¿Quién dijo que el espacio de oficina debe ser aburrido?

Estos reducen costos operativos y el consumo de energía eléctrica, agua y otros servicios públicos. La distribución estratégica del espacio también contribuye a crear ambientes más confortables para los trabajadores, influenciando sobre su estado de ánimo y su productividad.

El abarrotamiento de cubículos estrechos donde prácticamente vive el empleado, los despachos aislados que parecen reflejar la segmentación entre las personas y las dependencias abarrotadas de papeles y documentos están quedando en el pasado. Ahora escribir sobre las paredes, los escritorios, ventanas y prácticamente en cualquier superficie disponible se ha convertido en algo común en las mejores oficinas alrededor del mundo; las mesas y escritorios se están reemplazando por espacios que permiten la interacción constante entre grupos de trabajo, donde las actividades en equipo son lo primordial.

Todos estos pequeños cambios generan grandes impactos que se ven reflejados en los resultados financieros de la empresa, y es que no son sólo se trata de crear espacios confortables sino de hacerlos funcionales.

Los edificios inteligentes buscan interconectar los diferentes sistemas que terminan disminuyendo los costos operativos, siendo más eficientes y más seguros. No es eficiente tratar de forma separada los sistemas de iluminación, calefacción, tratamiento de aguas, entre otras necesidades. Estos generalmente comprenden el consumo de energía y recursos naturales, la red de comunicaciones, los sistemas de seguridad y automatización de los procesos productivos en las áreas de trabajo.  

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En este sentido, el sector de la construcción está estrechamente relacionado con el de las telecomunicaciones y tecnologías de la información, por lo que el desarrollo de software y aplicaciones puede respaldar la automatización de procesos y la creación de modelos colaborativos, no solo al interior de la empresa, sino entre ciudades, países e industrias. Introducir el concepto de edificio inteligente no se limita a la parte técnica y estructural de la construcción.

Para involucrar a la empresa es necesario un equipo interdisciplinario, incluyendo el de recursos humanos, el cual debe propender por el mejor entorno posible para sus trabajadores. Una empresa inteligente promueve la creatividad, desarrollo personal y la superación de los empleados, y una forma para lograrlo es colocando las herramientas adecuadas a su disposición. Google es una compañía ejemplar en este aspecto, donde en las mismas oficinas cuentan con salas de videojuegos, y se organizan espacios donde desarrollar actividades deportivas y artísticas.

Colombia, a la vanguardia

El sector de la construcción en Colombia ha sido protagonista en los últimos años. No es para menos considerando la importancia de poseer hoteles y oficinas a la vanguardia en ciudades como Bogotá, que se ha venido convirtiendo en un centro de turismo de negocios clave para cualquier empresario que quiera ingresar al mercado latinoamericano.

En la capital se cuenta con edificios como Alpaso Plaza, el cual cuenta con una planta de potabilización de aguas lluvias, la torre AR, reconocida por estar capacitada para resistir sismos e incendios, convirtiéndola en una de las más seguras del país,  y el edificio de la Cámara de Comercio de Bogotá en la Avenida Eldorado, que posee una fachada traslúcida que aprovecha la luz natural del día.

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Pero cuando se trata de construcción inteligente, Medellín ha avanzado rápidamente. Basta con mirar los proyectos que iniciaron en los años 90, como el edificio EPM considerado pionero en sostenibilidad y tecnología. También está el edificio Bancolombia, la sede de Isagen, Ruta N y la facultad de ingeniería de la universidad EAFIT. Estos edificios involucran el uso de aguas lluvia, jardines colgantes, amplios espacios verdes que funcionan como pulmones para la ciudad, paneles solares y el uso de cristales para aprovechar al máximo la luz del día.

Construir de forma inteligente no debe depender de la iniciativa privada, el papel del Gobierno es crucial para promover una práctica que está generando beneficios económicos, ambientales y sociales. Estados Unidos es uno de los países que se ha destacado por sus inversiones en lo que se denomina Industrial Internet of things abreviado IoT, o ‘internet de las cosas’ en español, que busca optimizar procesos cotidianos con ayuda la red. Sus programas gubernamentales incluyen recursos a la construcción, manufactura y transporte.

Así las cosas, es necesario que las empresas evalúen el cambio de infraestructura que lleven a la eficiencia logística, ambiental y económica de forma interdisciplinaria, ya que los edificios inteligentes demuestran que el uso de internet y sistemas electrónicos pueden mejoran los beneficios económicos para las empresas.

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