Caja limpia y sana

El baño de los gatos, comúnmente conocido como caja de arena, es uno de los lugares más importantes para el mantenimiento de la salud felina. Para evitar que se convierta en un foco de infecciones, se recomienda limpiarla con frecuencia. Aquí te explicamos, paso a paso, cómo hacerlo.

26 de agosto de 2015
Cómo limpiar la caja de arena

1.    Retirar los deshechos

Los expertos recomiendan retirar las heces de los gatos cada vez que el animal evacúa. Es importante recordar que su materia fecal es transmisora de diferentes parásitos y enfermedades. Si no se pueden limpiar de manera permanente, es indispensable desecharlas mínimo una vez al día.

Agita suavemente la caja de arriba hacia abajo, de esta manera, los grumos con la orina del gato, igual que sus heces, se aislarán y facilitarán su retiro. Se aconseja utilizar guantes y una pala o rastrillo para realizar esta actividad. Los desechos se deben depositar en una bolsa hermética para evitar filtración de olores.

2.    Cambiar el arenero

La arena de la caja debe cambiarse cada tercer día o mínimo una vez la semana. Aunque existen diferentes tipos de arenisca, estudios revelan que los felinos prefieren las de grano fino y sin aromas.

Se encuentran en el mercado arenas conglomerantes que compactan la orina del gato y otras de perlas de sílice que absorben rápidamente neutralizando los olores.

La altura máxima para llenar la caja es, en promedio, cinco centímetros. La mayoría de los gatos se resisten a utilizar cestas muy profundas. Se recomienda formar pendientes de arena a los costados del cajón, pues son los lugares que los felinos prefieren para orinar.

Para eliminar por completo los malos olores de la caja existen los desodorantes, productos que encapsulan la orina del felino evitando que libere su aroma particular. Aunque la mayoría vienen con pH neutro y muy poco perfume, algunos gatos rechazan este tipo de alternativas y pueden, en algunos casos, aborrecer su sanitario.

3.    Lavar la caja

El aseo general de la caja debe realizarse mínimo dos veces al mes, la idea es desocuparla por completo para lavarla a profundidad. Se recomienda utilizar agua caliente y dejarla en remojo por algunas horas, de esta manera, será más fácil remover los desechos secos, adheridos a la base o a las paredes. Se recomienda utilizar detergentes suaves para no afectar el olfato del gato y usar guantes, cepillo y rastrillo o pala. Productos como el bicarbonato y el vinagre blanco sirven como desinfectantes naturales.


Para tener en cuenta

•    La caja debe ser cómoda y amplia. El felino tiene que tener el espacio suficiente para moverse.
•    Ubica la caja en un lugar ventilado y tranquilo para el animal. Y en lo posible, alejado de la cocina o del comedor de la casa.
•    Mantén la caja siempre limpia y evita que el gato haga sus necesidades en otro lugar o que retenga la orina.
•    Si hay dos gatos en casa, te recomendamos tener una caja para cada uno y evitar disputas territoriales entre los animales.