Cómo
¿Cómo maúlla un gato cuando está enfermo?
El maullido de un gato es el mejor indicador para saber cómo se siente.
Los gatos son animales reservados por naturaleza, por lo que a veces puede ser difícil saber si se encuentran enfermos. Sin embargo, una de las señales más claras que dan cuando no se sienten bien es su maullido.
- Maulllidos agudos y penetrantes: Estos maullidos pueden indicar dolor intenso. El gato puede arquear la espalda, erizar el pelo y esconderse.
- Maulllidos prolongados y que lastiman: Pueden ser un signo de malestar general, como náuseas, vómitos o diarrea. El gato también puede estar apático y sin ganas de jugar.
- Maullidos roncos o guturales: Indican problemas respiratorios, como dificultad para respirar o asma. El gato puede respirar con la boca abierta y tener las fosas nasales dilatadas.
- Maulllidos repetitivos: Pueden ser un signo de dolor crónico o de una enfermedad a largo plazo. El gato también puede estar vocalizando más de lo habitual, incluso en la noche.
Enfermedades comunes
Entre las enfermedades más comunes que producen ese tipo de maullidos están:
- Infecciones del tracto urinario: Son una causa común de maullidos en gatos, especialmente en hembras. El gato puede tener dificultad para orinar, orinar en pequeñas cantidades o tener sangre en la orina.
- Problemas gastrointestinales: Como la diarrea, el vómito o el estreñimiento, pueden causar molestias y hacer que el gato maúlle más de lo habitual.
- Enfermedades respiratorias: Como la gripe felina o el asma, pueden dificultar la respiración del gato y hacer que maúlle con un sonido ronco.
- Dolor: El dolor puede ser causado por una variedad de cosas, como una lesión, artritis o una enfermedad dental. El gato puede maullar, arquear la espalda o evitar mover ciertas partes del cuerpo.
- Estrés o ansiedad: Los gatos pueden maullar más de lo habitual cuando están estresados o ansiosos. Esto puede deberse a un cambio en su entorno, como una mudanza o la llegada de una nueva mascota.
¿Qué hacer si un gato maúlla excesivamente?
Si el gato maúlla más de lo habitual, es importante llevarlo inmediatamente al veterinario para descartar cualquier problema médico subyacente. El veterinario examinará al gato y realizará las pruebas necesarias para diagnosticar la causa del maullido. Una vez que se haya identificado la causa, el profesional podrá recetar el tratamiento adecuado.
Consejos adicionales:
- Registrar los maullidos del gato: Prestar atención al tipo de maullido, la frecuencia y la duración. Esta información puede ser útil para el veterinario para diagnosticar la causa del problema.
- Observar el comportamiento del gato: ¿Está más letárgico (dormilón) de lo habitual? ¿Ha perdido el apetito? ¿Tiene dificultad para usar la caja de arena? Estos signos pueden ayudar a identificar la causa del maullido.
- Crear un ambiente tranquilo para el gato: Si el gato está estresado o ansioso, es importante crear un ambiente tranquilo y seguro para él. Esto puede ayudar a reducir el maullido excesivo.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.