Cómo
¿Cada cuánto se debe regar una planta para que crezca más rápido?
Las plantas desempeñan un papel esencial en la producción de oxígeno.
Las plantas son seres vivos que aportan muchos beneficios pues brindan belleza, pero también aportan frescura, oxigeno, mitigan la temperatura, reducen el estrés, regulan la humedad relativa y cuidan las defensas.
Es por eso, que en muchos hogares siempre hay plantas, pero para los verdaderos amantes de ellas y de la jardinería, existe una duda generalizada, y es ¿cada cuánto se debe regar una planta para que crezca más rápido?
Afortunadamente, existen algunos factores que pueden ayudar a responder esa pregunta. El primer factor que se debe tener en cuenta es el tipo de planta, ya que se dividen en dos: plantas de interior y plantas de exterior, y las de exterior requieren que se rieguen menos que las de interior. Por ejemplo, los cactus necesitan menos agua y los nenúfares, requieren más agua.
El segundo factor que se debe tener en cuenta es el tamaño de la maceta, pues entre más grande, más es la capacidad de agua. Es decir, almacena más agua, y requiere que se riegue menos, y adicional, una maceta de tamaño grande es ideal para que una planta crezca más rápido, ya que tiene más espacio para crecer.
Tendencias
El siguiente factor es el clima. En climas cálidos y secos, las plantas necesitan que se rieguen más, ya que esta suele evaporarse con mayor rapidez. En cambio, en climas fríos, el agua no se evapora tan rápido, y por ende, no hay necesidad de regar tan seguido la planta.
El cuarto factor que se debe revisar la eficacia del sistema de drenaje, ya que un mal drenaje puede llevar a problemas como la saturación de agua alrededor de las raíces.
El quinto y último factor que se debe revisar es el estado de las raíces, pues si están están sobresaliendo de la maceta, hay que regar con mayor frecuencia, y adicional, es importante replantar a una maceta más grande para que la planta tengo más espacio para crecer.
Ahora bien, otros consejos adicionales que pueden servir son:
- Investigar las necesidades de cada planta, pues pueden variar.
- Revisar las plantas con regularidad, ya que cuando se observan, se puede mirar la tierra, y si está muy seca, y tiene signos de sequedad, hay que echarles agua.
Finalmente, es importante tener presente que más no siempre quiere decir mejor, pues si se le echa mucha agua a la planta, esta puede morir ahogada, ya que puede provocar problemas de raíces y enfermedades.