Temperatura perruna

A continuación te explicamos todo lo que necesitas saber con respecto a la temperatura corporal de tu mascota.

4Patas.com.co
18 de abril de 2015, 12:41 p. m.
Perro fiebre
La fiebre puede producirse por la presencia de bacterias, virus o parásitos, o posterior a la aplicación de una vacuna. | Foto: 4Patas.com.co

Existe un mito callejero que quiero desvirtuar: no es cierto que la nariz tibia y seca en el perro significa que tiene fiebre. La definición de fiebre es un aumento de la temperatura corporal, acompañado generalmente de un incremento en la frecuencia respiratoria y el ritmo cardiaco, originado por un proceso fisiopatológico (infección, inflamación u otros). Esta aparece como respuesta adaptativa del organismo de los animales, ayudando a combatir los agentes causales de dichos trastornos.

La temperatura normal en los perros varía de acuerdo a la edad del animal, estado reproductivo (si por ejemplo es una hembra y está preñada, en celo o no), metabolismo y condiciones ambientales, entre otros aspectos. Pero, de manera general, podemos decir que un perro adulto, normalmente, tiene una temperatura de 38 a 39 °C. Los cachorros tienen la temperatura un poco más baja, al igual que las perras hembras en la etapa inmediatamente posterior al parto.

Es importante diferenciar la fiebre de la hipertermia (insolación o golpe de calor), siendo la segunda originada por condiciones altas de temperatura ambiental, donde el animal no alcanza a adaptarse llegando incluso a la muerte. El otro extremo de la fiebre e hipertermia es la hipotermia. Sucede cuando la temperatura corporal se encuentra por debajo de lo normal, causada por ambientes muy fríos, dificultando en el perro la dinámica metabólica normal; lo anterior puede generar trastornos en el sistema nervioso y cardiorespiratorio, llevándolo a la muerte si no se atiende de manera oportuna. Los cachorros recién nacidos son muy propensos a sufrir de hipotermia, por eso debe dárseles una atención adecuada en el momento del parto.

Además de la presencia de bacterias, virus o parásitos, la fiebre también puede producirse posterior a la aplicación de una vacuna, como consecuencia del líquido inyectado que interactúa con el sistema inmunológico del can. Otro hecho que puede llevar a un aumento en la temperatura corporal del animal es que este consuma productos tóxicos, por ejemplo medicamentos antidepresivos humanos o ciertas plantas.

El mejor mecanismo para detectarla es a través de la medición de la temperatura rectal usando un termómetro digital. Es importante que en la primera consulta que realicemos al médico veterinario le pidamos que nos explique cómo debemos realizar este procedimiento.

A pesar de ser la fiebre un mecanismo de defensa del animal, debemos controlar ese incremento de temperatura, ya que puede derivar en trastornos y daños graves a nuestra mascota. Para controlarla podemos administrarle líquidos fríos vía oral (idealmente solución rehidratante), cubrirlo con una manta húmeda y bañarlo con agua a temperatura ambiente. Si después de 12 horas el animal continúa con el estado de ánimo bajo y la temperatura alta, es importante consultar al médico veterinario. De igual manera, si aparecen otros signos y síntomas como diarrea, vómito y problemas respiratorios, entre otros, es indispensable acudir a un profesional.

¿Cómo medir la temperatura?

Para determinar la temperatura en los caninos, se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

- Estar atento a cualquier cambio en el comportamiento del animal. Es frecuente que la fiebre lleve a modificaciones del estado de ánimo, pérdida de apetito, irritabilidad, reducción de la actividad física, sensación de tristeza y poco interés de socializar.
- Poner cuidado a cambios físicos como tos, estornudos, pérdida de peso, vómito y diarrea, entre otros.
- Usar un termómetro digital o tradicional de mercurio, teniendo la precaución de desinfectarlo adecuadamente para evitar transmitir enfermedades. Lo recomendable es mantener un aparato para uso exclusivo de nuestras mascotas. Este se debe introducir entre dos y tres centímetros, dependiendo de su tamaño. Para esta maniobra, es importante contar con ayuda para evitar ser agredidos por el animal.

Preguntas de nuestros lectores

¿Qué tan recomendable es introducir en mi perro la dieta BARF (alimentos crudos). ¿Es seguro para su salud? ¿Tiene pros y contras?
María Alejandra Cifuentes. Mascota: Bruno. Barranquilla.
Cualquier cambio que se piense realizar en la dieta de nuestras mascotas debe ser orientado por los profesionales del área. Algunos alimentos balanceados (concentrados) pueden generar trastornos inmunes, renales, digestivos y alergias por susceptibilidad individual, en algunos casos. La dieta BARF (Alimentos Crudos Biológicamente Adecuados) debe ser incorporada con cuidado, porque también puede ser una ruta de entrada de agentes patógenos, desequilibrios nutricionales y trastornos metabólicos. Siempre consulta con tu médico veterinario para tomar este tipo de decisiones y para que se puedan estudiar los cambios positivos o negativos que se manifiesten en tu mascota.

De un tiempo para acá he notado que a mi perrita Kela se le está cayendo mucho el pelo. ¿Qué puedo hacer para evitarlo? ¿Es un síntoma de una enfermedad más grave?
Camilo Posada. Mascota: Kika. Bogotá.
La caída del pelo en los perros puede tener múltiples causas: parasitarias, bacterianas, alérgicas, endocrinas, comportamentales y nutricionales, entre otras. Recomiendo siempre a mis pacientes que empiezan a manifestar este síntoma, darle suplementos con vitamina E y selenio. La gravedad del problema dependerá del diagnóstico definitivo.

¿Qué debo hacer si mi perro presenta regularmente estreñimiento? ¿Cuántos días, máximo, es normal que no defeque?
Gina Tello. Mascota: Copito. Cali.
El estreñimiento en los perros se debe, en la mayoría de casos, a dietas pobres en fibra. Las dietas caseras y no balanceadas pueden llevar a ese padecimiento. También a otras patologías como obstrucción intestinal, trastornos en la próstata, inflamación de glándulas perianales, tumores en el tracto digestivo, etc. Aunque no hay un ‘tiempo’ determinado para definir la necesidad de atención urgente del profesional, es importante analizar otros aspectos como el estado general del animal, su condición física, su comportamiento y si existen otros signos y síntomas visibles.