidades, es que los ahorros están protegidos por el seguro de depósito, que cubre hasta un monto máximo de cincuenta millones de pesos, en caso que la entidad se quiebre. Las cuentas de ahorro aun cuando pagan bajos intereses mantienen los recursos disponibles para los ahorradores. Por su parte, los CDT remuneran unas mejores tasas pero limitan la liquidez de los recursos, debiendo mantenerlos a un plazo específico.
Otra alternativa para guardar los ahorros, son los fondos de inversión colectiva (FIC). Son vehículos financieros administrados por sociedades fiduciarias o sociedades comisionistas de bolsa, donde éstas y sus fondos son vigilados por la Superintendencia Financiera. Los ahorros guardados en estos FIC, se unen con los de otras personas, logrando mayores montos de inversión, generando ventajas como menores costos e inversiones diversificadas. Se ofrecen gran variedad de fondos, con diferentes riesgos, plazos y rentabilidades esperadas (no garantizan una rentabilidad). Un aspecto relevante es ajustar su perfil de riesgo al tipo de fondo.
Hay fondos muy líquidos y que invierten en activos financieros de muy alta calidad, otros que invierten en activos, como por ejemplo bonos, acciones, monedas extranjeras, mezcla de algunos de estos activos, entre otros.
Los gastos son la principal limitante para el ahorro. Los hay grandes y pequeños, recurrentes y estacionales, pero al fin y al cabo son gastos. Hago una especial mención sobre los pequeños gastos, que muchas veces los despreciamos pero que pueden abrir un hueco en nuestras finanzas.
El café diario, la empanada de la esquina, el taxi por no madrugar, la cuota de manejo de algún producto financiero o el llamado cuatro por mil, son ejemplos de estos gastos. La solución es contar con un presupuesto que incluya tanto sus ingresos como sus gastos, realizando un control detallado sobre éstos.
Contar con ahorros nos da seguridad, pues ante una eventualidad tenemos recursos disponibles para solucionar el problema. Ese dinero guardado para estas situaciones, se llama un fondo de reserva. Además, tener un plan de ahorro es el primer escaño para cumplir nuestros sueños, a través del logro de nuestros objetivos financieros. Ahí es cuando valoramos ese esfuerzo y podemos decir que ahorrar siempre será bueno.
*Ph.D. Profesor de la Facultad de Administración Universidad de los Andes
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