Familia

¿Pensando en tener bebés? Siga estos consejos antes de tomar esa decisión

Las parejas que están pensando en tener hijos en el corto o mediano plazo encontrarán en estas recomendaciones las condiciones ideales y perfectas, desde lo económico y profesional, para hacerlo.

Sandra Liliana Miranda Forero
23 de septiembre de 2016
| Foto: Ingimage

Muchas parejas desean tener hijos como parte de su proyecto de vida y porque consideran que son un factor importante para su desarrollo familiar y personal, pero sin duda, los principales factores que influyen en esta decisión, son las condiciones económicas y los recursos con que se cuenta para pensar en traerlos al mundo y garantizarles las mejores condiciones de vida posibles.

Los recursos que se necesitan no son solamente financieros, sino también se requiere contar con el tiempo, salud y energía disponibles, que procuren hacer de esta una gran experiencia, sin ignorar que también habrá ajustes y sacrificios que hacer. En este artículo, queremos brindarle algunas recomendaciones que podrán guiarlo mejor en su decisión (si está contemplando a los hijos dentro de sus planes a corto o mediano plazo) y lo orientarán para saber cuál es el mejor momento para ser papás, entendiendo que como tal, las condiciones ideales y perfectas jamás estarán presentes, pero si podrá optimizarlas.

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Pensando en un bebé: ¿cuál es el mejor momento?

Desde el punto de vista económico, el mejor momento para tener un hijo, es cuando ambos padres o uno de ellos al menos, ya haya podido cumplir con otras facetas de su desarrollo personal, académico y profesional. Por tanto, si aún está en mora de hacer un posgrado, o piensa obtener un ascenso pronto o tiene pendiente realizar un viaje de aventura, tenga en cuenta que una vez tenga hijos no será imposible, pero sí mucho más difícil hacerlo.

Por ende y para que no sienta que el costo de oportunidad de tener hijos es extremadamente alto (todo a lo que se renuncia por tomar una decisión en particular), cumpla dentro de lo posible con todos sus proyectos (sobre todo aquellos que implican una alta inversión en dinero o en tiempo), antes de ser padre.

Si por su parte, usted está interesado en hacer un posgrado, no es imposible cumplir el sueño de tener hijos, pero recuerde que es indispensable el apoyo de su pareja o de su familia, dado que estudiar le implicará mucho tiempo y dedicación para preparar los exámenes, realizar trabajos en grupo y asistir a clases en ocasiones, en horarios por la noche y los fines de semana.

En cuanto a las condiciones financieras, lo ideal es contar con cierta trayectoria laboral y profesional, que permita que sea menos probable el ser despedido o si de repente quedará sin empleo, pueda lograr conseguirlo pronto nuevamente. Además, las condiciones de su empleo si importan, en materia no solamente del salario que reciba, sino de las condiciones laborales y seguridad social y prestacional que tenga.

En el caso de las mujeres, un embarazo puede ser toda una tortura, si en el trabajo no existe un trato digno que le garantice unas condiciones de tranquilidad óptimas. La idea es disfrutar de esta experiencia, incluso cuando se tenga que seguir trabajando en los meses previos al nacimiento.

Así como hay compradores impulsivos, puede haber padres deseosos de tener hijos solamente por presión social, de los medios, de la familia, de los amigos, etc., o porque el reloj biológico está corriendo o porque existe el miedo a la soledad. Y así como se recomienda cuando se piensa en “comprar” algo, piense en sus verdaderas motivaciones para tener uno o varios hijos. ¿En verdad está dispuesto a vivir esta experiencia, sabiendo que muchas cosas de su vida cambiarán? ¿Está preparado financieramente y cuenta con los recursos para asumir la llegada de un bebé, desde el momento mismo de los controles prenatales y de lo que deberá empezar a comprar para su nacimiento?

No tome esta decisión basado en externalidades de redes positivas, entre ellas el famoso efecto arrastre, que implica que usualmente hacemos cosas o tomamos decisiones basándonos en que si todos lo hacen, también hay que hacerlo o es lo correcto. Como en cualquier decisión de inversión antes de actuar, piense con calma, recopile información, revise su presupuesto, planee los próximos años de su vida en todas las facetas y sepa que en este caso, su decisión y la de su pareja no solamente tendrán implicaciones en ustedes, sino principalmente en los hijos que vendrán al mundo.

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Tomamos la decisión de ser padres: ¿por dónde empezamos?

Si después de analizar los factores para tener hijo, se está seguro de que esto es lo que se quiere, le damos algunas recomendaciones que le marcarán una carta inicial de navegación para que este proceso no lo atormente, sino que por el contrario, pueda tener mejores prácticas financieras y de planeación óptima de la economía del hogar:

  • Tener claras las prioridades en los gastos para darle más importancia en todo lo relacionado con la llegada y crianza del bebé, en vez de gastar en otros bienes y/o servicios que ahora pasarán a un segundo plano. Para tener más de algo, habrá que sacrificar algo de otra cosa.
  • En lo posible no contar con pasivos extremadamente altos (no tener deudas o tenerlas a un nivel muy bajo) al momento de tener hijos, reducirá el estrés de la pareja y podrá garantizarle una mejor calidad de vida a los padres y a los hijos.
  • Ahorrar en los momentos de superávit y crear un fondo de ahorros para la educación de los hijos es una excelente opción para ir amortizando pagos que después se presentarán.
  • Buscar planes de salud en donde sea posible realizar una afiliación colectiva como grupo familiar, pensando en las ventajas de la diferenciación de precios de segundo grado, es decir, en donde salga marginalmente menos costoso realizar la afiliación a servicios de salud, de un grupo familiar, para disfrutar de mejor calidad en este ítem.
  • Un bebé demandará toda cantidad de alimentos, vestuario, cuidado, etc., que no se pueden evadir, pero no por esto será imposible lograr una adecuada combinación de precio y calidad. Revise si hay algunos objetos de sus familiares que pueda reutilizar y procure comprar artículos que sean de mayor duración, para no sentir tanto el gasto frecuente en estos. Busque temporadas de promociones de los establecimientos y no compre en épocas de alta demanda, como Halloween, Navidad, Amor y Amistad y temporadas de vacaciones. No descarte la opción de comprar en tiendas mayoristas que ofrecen precios más económicos.

Si está pensando en tener hijos, siéntese a conversarlo con su pareja, sepa los costos financieros y reales que enfrentarán y planeen desde temprano sus finanzas, sus decisiones de inversión, sus decisiones laborales y su vida personal. No es necesario ser multimillonario para poder garantizar una feliz paternidad, es solo cuestión de planear con inteligencia sus finanzas.

Magíster en Economía y Economista

Profesora Departamento de Economía

Pontificia Universidad Javeriana

sandra.miranda@javeriana.edu.co. En Twitter: @salimifo

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