COLOMBIA 2020
¿Cómo garantizar la suficiencia energética?
En marco del Gran Foro Colombia 2020, se dieron cita los principales representantes del sector energético del país, para discutir sobre la mejor forma de lograr un cambio en la matriz energética sin poner en riesgo la autosuficiencia.
Si bien Colombia debe seguirle apostando a la transición energética ante la aceleración del cambio climático, esto no significa que deba prescindir o dejar de utilizar los combustibles fósiles. Es más, la mejor manera en que el sector energético puede contribuir a seguir siendo una fuente de desarrollo es cuidando la autosuficiencia energética del país.
Muchos grupos sociales y jóvenes no han dimensionado adecuadamente las graves consecuencias que tendría para la economía del país volverse importador neto de combustibles – como sucedió a finales de los 70s-, un riesgo cada vez más latente ante la pérdida de reservas de petróleo y gas. Todo a pesar de que Colombia tiene muchos recursos.
Por esto, la responsabilidad tiene que primar sobre lo popular afirmó la Ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suarez, quien admitió durante el Foro Colombia 2020, organizado por Publicaciones Semana, que si bien esto genera debates que son políticamente costosos - como el de los Yacimientos No Convencionales (fracking) - es lo responsable.
No es en este gobierno en el que se van a acabar las reservas, pero si es en este donde el país debe tomar las determinaciones para que no perdamos nuestra autosuficiencia energética. Además, no hay que perder de vista otros desafíos que tenemos en el país como cerrar las brechas de equidad, afirmó la Ministra.
También que este sector no solo produce el 12% de los ingresos de la Nación sino más de $24 billones en regalías paras las regiones. También que exporta más de US$16.000 millones, “habría que multiplicar por cinco lo que produce el turismo para llegar a estos niveles. Si hay que diversificar, pero el desarrollo de estos sectores no tiene que ser excluyente.
El gobierno tiene el compromiso de acelerar la transición energética para contribuir logrando un balance entre lo ambiental y ayudando a cerrar brechas. “No hay soluciones mágicas”, dijo la jefa de la cartera de Minas y Energía.
En el panel denominado “¿Es posible una energía sostenible como fuente de crecimiento?" en el que participaron Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol; Astrid Álvarez, presidenta del Grupo de Energía de Bogotá; Orlando Cabrales Segovia, presidente de Naturgas y Charle Gamba, presidente y CEO de Canacol Energy, se expuso la necesidad de la industria de conectarse y entender mejor a las comunidades y hacer una mucho mejor la pedagogía sobre su impacto y de temas tan sensibles como el fracking.
Para el presidente de la estatal petrolera, lo importante de los proyectos pilotos que se han planteado no es hacerlos rápido sino hacerlos bien, para que contribuyan a reconstruir la confianza y que el país entienda los impactos de darles vía libre o no a los no convencionales. “Nuestro futuro depende de nuestras propias acciones, pero tenemos que tomar decisiones bien informadas”, afirmó Bayón quien recordó que Ecopetrol está desarrollando temas de fracking en Estados Unidos.
La transición
Colombia es un país llegó de oportunidades que hay que aprovechar y el Gobierno se la ha jugado por acelerar la transición energética.
Según la jefe de la cartera de Minas, el país ha dado uno de los saltos más acelerados en materia de energías no convencionales como la energía solar y la eólica al pasar de tener menos del 1% de participación en la matriz de estas fuentes en 2018 a más del 12% en 2022.
La incorporación de estas fuentes no convencionales de energías renovables va a significar inversiones superiores a los $8 billones y más de 6.000 empleos en los próximos años. Sin embargo, hay proyectos potenciales por más de 7.700 MW. “Hay un gran interés por el país”, afirmó.
Sin embargo, fue enfática en advertir que mientras todo esto se desarrolla, existe un gran riesgo pues las reservas están cayendo vertiginosamente dado que no ha habido grandes hallazgos en los últimos años. Una de las mayores alarmas está en el sector del Gas donde tendríamos que comenzar a importar a partir del 2024.
“El país dio un salto histórico al aumentar 50 veces su capacidad instalada para generación de energías provenientes del sol y del viento, pasando de menos de 50 MW en 2018 a 2.500 en 2022”, pero recordó que aún con este panorama, los combustibles fósiles seguirán siendo una necesidad. “Todos los escenarios muestran que hacia el 2030 el mundo va a seguir consumiendo todos los energéticos, incluyendo combustibles fósiles”.
La Ministra también expuso la importancia del gas natural en la transición energética y la necesidad de ampliar las reservas de este combustible en Colombia. “Hay algo que no podemos olvidar y es que con la tecnología disponible ahora, necesitamos el gas en la matriz energética, porque las energías del sol y del viento son variables y necesitamos establecer una matriz que responde a la demanda. Colombia, en las proyecciones, puede perder su autosuficiencia de gas en 2024, así que necesitamos encontrar otras fuentes de gas”, señaló la Ministra que también habló de los proyectos de ley que vienen para el sector.
Entre los proyectos en camino están la Ley de coordinación y concurrencia, la reglamentación del tema de regalías, la regulación de la extracción ilícita de minerales y, por último, el fortalecimiento de la Superintendencia de Servicios Públicos (para mejorar la supervisión y evitar que se repitan episodios como el de Electricaribe).
Indudablemente, uno de los mayores desafíos de la sociedad es cómo enfrentar el cambio climático. Sin embargo, esto no se puede realizar frenando el desarrollo ni dejando de aprovechar los recursos que el país tiene.