Al estilo Grecia, Colombia tiene su Santorini; está ubicado en Antioquia y estos son los planes para hacer

Colombia es un país rico en diversidad y cultura, por lo que ofrece a sus habitantes y visitantes todo tipo de espacios y escenarios. Sus regiones y territorios brindan experiencias únicas a quienes desean navegar y conocer la riqueza de su tierra.

En el corazón de Doradal, Antioquia, un pintoresco pueblo colombiano, se alza La Aldea. Se trata de un lugar que ha cautivado la imaginación de propios y extraños. Este pequeño rincón, con su encanto mediterráneo y sus callejones empedrados, ha sido objeto de múltiples historias y especulaciones a lo largo de los años.

Según la tradición local, La Aldea surgió en la década de 1980, en un terreno que anteriormente era parte de una finca privada. Sin embargo, lo que convenció a sus creadores de establecer este peculiar lugar fue su ubicación en una ladera, lo que evocaba la belleza de Santorini. Incluso, se dice que en la parte inferior de la montaña crearon un lago para simular el mar Egeo.

Uno de los relatos más populares vincula a La Aldea con el narcotraficante Pablo Escobar. Según los habitantes locales, se rumora que Escobar estuvo involucrado en la construcción del barrio, aprovechando la época en que estaba estableciendo su famosa Hacienda Nápoles.

Gustavo Torres, residente del barrio desde hace 25 años, recuerda, según reseña la Revista Diners, las historias que circulan entre los lugareños: “Se dice que Escobar envió un arquitecto a Santorini para inspirarse en su arquitectura”.

Sin embargo, existe otra versión de la historia que contradice esta narrativa popular. Algunos aseguran que La Aldea fue concebida por un consorcio de ingenieros conocido como “El grupo de los 12″, en colaboración con el Instituto de Crédito Territorial. Esta versión, menos glamorosa pero igualmente intrigante, sugiere que la construcción del barrio fue un esfuerzo conjunto entre el sector privado y el gobierno.

Omaira García, propietaria de una de las cabañas para turistas en La Aldea, contó, de acuerdo con lo mencionado por el medio, que, desde sus inicios, el objetivo era crear un lugar único y diferente a cualquier otro destino turístico del país. “Querían que fuera una construcción distinta, sin casas coloniales”, explica García.

Hoy en día, La Aldea es un enclave turístico próspero, con dos grandes hoteles y alrededor de 100 cabañas privadas que reflejan el estilo mediterráneo de su diseño original. Sus calles empedradas y sus casas de colores brillantes atraen a visitantes de todo el mundo, que vienen en busca de su belleza pintoresca y su atmósfera acogedora.

Este espacio tiene un clima cálido, unos verdosos paisajes y una variada gama de edificaciones que suelen llamar la atención de los turistas y curiosos.

Aunque las leyendas y los rumores continúan rodeando a La Aldea de Doradal, una cosa es segura y es que este encantador rincón colombiano seguirá siendo un destino popular para aquellos que buscan una experiencia única y memorable.

Planes recomendados para hacer en el Santorini antioqueño

De acuerdo con lo que mencionó Diners, además de realizar los respectivos recorridos por cada calle y espacio de La Aldea, también se puede visitar la Hacienda Nápoles, la cual está ubicada a solo un kilómetro de distanciua. En caso de preferir algo más natural, puede inclinarse por la Reserva natural del Cañón del Río Claro.

En cuanto a los planes en esta reserva, puede optar por realizar canopy, avistamiento de aves y senderismo. En caso de aventurarse de otro modo, una idea viable es ir a la cascada San Juan, dando un respectivo paseo por espacios únicos.

Otra opción es probar los platos y sabores de la zona, indagando en la gastronomía antioqueña.